Debido a no
ocurrir en nuestro continente y por afectar a seres humanos, los palestinos,
que tienen rasgos físicos algo distintos a los nuestros, parece que nos hemos acostumbrado
y que no nos escandalizamos ante la gravedad de las matanzas y torturas que
Israel lleva a cabo en Palestina un día sí y otro también.
La matanza
de civiles palestinos desarmados que las “valientes” tropas israelíes llevaron
a cabo ayer y anteayer (60 muertos y 1771 heridos, casi todos fruto de fuego
real e incluso a causa del lanzamiento de fósforo blanco) en la franja de Gaza se ha visto reflejada en las noticias, pero no ha
tenido la repercusión emocional ni política que habría tenido caso de que la
matanza hubiese sido llevada a cabo por cualquier país distinto al Estado
Judío.
Es así que
no tengo la más mínima duda de que si la cobarde masacre hubiese sido llevada a
cabo por cualquier nación distinta a Israel las consecuencias militares por
parte de los Estados Unidos habrían sido prácticamente inmediatas habiendo sido
sometido a embargo, bombardeo e incluso invasión.
Pero claro estamos hablando de Israel, y a los
de la kipá se les permite todo. De hecho, el sionismo y el Estado de Israel es
son los que a través de su poder económico, financiero y del peso de sus lobbies dirigen la política exterior norteamericana, de hecho son los Estados Unidos los que hacen las guerras de Israel aun a costa de su economía y de la vida de muchos de sus soldados.
Como parece
que la población occidental en general, y la española en particular, se ha ido inmunizando
ante los crímenes y matanzas que lleva a cabo el Estado judío, a veces se hace
preciso recordar casos concretos de los que han sido víctimas occidentales a
manos de las “valerosas” Fuerzas de Defensa de Israel (F.D.I.), de esta forma parece
que podemos sentirnos más cerca de las víctimas palestinas y del desterrado
pueblo palestino en general.
Con
intención de desarrollar una empatía hacia el pueblo palestino y considerar la
crueldad de las tropas de ocupación israelíes voy a reseñar unos hechos de los
que mañana viernes se cumplen 15 años desde que tuvieron lugar.
Como digo
mañana viernes se cumplen quince años en que la activista norteamericana Rachel
Corrie, que en aquel momento contaba con 23 años, murió aplastada por un
bulldozer israelí cuando este avanzaba para demoler una vivienda palestina.
Rachel nació
el 10 de abril de 1979 en Olimpia, Washington y dedicó su vida en la defensa de
los derechos de los palestinos.
El 16 de
marzo de 2003 en la ciudad de Rafah, en la franja de Gaza Rachel frente a un bulldozer,
que pretendía, como finalmente hizo, derruir el hogar de una familia palestina
con la que había convivido.
Rachel Corrie
se hizo perfectamente visible y habló al conductor a través de un megáfono, y
confiando en que su aspecto claramente occidental y su nacionalidad estadounidense
le serviría para evitar que el conductor prosiguiese con su destructiva misión
y acabase con el hogar de una familia palestina permaneció en su sitio.
Pero
desgraciadamente se equivoco y minusvaloró el grado de salvajismo y odio que
dominaba al conductor del bulldozer militar, puesto que fue atropellada hasta
la muerte, pasando por encima de ella dos veces para posteriormente echarle
tierra encima.
Sus
compañeros trataron de hacer algo para salvarla, pero ya era imposible, cuando fue
trasladada al hospital sólo se pudo confirmar su muerte.
Ni el
gobierno israelí pidió disculpas ni el gobierno norteamericano presentó
protesta diplomática alguna por la muerte de una ciudadana norteamericana.
Tuvo que ser
su familia la que interpusiese una demanda contra las autoridades israelíes por
la muerte de su hija, pero un tribunal israelí absolvió al conductor de la excavadora
que intencionadamente arrolló y acabó voluntariamente de la norteamericana, la
intención ha quedado claramente establecida tanto por los testimonios de los
presentes como por una filmación y fotografías
realizadas que muestran que pasó por encima de ella en dos ocasiones y que había sido vista y oída por el
criminal conductor.
Desde ese
aciago día el nombre de Rachel Corrie se ha convertido en sinónimo de la causa
palestina y es recordado por todos los palestinos viendo en ella una verdadera mártir.
Lo que es
realmente penoso es que terminemos viendo el asesinato de esta activista
pro-palestina como más importante, o que al menos tiene mayor proyección, que
las de decenas o centenares de miles de palestinos asesinados a manos de las criminales fuerzas
de ocupación israelíes, pero con todo quizá así tomemos un poco de conciencia
del drama que por culpa de Israel se está desarrollando en Oriente Próximo.
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