Los tiroteos,
atentados y ataques se suceden con una cadencia cada vez menor, sucesos de los
que tenemos noticia a través de los medios de comunicación y que por regla
general son publicitados casi exclusivamente los que acontecen en los Estados
Unidos o en Europa, aunque por supuesto no significa que no ocurran también, y
en ocasiones con mayor crueldad si cabe, en otras zonas del mundo, la
diferencia es que los medios no los reflejan o no les dan el mismo dramatismo y
cobertura que si le ofrecen a lo que ocurre en Occidente, pues como veremos más
adelante esto forma parte de la estrategia mundialista para la instauración de
un Nuevo Orden Mundial sionista.
Estos atentados y tiroteos individuales se desarrollan tanto en
centros de enseñanza, zonas comerciales e incluso en plena calle, acciones
todas ellas que provoca que se generalice entre la población un clima de
inseguridad y terror que lleva a una
desconfianza cada vez mayor respecto de las autoridades y las leyes vigentes, cosa
que a su vez conduce a que esta población termine por aceptar de buena gana medidas
o leyes, que en otra situación jamás serían aceptadas puesto que no se permitiría
nada que llevase a recortar derechos, tampoco serían aceptadas ordenes o
cualquier legislación que llevasen aparejadas la imposición de controles,
vigilancia o cesuras que llevasen aparejados la pérdida de privacidad o censura
de ningún tipo.
Ahora bien,
si se da o es provocado el estado de cosas adecuado, la población aceptará de
buen grado todas y cada una de las medidas excepcionales que se impongan, y aceptarán
medidas tanto más coercitivas en función de la percepción del grado de gravedad
existente, quiero recalcar como es percibida la situación, puesto que se da, o
al menos eso es lo que señalan las autoridades y reafirman los medios a su
servicio, una situación de caos y terror,
provocada tanto por los hechos como por la manera que estos son presentados.
Por tanto,
nos encontramos con que, si una persona o grupo persigue la implantación de
ciertos cambios legales y administrativos, y a través de ello modificar la
conducta y el funcionamiento de las personas y de esa sociedad en la dirección
que considere necesario, se hace preciso que desarrolle un estado de shock y
terror en esa sociedad, para lo cual es necesario provocar ciertos sucesos
impactantes (atentados, tiroteos, etc.) así
como dominar, o al menos manipular, los medios de comunicación para que
difundan esos acontecimientos de manera lo más truculenta e impactante posible.
Como ya
hemos señalado sólo de esta forma la población aceptará los cambios legales, de
control o contrarios a la propia privacidad que se impongan, todo ello en
nombre de la seguridad, del interés de Estado o de la lucha contra el
terrorismo.
De todo esto
debemos deducir que las instancias más poderosas y ocultas que realmente nos
gobiernan acuden a los métodos más eficaces a la par que sibilinos para cambiar
las legislaciones y costumbres de los pueblos para acabar con sus identidades y
de esa manera imponer un Nuevo Orden Mundial basado en la globalización
levantado sobre un mundo unipolar.
Llegados a
este punto en el que hemos tomado consciencia de que los sucesos violentos y
criminales que causan gran impacto, como los atentados terroristas y masacres
en centros de enseñanza, son un paso
necesario para poner en marcha una estrategia de cambio social dirigido y
acelerado, no podemos caer en una actitud paranoica de los acontecimientos que
nos lleve a percibir cada uno de ellos como parte de una estrategia o plan
establecido, pues tan equivocado es considerar todo casual como ver en todo una
causalidad derivada de una conspiración.
Es por esto
que es necesario precisar algunos puntos que nos servirán para plantearnos
seriamente que cuando recibimos información respecto a atentados, matanzas en
lugares emocionalmente sensibles o acusaciones en zonas de conflicto en
realidad estamos ante una acción de falsa bandera dirigida a la consecución de
fines ocultos a una mirada superficial y simplista.
