Con motivo
de un comentario radiofónico referido a la ruptura por parte de Estados Unidos
del acuerdo que había suscrito con Irán para que la república islámica centrase
su actividad nuclear exclusivamente en fines pacíficos, con la contrapartida norteamericana
de levantar las sanciones económicas que E.E.U.U. había puesto en marcha he decidido
puntualizar una afirmación muy generalizada a la que se recurre con cierta
asiduidad para justificar al Estado de Israel y a las medidas que E.E.U.U. toma
en pro del Estado sionista.
En ese
comentario radiado nuevamente escuche la tan manida como falaz afirmación señalando
que Israel es la única democracia que hay en Oriente Medio, afirmación que se
realizó con la intención de justificar la cesión de la administración
estadounidense que preside Donald Trump a las presiones llevadas a cabo por el
primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu y por todo el lobby sionista de
Washington, que es quién realmente dirige la política exterior de los Estados
Unidos.
Creo
fundamental poner de manifiesto que es precisamente el Estado sionista que “exige”
a la república islámica de Irán que no
produzca material nuclear con posible utilización militar, cuando ellos
mismos disponen de alrededor de 300 y 400 ojivas nucleares y que no ha suscrito
el Tratado de no proliferación de armas nucleares (T.N.P.), para más inri no
permite a los técnicos internacionales verificar su arsenal, especialmente el
nuclear y el químico, ni visitar su centro de investigación nuclear sito en el
Neguev, pero no para ahí la cosa puesto que el potente ejército israelí posee
un elevado número de misiles con capacidad de llevar armamento nuclear y con un
alcance de 11500 Kms.
Pues bien, a
lo largo de estas líneas voy a tratar de desmontar la tan repetida falacia de que
Israel es la única democracia de Oriente Medio y de que es un freno para el
islamismo radical.
Creo que en
primer lugar debe quedar claro que no se puede hacer de la democracia como
forma de gobierno una especie de dogma de fe que habilite a un régimen para en
función de ello ser considerado automáticamente aceptable o no, puesto que a mi
parecer los regímenes se justifican no tanto por la forma de gobierno si no
través de la justicia de su origen, la dignidad de su desarrollo y los
resultados que este régimen alcance siempre y cuando se hallan basado en el
respeto a la dignidad humana. Es así que para tomar una u otra posición al
respecto del rágimen se ha de tomar en consideración si su origen ha sido justo
y no tanto si mantiene su imagen escudándose en la colocación de urnas en las
que se introduzcan papeletas cada cuatro años.
Si partimos
de estos presupuestos, a mi entender más que razonables, la consideración que en
la actualidad recibe el Estado de Israel tan solo puede ser entendida en tanto
que sirve a los intereses exteriores de E.E.U.U. y por tanto de la U.E. y a que
el poder sionista es el que de hecho dirige la política exterior norteamericana
y por extensión la europea.
Si nos
regimos por lo más arriba expuesto para analizar a “la única democracia de
Oriente Medio” nos encontraremos con que esa “isla de libertad” no pasa ningún
filtro de justicia y humanidad distinto al que “el primo americano” y sus lacayos
quieran darle.
El Estado de
Israel se constituyó en base a una resolución de las Naciones Unidas que con
fecha de 29 de noviembre de 1947, la
cual estableció que en la Administración territorial de mandato británico de
Palestina, que había sido instituida en 1922 por la Sociedad de Naciones a las autoridades británicas con la obligación de asegurar el
establecimiento de un hogar nacional judío y de salvaguardar los derechos
civiles y religiosos de todos los habitantes de Palestina , tierra poblada
entonces tanto por árabes ( 75% ), judíos en su gran mayoría askenazíes
inmigrantes (13% ) y cristianos (11% ).
En la resolución de la O.N.U. de 1947 se
planteaba la creación en el territorio de Palestina dos estados, uno árabe y
otro palestino, ambos con dimensiones muy similares.
Previamente
a la declaración de las Naciones Unidas, el 22 de Julio de 1945, el grupo
terrorista sionista Irgun atentó contra el Hotel Rey David, donde se encontraba
el Gobierno Civil británico del distrito de Palestina y el Cuartel General del
ejército provocando 91 muertos y numerosos heridos.
Hay que
señalar que con la Segunda Guerra Mundial se frenó la transferencia de
población judía a Palestina, con lo que la creación de un estado judío en
Palestina se veía frenado. Y dado que Palestina se encontraba bajo gobierno
inglés fueron sus autoridades, así como los militares británicos destacados en
Palestina los que sufrieron numerosos atentados por parte de dos grupos
terroristas sionistas que trataban de obligar al gobierno de Londres a
retirarse para dar paso a un estado judío.
Los grupos
terroristas fueron Haganah Irgun y Stern Gang que más tarde constituiría el
Mossad.
Las acciones
terroristas que los grupos sionistas llevaron a cabo pusieron a Gran Bretaña
ante una situación que no podía controlar y al mismo tiempo Londres se veía
presionado por Washington hasta que finalmente los británicos se vieron
impelidos a abandonar Palestina, es en ese momento en el que la O.N.U. divide
palestina en dos estados, uno árabe y otro palestino.
En primer
lugar hemos podido ver como el terrorismo sionista es el que da paso y empuja a
que se produzca la declaración de la O.N.U. para la creación del Estado de
Israel, la Liga Árabe no reconoce al Estado de Israel, pero el asesinato del
mediador de Naciones Unidas a manos de dos terroristas de Stern-Mossad aceleró
la creación del Estado judío, pero no acaba ahí la cosa, puesto que los
sionistas no se conformaron con el territorio que la resolución de Naciones
Unidas había marcado como correspondiente al Estado judío.
Es así que
poco a poco se hicieron con territorios correspondientes al Estado árabe,
cuestión esta que desarrollaron mediante verdaderas campañas de terror para
forzar a la población autóctona palestina a dejar sus tierras y confinarla en
Cisjordania, Gaza o a emigrar a Jordania, Líbano o Egipto para poder salvar sus
vidas.
De hecho se trató de una criminal limpieza étnica que continúa en la
actualidad con el emplazamiento en los territorios ocupados de nuevos
asentamientos de colonos judíos, emplazamientos condenados una y otra vez por
resoluciones del Consejo de Seguridad de la O.N.U. que por supuesto han sido siempre
ignoradas por Israel.
Israel está
forzando a que los pobladores originarios de Palestina sufran condiciones de
vida vejatorias en su propia tierra y que sean objeto de ataques por parte de
las fuerzas de ocupación resultando a causa de ellos muchos civiles; hombres,
mujeres y niños, heridos y muertos. Aparte de ello los ataques militares con
armamento químico, especialmente fósforo blanco, contra zonas de población
civil se dan cada cierto tiempo.
Y el
terrorismo no se circunscribe a los orígenes de Israel, ni a las acciones para
hacerse con territorios que según la legalidad internacional no les correspondían,
el recurso al terrorismo es un método que muy recientemente han utilizado al
crear y apoyar en Irak y Siria al ISIS,
Daesh en árabe, por no hablar de los numerosos episodios se falsa bandera que
el Mossad ha llevado a cabo al igual que los asesinatos selectivos de
científicos e investigadores iraníes.
No creo que
si se toman en consideración todos y cada uno de los datos aquí expuestos alguien
no cegado por el fanatismo pueda hablar de Israel como la única democracia de
Oriente Medio ni considerar al Estado judío como un freno para el islamismo
radical, cuando es todo lo contrario en tanto que se ha convertido en un
elemento desestabilizador de toda la zona.
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