Nuevamente
quiero hacer referencia a Hahed Tamimi, esa adolescente palestina que como un
jabato se ha enfrenado desde muy niña a aquellos que le han robado su tierra y
les obligan a malvivir en comunidades aisladas sometidas a la crueldad de las
tropas de ocupación israelíes.
Esta chica
es un ejemplo vivo para aquellos que vemos nuestras naciones controladas y
dirigidas por el sionismo internacional, unas naciones a las que, por ahora, no
nos han usurpado el territorio pero que poco a poco están acabando con nuestras
identidades mediante la promoción del Plan Kalergi sirviéndose de la inmigración
masiva y descontrolada que padecemos.
Hahed, a
modo de una Agustina de Aragón o de una María Pita, está levantando la bandera
de la dignidad de su patria cuando muchos de sus hombres han dejado de luchar escondiéndose
tras esas palabras huecas de las negociaciones y del acudir a la justicia
internacional.
Nos encontramos
nuevamente ante la lucha supuestamente perdida de antemano entre David y
Goliat.
Pero si a
algo tenemos que referirnos, en este momento en el que Hamed permanece
encarcelada en Israel a la espera de ser juzgada por un tribunal militar y pendiente de ser condenada a veinte años de prisión, es al brutal contraste
entre la femenina belleza de aquella que lucha con sus débiles brazos contra la
fortaleza cruel de los soldados que ocupan su patria y las machungas feministas
radicales que desde actitudes groseras y
planteamientos todo menos femeninos sólo saben levantar la bandera de la destrucción
de la sociedad.
Tamimi demuestra
que se puede luchar y enfrentar a ese terrible enemigo que es el Estado judío y
sus terminales sionistas en todo el mundo levantando la bandera de la
resistencia y desde la feminidad ser el grito de Palestina antel resto del orbe.
Hamed nos
está dando un ejemplo a todos los patriotas a la par que con su actitud pone de
manifiesto como la mujer, para serlo realmente ha de ser femenina, puede
demostrar que sabe estar en su sitio e incluso ser quién levanta la bandera
para que los hombres luchen.
Ella desde muy pequeña ha demostrado que el ejemplo puede crear el camino para
mantener la lucha y salvaguardar el honor patrio, o que en las circunstancias
más penosas como al hacer frente con la testimonial fuerza de sus brazos a crueles soldados perfectamente pertrechados
y con la única protección de estar siendo filmada, de esta manera se ha
convertido en un titan desde la debilidad
de una niña, que cuando es sometida a un juicio militar y es mantenida en
prisión a la espera de poder ser condenada por el mero hecho de haber dado
patadas y tortas a soldados ocupantes que habían entrado en su casa para llevarse
presa a su madre, ha sabido mantenerse firme y con una sonrisa sostener la resistencia y
salvaguardar el honor de la resistencia palestina.
Ojalá que a
no mucho tardar Palestina pueda ser un Estado independiente con capital en una Jerusalén
abierta también a los cristianos, dado que esto significaría que el poder de la
mafia jázara y el poder sionista en Estados Unidos y en la Unión Europea habrían
pasado a ser tan solo un mal recuerdo.
Puestos a pedir
nada mejor que la desaparición del Estado judío, y ya que nos hemos puesto a soñar, imaginar que la
primera presidenta del Estado palestino fuese Hahed Tamimi y que se produzca la liberación de los cerca de quinientos
niños palestinos presos en carceles israelíes.
¡Feministas aprender
a luchar junto a los hombres y a mantener la feminidad evitando caer en la
chabacanería y en el tramposo victimismo sobre el que levantáis ese pensamiento
políticamente correcto que ha promovido una legislación que maltrata al hombre, hiere a la familia y destroza la sociedad!.
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