El pasado 13
de junio se produjo un acontecimiento de suma importancia que dejaba a las
claras hasta que punto las mujeres que abortan ponen en serio riesgo sus vidas
al acabar con la del hijo que llevan en sus entrañas.
Desde el
primer momento quiero dejar clara mi posición de absoluta oposición a ese
crimen que es el aborto.
Antes
de referir la noticia en sí me permito
hacer la siguiente reflexión.
Los medios
de comunicación no alternativos están al servicio del sistema le sirven ideológicamente,
por haberse plegado al pensamiento políticamente correcto o al haberse
prostituido vendiendo su independencia por cuatro cochinas subvenciones, anuncios
que les proporcionan un dinero extra, etc. Todos ellos se han plegado al poder
manteniendo a esa ciudadanía a la que afirman servir en un estado de ignorancia
respecto a determinados temas que está impidiendo que ese pueblo pueda alcanzar
conclusiones propias que vayan más allá de las normas que marca el sistema, es
decir colaboran a que la población acepte sus cadenas sin levantar objeción
alguna. Todo esto ha provocado que los
medios oficiales u oficiosos hayan perdido crédito y difusión entre gran parte
de la población. Con lo que el control de la élite en gran manera ha descendido.
Para hacer
frente a esta realidad y al hecho de que la información ha dejado de ser
monopolio de los grandes medios y de las agencias de noticias a su servicio,
las élites globalistas han recurrido a calificar la información facilitada por
los medios alternativos como noticias falsas (fake news).
Con esta estrategia han tratado, y en parte
conseguido, que toda noticia que escape a su control debe encontrar respaldo en
la prensa “seria”, bajo su control, para que pueda ser considerada verdadera,
si no pudiese encontrar respaldo en la prensa “seria” pasaría a ser catalogada como
noticia falsa.
De esta
forma de nuevo se pone en los medios controlados por el poder de la élite como
el punto de referencia para señalar la realidad. A la par se restaría toda verosimilitud
a las informaciones libres aportados por los medios alternativos.
Ahora pasaremos
a referir la noticia a la que nos hemos referido al principio de la entrada y
de la que no se han hecho eco los medios “serios”, y sólo algunos de los
alternativos.
Como dijimos
todo sucedió el 13 de junio, cuando la activista Paulina Sada perteneciente a la
Asociación Vida pasaba por delante de la cínica Dator, dedicada a practicar
abortos, se sorprendió al ver salir por la puerta lateral del abortorio a dos
hombres vestidos de negro que llevaban un féretro, por sus dimensiones de un
adulto, que posteriormente depositaron en un furgón. Debido a la fuerza que vio
que tenían que realizar para trasladar el ataúd, a las dimensiones y a la manera
encubierta de la salida, inmediatamente dedujo que se trasladaba del cuerpo de
una mujer que había fallecido en el interior de la clínica Dator a la que
habría acudido a abortar y en cuyo proceso habría muerto.
Como es
lógico la información de que una mujer había muerto en el proceso del aborto
sería muy mala para la fama de la Clínica Dator, pero sobre todo resultaría catastrófica
para la idea general que existe sobre el aborto. Y es que el argumentario que sostiene
toda la ideología proabortista se levanta, entre otros puntos, sobre la
supuesta inocuidad y ausencia de peligro para la madre en la realización del
aborto.
Y si la consecuencia
de dar a conocer una noticia fuese que se pusiese en duda que la realización
del aborto es inocua y no pone en peligro la vida de la madre entonces esa
noticia no debería hacerse pública puesto que son muchos los intereses económicos,
políticos e ideológicos en juego.
Y claro, como
las élites que nos tiranizan saben que es lo que nos conviene saber y que hemos
de ignorar, ahí nacen las censuras postmodernas de la postverdad y las fake news que se utilizan para desmontar
aquellas verdades incómodas para esos que viven de esconder la verdad.
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