viernes, 29 de septiembre de 2017

Assange, un mercenario a las ordenes de los secesionistas catalanes protegido por Ecuador.



                                                                       

El gobierno español debería haber elevado una fuerte protesta diplomática ante el gobierno de un país hermano y amigo como es el de Ecuador. Y lo debería haber hecho dado que no es de recibo que desde su territorio, como es la embajada de Ecuador en Londres, se halla permitido que alguien recluido en su legación diplomática se haya tomado la intolerable libertad de inmiscuirse en asuntos internos españoles, llegando al punto de constituirse en uno de los mayores apoyos internacionales con que cuentan los secesionistas catalanes que violando la legislación vigente pretenden romper la Unidad Nacional española.

                                                  


Y no le ha bastado con realizar declaraciones de apoyo a los secesionistas, sino que el delincuente australiano Julian Assange ha llegado a a llamar a las armas a los 7.5 millones de catalanes.

 Assange se unió al movimiento sedicioso que encabeza Carles Puigdemont en fechas muy próximas a la última diada, lo que hace pensar que nos encontramos ante el comportamiento de alguien   que ha sido contratado para a través de su declaraciones, tuits y falsas informaciones apoyar a los que tratan de acabar con la unidad de España. El que antaño fuese considerado defensor de la verdad y la paz gracias a las informaciones que filtraba y los datos que aportaba ha pasado a convertirse en un enemigo de España vendido al dinero del mejor postor.



Pero con ser grave todo lo señalado no lo es tanto si tenemos en cuenta que el señor Assange, lo de señor le viene un poco grande, está acusado y es perseguido no sólo por haber revelado secretos de su país,sino que lo  es por haber violado a una menor.

Como español la gravedad mayor la encuentro en el silencio cobarde del pusilánime gobierno español al no pedir explicaciones y protestar ante el gobierno de Ecuador, Y como español también me siento gravemente ofendido por el hecho de que el gobierno de un pueblo hermano  haya permitido que  desde el interior de su embajada en Londres se atacase tan gravemente la Unidad de España y se promoviese la movilización violenta de las masas secesionistas contra las fuerzas de seguridad y contra el ejército de España.

                                               

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