Hay noticias
que forzosamente abren los ojos de todos aquellos que por falta de información, por servirse sólo de las informaciones que proporcionan los medios al
servicio del poder o por plegarse ciegamente a lo correctamente político, no
ven la realidad de las cosas como son sino que se dejan engañar por la mentira
que nos venden como realidad inapelable.
En este caso
me refiero a noticias que mueven a
pensar y que con un mínimo de razonamiento crítico llevan a que las personas se
planteen la realidad del engranaje publicitario que padecemos.
En este caso
hago referencia a una noticia que podemos encontrar en las revistas RT (Rusia
Today), en la web libanesa Al-Manar, en la agencia de prensa rusa Stputnik y en
la web de análisis estratégicos Voltairenet.org.
Me estoy refiriendo
a que el pasado 26 de agosto, la C.I.A., sirviéndose de helicópteros y fuerzas
especiales, evacuó de Deir ez-Zor a una
veintena de comandantes de origen europeo pertenecientes al grupo yihadista
Daesh, autodenominado Estado Islámico.. De este modo habrían permitido que estos
escapasen junto a sus familias para evitar que fuesen capturados y hablasen ante las fuerzas sirias que estaban a punto de liberar
la ciudad Deir ez-Zor, la cual había estado tres años en manos de los
criminales de Daesh.
Los comandantes
y sus familias habrían sido evacuados a zonas seguras fuera del alcance de las
fuerzas sirias que con la ayuda de fuerzas rusas liberaban la población.
Según una
información publicada el 8 de septiembre por RT el ministro de la guerra y el
jefe contable del autodenominado Estado Islámico, Daesh en árabe, habían sido
eliminados en una operación que habría llevado a cabo la aviación rusa.
Tal y como
señala Rafael Palacios, RAFAPAL, en su página web ambas noticias formarían
parte de una misma historia: La C.I.A. había
evacuado a dirigentes del autodenominado Estado Islámico para de este
modo poner a salvo a los que habían sido sus aliados temiendo que si eran
capturados pudiesen poner de manifiesto en los interrogatorios la verdad de su
relación con la Central de Inteligencia norteamericana.
Pero una vez
que los altos mandos islamistas radicales fueron puestos a salvo y las más
altas jerarquías del ejército tuvieron noticias de la operación de la
C.I.A. estas reaccionaron pues estaban en
desacuerdo tanto con la colaboración inicial como con la operación de
salvamento recién realizada.
La reacción de la cúpula militar U.S.A. consistió en poner en conocimiento
de la aviación rusa las coordenadas del lugar al que los líderes yihadistas
habían sido trasladados por la C.I.A. El paso siguiente fue que la aviación
rusa bombardeo el lugar, siendo eliminados los mandos terroristas que habían
sido trasladados a las zonas
supuestamente seguras.
De las
informaciones presentes en las noticias que acabamos de señalar se desprenden
una serie de conclusiones fundamentales si pretendemos contar con un
conocimiento mínimamente ajustado a la complicada realidad geoestratégica de la política
internacional.
En primer
lugar, queda absolutamente clara la alianza entre los terroristas yihadista del
ISIS, Daesh en árabe, y la facción más neo-con pro-sionista del estado
norteamericano que domina y dirige la C.I.A.
Del mismo
modo se está produciendo un duro enfrentamiento entre estos que sirven a la geoestratégia del Estado profundo y los militares patriotas
que ponen por encima del interés de Israel los intereses norteamericanos.
En segundo lugar,
encontramos que una parte del Estado norteamericano trabaja al margen de Donald
Trump. Ahora bien, los hechos nos demuestran que los altos mandos del ejército
estadounidense están a las órdenes del presidente y operan contra la mafia
jázara.
La realidad
es que de modo solapado se está llevando a cabo una lucha entre el Estado
profundo movido por el sionismo jázaro globalista y el poder nacional que lucha
por un mundo multipolar basado en las identidades nacionales y no en el
enfrentamiento para imponer el poder unipolar, aunque sea a costa de enfrentar
pueblos y naciones.
Fruto de
este enfrentamiento es la lucha por acabar con el gobierno Trump emponzoñando
una y otra vez a Rusia para de este modo impedir la implantación de un mundo
multipolar al que antes nos hemos referido. Por todos los medios los jázaros
sionistas y las grandes corporaciones financieras buscan acabar con todos
aquellos que tratan de acabar con los bancos centrales, y en especial la
Reserva Federal, para instaurar un dinero basado en el patrón oro y no en la
deuda.
Si no
tomamos en cuenta todo esto resultará imposible tener conciencia de lo que realmente
acontece en nuestro mundo y de como sobre el escenario internacional y nacional
se desarrolla una obra en la que se suceden actos que aparentemente no guardan relación,
actos que lejos de ser caóticos están imbricados por unos poderes de los que no
tenemos conciencia.
Es así que
los atentados de falsa bandera sirven a los que se presentan como víctimas para
poder poner en marcha acciones que forman parte de una estrategia que
desconocemos. De igual modo los enemigos son creados para poder combatir a
otros.
En
definitiva, lo fácil y sencillo en estos ambientes conforman el falaz argumento
de una obra de teatro que esconde la estrategia de poderes que ni siquiera sabemos
que existen (La mafia jázara, el poder sionista y el globalismo).
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