jueves, 24 de mayo de 2018

Pedro Varela en libertad.



                                                                                         
 
Ayer Pedro Varela ayer salió de la cárcel, este mártir identitario defensor de la Verdad y de la nación, el hombre que desde su editorial y su librería hizo frente a las mentiras que desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial los enemigos de la civilización europea y cristiana intentaron, y en la mayor parte de los casos lograron, destruir a través de sumergir en la mentira a unas mentes aborregadas y acríticas a las que previamente habían enfangado, salió por fin de la cárcel.


Por fin pudo abandonar la prisión que tan injustamente sufría, su salida ha sido posible gracias a que la Audiencia de Barcelona ha estimado el recurso de apelación que la defensa del librero y editor catalán había interpuesto respecto a la condena que el juzgado de lo Penal 15 de Barcelona en el que dictaba su ingreso en prisión en función de los argumentos que habían sido esgrimidos por el fiscal del Servicio de odio y discriminación, el cual se mostró contrario a aplicarle beneficios de suspensión de pena debido según el fiscal a sus antecedentes por delitos de odio y no considerarlo así “delincuente primario”.   En el auto la Audiencia de Barcelona considera que ha de ser considerado “delincuente primario” al tener cancelados sus antecedentes o ser cancelables, y debido a ello ordena que se suspenda la aplicación la pena.

                                                                    



En otra ocasión, ya fue condenado a pena de prisión en por razones ideológicas relacionadas con su labor de librero y editor, la razón utilizada esta vez para condenar a Pedro Varela fue haber editado el libro de A. Hitler “Mi lucha”, argumentando sus acusadores que había editado el libro de manera ilegal puesto que los derechos de la obra los tiene el Estado Alemán. Es por ello por lo que fue condenado a 11 meses de prisión.

                                                                     


Todo el proceso que Pedro Varela ha padecido no es otra cosa que la forma legal de la persecución ideológica que sufre fue fruto de decisiones tomadas por una justicia sometida a los dictados de los intocables, y que es puesta en marcha por esos “tontos útiles” que les sirven y que toman forma de fiscalía de odio. En el fondo no son otra cosa que tribunales políticos al servicio de los del “pueblo elegido”, tribunales que aplican de manera torticera una legislación que esos mismos intocables han creado a través de sus medios de presión y sirviéndose del complejo de culpa que desde hace décadas han implantado en las mentes occidentales respecto al supuesto holocausto del que habrían sido objeto.

Quiero desde aquí mostrar mi alegría porque de nuevo Pedro Varela esté de nuevo en libertad, y desde el momento en que ponga de nuevo en pie tanto su librería como su editorial todos hemos de colaborar con él comprándole libros siempre que podamos.

                                                                         

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