Estos
puntos, basados en información repetida y contrastada en sucesos de falsa
bandera son los siguientes;
1. En los atentados de falsa bandera
suele acontecer algo que parece ser una clave, un sello de trabajo o un mensaje
codificado, púes de otra manera no podría entenderse, me estoy refiriendo a que
en muchos atentados simulados o de falsa bandera (11 S, Charlie Ebdo, Ramblas
de Barcelona,Londres, etc.) los supuestos terroristas “olvidaron
accidentalmente” su documentación en el lugar donde se desarrollo la acción, en
el coche que los transportaba, en el suelo cerca del lugar donde se produjo la
acción terrorista o apareció cerca para poder de esta manera identificarlos y
señalar el origen del peligro terrorista.
2. Otro punto que se ha de tener en
consideración es el hecho de que los supuestos responsables, en este caso vale
tanto para actos terroristas como para acciones de matanzas escolares o tiroteos
en lugares sensibles, han sido confidentes de la policía o de los servicios de
información o han estado controlados por estos hasta unas semanas antes de la
realización de la acción.
3. En el caso concreto de las matanzas o
tiroteos, el sujeto ha estado sometido a algún tipo de medicación o tratamiento
psicológico, también se suele dar la circunstancia de que el individuo
manifiesta estar siendo dirigido o escuchar voces internas que le indicaban que
tenían que realizar la acción, puede
ser algún tipo de control químico o acción MK ULTRA.
4. Tanto en el caso de los atentados o
de las acciones de matanza o tiroteo,
el supuesto terrorista o tirador es abatido por la policía, con lo que este no
puede dar ningún tipo de información o aportar aclaración alguna.
5. También puede darse en ambos casos,
algo que hemos de tomar en consideración yes el hecho de que entre las
supuestas víctimas o entre los también supuestos familiares y amigos actúen los
que son conocidos como actores de crisis, los cuales hacen de figurantes ensangrentados y caídos en el suelo intentando
pasar por heridos y muertos víctimas del
atentado o tiroteo, este aspecto es bastante más difícil de constatar pero no
por ello hay que perder de vista detalles que en muchas ocasiones son reseñadas
en las denominadas fuentes alternativas que han de ser tomadas en consideración,
siempre y cuando se justifique con
imágenes.
6. En el caso de acusaciones
contra alguno de los contendientes en un conflicto bélico es preciso analizar cuestiones tales como el famoso qui
prodest (a quién beneficia) ya que en muchas ocasiones las acusaciones
benefician a aquellos que las hacen pues
las hacen para obtener una escusa que justifique ante su población y ante la
comunidad internacional una intervención militar, a la par se ve con claridad
que llevar a cabo esa acción no traería al que es acusado otra cosa que
problemas y estarían dando justificación al enemigo para llevar a cabo una acción contundente, un ejemplo muy claro
lo podemos ver en las acusaciones de que ha sido objeto el régimen sirio de
Bashar Al Assad de haber utilizado armas químicas, cosa que finalmente ha sido
demostrada falsa, causando gran cantidad de muertos entre la población civil no
combatiente.
Pero este tipo de acusaciones falsas funcionaron cuando EEUU con el apoyo
de algunos países europeos invadió Irak basándose en la falsa acusación de que
el régimen de Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva.
Por no hablar de las acusaciones contra la Libia de Mohammad el Gadaffi, acusaciones
que mantenían que el régimen libio reprimía
con crueldad a la oposición y bombardeaba a la población, en este caso Gadafi fue
derrocado tras ser cruelmente asesinado y su lugar ocupado por grupos de islamistas
radicales cercanos al autodenominado Estado Islámico. Europa está pagando la
prepotente actuación de la O.T.A.N. puesto que Libia se ha convertido en el principal
lugar de salida de la inmigración masiva irregular que llega a Europa a través
del Mediterráneo y que amenaza a nuestro continente con mayor inseguridad,
enfrentamientos sociales y con acabar con nuestra identidad.
Hay que aclarar dos cosas, en primer lugar que no se ha tratado de presentar
una relación exhaustiva y excluyente de
lo que puede darnos pie a sospechar que nos encontramos ante un atentado o
acción de falsa bandera y en segundo lugar se ha de tener siempre en cuenta que
no la presencia de uno de los elementos
presentados no certifica que nos encontremos ante un suceso de falsa bandera,
pero nos debe poner en guardia para considerar tal posibilidad y fijarnos en
los otros factores enumerados para
ratificar, dentro de lo posible, tal posibilidad.
Lo fundamental es desarrollar un pensamiento analítico y crítico respecto
a los hechos que se nos presentan.
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