domingo, 23 de febrero de 2020

ISRAEL OCULTA A JUDÍOS PEDERASTAS DE EEUU.




                                                                       

 
Nuevamente el Estado de Israel se hace merecedor de poner en él nuestra atención, y no es precisamente debido a que nos guste hablar de ellos.
 Si nos referimos nuevamente al Estado judío, como ellos mismos gustan denominarlo, es debido a que con su comportamiento criminal se hacen más que merecedores de nuestra atención y crítica. Lo que resulta más que sospechoso es que los medios mayoritarios cubren con un oscuro e impenetrable   manto de silencio toda aquella noticia que ponga de manifiesto el comportamiento o política criminal que se pueda relacionar con Israel o con el pueblo judío en general. 

El pueblo judío se ha ganado a pulso en los últimos dos mil años, pero especialmente desde que en1947 fue fundado el Estado de Israel la antipatía desde su fundación en 1947, la antipatía, e incluso el odio, de gran parte de la población mundial. Y es que su mentalidad, derivada de las enseñanzas que    transmite la Torá, los lleva a considerarse superiores al resto de la humanidad y a ver en los no judíos meras bestias con forma humana nacidas para servirles.
Del mismo modo la consideración de pueblo elegido los lleva a verse distintos y superiores al resto de pueblos de la tierra, siendo precisamente de este planteamiento de donde deriva que independientemente de que viviesen o estuviesen sometidas legalmente a las autoridades de uno u otro reino o imperio los judíos no se sentían ni se sienten miembros de la comunidad social y política que tales reinos o imperios conformaban. Siendo esto así no se consideraban y consideran obligados a ningún tipo de lealtad hacia el reino, país o impero en el que viven y del que tienen nacionalidad.. Resultado de todo esto es que a lo largo de la milenaria historia europea los judíos han sido expulsados de todos los reinos que la conformaban.
Con la instauración del Estado de Israel para nada ha cambiado esta intima desafección de los judíos hacia las naciones en las que viven, excepción hecha de los que viven en el mismo Israel.
Al igual que se da esta desafección  hacia las naciones  y países en los que viven debido a que se consideran parte de un pueblo distinto y superior al resto de las sociedades políticas de la humanidad, desde la creación en 1947 del Estado de Israel los judíos extendidos a lo largo y ancho de todos los países de la tierra sólo guardan lealtad a sus países siempre y cuando esta lealtad no entre en conflicto con el del Estado judío de Israel, y siempre detrás de la lealtad a Israel y sus intereses.

Consecuencia lógica de la idea de pertenencia a un pueblo elegido que es distinto, y superior, al resto de los pueblos existentes es la ayuda mutua entre los pertenecientes al “pueblo elegido”.
 Y tras la creación del Estado de Israel el servicio al Estado judío por encima de cualquier obligación a aquel en el   que viven lleva aparejado que el Estado de Israel asuma el cuidado, la defensa, y si es preciso la ocultación de aquellos judíos que vivan fuera de sus fronteras, poniendo los intereses de estos por encima de las circunstancias legales y/o morales que puedan darse fuera de Israel.

Debido a esta cosmovisión supremacista del pueblo judío en general y del Estado de Israel en particular nos encontramos con que este Estado ha dado numerosas muestras de crueldad, de crimen y de auxilio a criminales judíos.
Consecuencia de todo lo anteriormente expuesto es que el Estado de Israel está centrando sus esfuerzos en salvaguardar y esconder a los judíos con nacionalidad estadounidense perseguidos por la justicia de los EEUU debido a su participación en odiosos crímenes relacionados con la pederastia. Se trata de un apoyo incondicional absolutamente inmoral, y es inmoral en tanto que   no considera la gravedad o grado de perversión del acto que pueda haber cometido el judío perseguido por la justicia, tan sólo considera el hecho de que el sujeto que es buscado por la justicia sea judío.

Este comportamiento que se concreta en el encubrimiento y ayuda por parte de Israel a judíos norteamericanos acusados y perseguidos por la justicia de aquel país era ya conocida y había sido hecha pública a través de medios digitales alternativos, pero ahora nos encontramos con algo nuevo que es que la información aparezca en un medio de comunicación de tanta importancia como es la   CBS.

                                                    
La información que aporta CBS, la cual acompaña a una organización de judíos norteamericanos que habían sufrido abusos cuando    eran menores, señala que muchos de sus abusadores, también judíos, se acogieron a la denominada “nacionalidad inmediata” que otorga Israel a los judíos estadounidenses. De este modo las órdenes de búsqueda de la Interpol dejan de ser operativas.
Entre los muchos que se incluyen en los beneficiados por este acogimiento  israelí se habla de Jeffrey Epstein, el cual no habría muerto suicidado y que habría sido repatriado por el Mossad  a Israel.

                                                   

Esperemos que esos mismos medios que a bombo y platillo referían plenos de odio, y con razón, el más pequeño suceso de abuso de menores por parte de algún sacerdote católico y que en sus comentarios generalizaban a la totalidad de los sacerdotes católicos e incluso a toda la Iglesia pongan ahora una milésima parte de ese interés para dar a conocer el papel encubridor de Israel a los pederastas judíos yanques acusados de abuso de menores, muchos de ellos rabinos. 
                                                        


Y sobre todo que   pongan de manifiesto el dato de que el Estado de Israel por medio de subterfugios legales como darle la nacionalidad israelí a judíos norteamericanos acusados y buscados por pederastia está de hecho colaborando con los abusos a menores y con las redes de trata de menores a manos de judíos.

Pero en este mundo es primordial ser realista a la hora de analizar e incluso de desear las cosas.
 El deseo   es que toda esa jauría de hienas rabiosas ideologizadas, autodenominadas periodistas, pongan el mismo interés que han puesto en atacar a la Iglesia católica y a su clero lo pongan para dar a conocer los abusos de menores provocados en Estados Unidos por judíos, incluidos rabinos, y pongan de manifiesto el papel encubridor de Israel respecto de ese gravísimo tema.

                                                      
Pero como más arriba hemos señalado todo ha de someterse al principio de realidad, y esta realidad no es otra que todo tema relacionado con los judíos o con el Estado de Israel no se puede tratar a menos que se haga de manera laudatoria o haciendo una loa lacrimógena. Para colmo de males la inmensa mayoría de los medios de comunicación masivos son propiedad de sionistas o sus órganos de dirección están en manos de capital financiero judío.

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