La cantante
Shakira tiene programada para el 9 de julio de este 2018 una actuación en la
capital de Israel, Tel Aviv, lo que resulta moralmente inaceptable cuando aún
está fresca la sangre de los últimos civiles palestinos desarmados asesinados
por las fuerzas de ocupación israelíes, las cuales disparaban contra ellos con
la intención de matar.
Si la
decisión de actuar en Tel Aviv resulta en sí misma escandalosa, pues se quiera
o no es una forma de encubrir las últimas matanzas, el asunto resulta más
escandaloso al saber que Shakira es embajadora de buena voluntad de
U.N.I.C.E.F.
Con esta
actuación la cantante parece pasar por alto el asesinato de al menos 12 niños
palestinos durante las últimas manifestaciones pacíficas, un ejemplo es el caso
de Laila Ghandour de tan solo 8 meses de edad, la cual murió asfixiada a causa
de gases lacrimógenos que cayeron sobre su familia, recordar que las fuerzas
israelíes utilizaron drones para lanzar gases sobre los palestinos, cuando se
encontraban a más de 1 kilómetro de distancia de la valla de seguridad colocada
por los israelíes.
No sé si le
producirá remordimiento actuar en Tel Aviv cuando a tan sólo a 60 Kilómetros
dos millones de personas viven acinadas en el gigantesco campo de concentración
en que Israel ha convertido Gaza.
Gaza, un
territorio que según ha declarado recientemente la propia O.N.U. podría
volverse inhabitable para el año 2020 a causa principalmente del bloqueo ilegal
que lleva a cabo Israel.
Tampoco sé
si la cantante sentirá algo al saber que la misma Organización Mundial de la
Salud reconoció en un informe que había descubierto que 54 palestinos, enfermos
de cáncer en su mayoría, fallecieron mientras esperaban permisos israelíes para
poder recibir el tratamiento médico que precisaban.
Es un hecho
de sobra conocido que las más importantes actuaciones de artistas internacionales,
como es su caso, son respaldadas y promocionadas de modo abierto por el
gobierno israelí con la intención de lavar la sangre que mancha sus manos después de llevar decenas de años realizando acciones criminales. Han manchado de sangre también su rostro de "pueblo elegido". De hecho al actuar en Israel están prestando su apoyo, voluntaria o involuntariamente para ocultar artísticamente la opresión que durante
décadas llevan ejerciendo esa mafia jázara sobre el pueblo palestino al que el mismo Israel expulsó de sus
tierras.
Pienso que
no es demasiado exigir a alguien que es embajadora de buena voluntad de
U.N.I.C.E.F. que se uniese al cada vez más numeroso grupo de artistas
internacionales de renombre mundial que se han negado a prestar su arte como
medio para que el criminal régimen israelí trate de limpiar su imagen ante el
mundo, entre otros artistas se encuentran Elvis Costello, Brian
Eno, Jean- Luc Godard, Roger Walters, Borkj, Zakir Hussain, etc.
A Shakira le
debería pesar moralmente que a pocos kilómetros del Park Yarkon, donde tiene
prevista realizar su actuación, miles de prisioneros israelíes están encarcelados, entre ellos, muchos menores de edad, como la joven Haed Tamimi.
Pero quizá haber llevado adelante toda esta argumentación no haya sido otra otra cosa que perder el tiempo, ya que
el posicionamiento prosionista del Barcelona F.C. al que pertenece su marido, Piqué, seguramente
influye o determina que tanto Shakira como él sean lacayos del Estado de Israel.
Finalmente la cantante colombiana no ha ido a Israel a cantar.
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