Desde este
blog quiero mostrar mi mayor repulsa y dolor por el vil asesinato del patriota
ex legionario de 55 años D. Víctor Laínez, el cual fue cobardemente atacado por
un par de okupas ultraizquierdistas que le golpearon con barras de hierro por
el “crimen” de llevar puestos unos tirantes con la bandera nacional, por lo
visto mostrar el orgullo de ser español es algo que te puede costar la vida.
Uno de los
dos asesinos, el que ha sido detenido, es un sucio matón de la extrema
izquierda, chileno de nacimiento aunque con nacionalidad española, el cual de una pedrada había dejado tetrapléjico a un guardia urbano
el 2006 en Barcelona, su nombre es Rodrigo Lanza. Y fue puesto en libertad tras
haber cumplido tan sólo dos años por tan gravísimo delito.
Este
criminal asesino tiene 33 años y vive en una comunidad okupa. Este engendro abandonó gravemente
herido e inconsciente en la calle al patriota tras agredirle.
El ex legionario falleció este martes tras haber permanecido tres días en muerte cerebral.
El asesino
iba acompañado de otro sujeto que aún no ha sido detenido, aunque si está
identificado.
Lanza participó
en un documental de la televisión catalana, TV3, titulado Ciutat Morta,
documental que supuestamente trataba de poner al descubierto un supuesto
montaje policial y judicial para condenar al asesino de Víctor. El propio Lanza
llegó a afirmar en el documental que había sido detenido por que España es un
país racista, olvidando por supuesto que había dejado tetrapléjica a una
persona. Ese mismo olvido culpable debió afectar a las autoridades de la
Universidad de Salamanca cuando el 29 de noviembre del 2009 ese mismo asesino fue
uno de los ponentes del seminario llevado a cabo en las instalaciones de la
facultad de filosofía e historia bajo el título de: “Procesos de fasciscitación
y montajes policiales”. En ese momento ya había sido condenado por haber dejado
tetrapléjico al policía”.
: El abogado
que en su momento defendió a esa mala bestia fue Gonzalo Boye, letrado de los
ex consejeros huidos, Serret y Comín, a los que aconsejó que no acudiesen al
Tribunal Supremo y que permanecieran en Bruselas. Gonzalo Boye había cumplido
condena por colaborar con la banda terrorista E.T.A. en el secuestro del industrial
Emiliano Revilla en 1988.El señalado letrado fue asiduo defensor de terroristas
etarras, entre otros defendió a Arnaldo
Otegui.
Ahora bien,
no hay que perder de vista el hecho de que han sido muchos, políticos, periodistas y jueces, los
que poco a poco han ido creando el caldo de cultivo que ha dado lugar al asesinato que lamentamos.
Unas veces a
través de la aplicación de una justicia absolutamente escorada en contra de los
movimientos nacionales y patrióticos, recuérdese la pena de cuatro años a los
que participaron en el caso Blanquerna o las penas de cárcel para Pedro Varela
con el cierre de la librería Europa y el secuestro de los libros de ella con los
editados en la editorial Ojeda, mientras que a los delincuentes y okupas de la extrema izquierda se salen de rositas cuando llevan a cabo sus "escraches" por considerarlos muestra de libertad de expresión, o pueden escribir o vender lo que deseen sin que reciban un castigo penal siquiera parecido al que padecen los patriotas.
Otras veces han sido las expresiones
humorísticas, supuestamente inocentes, que lo único que han hecho es presentar el
portar unos tirantes con los colores de la bandera nacional como un símbolo de
agresión fascistoide, a la par se llamaba la atención ante el supuesto peligro de la
agresión de una creciente “ultraderecha”.
Este medio
día ha sido vergonzosa la forma en la que muchas, por no decir todas, las cadenas
de televisión han tratado el asesinato del ex legionario ya que eventos tales
como el positivo por doping de un ciclista, el cumpleaños de un señor de 113
años, etc., han recibido mayor tiempo y han sido tratados con mucha mayor profundidad
que el cobarde asesinato de nuestro compatriota. Vil asesinato que es tratado
sin la suma gravedad que tiene, mientras que cuando es atacado un
ultraizquierdista en el metro las imáenes del incidente aparecen hasta en la
sopa y las entrevistas a familiares, amigos de esas víctimas son entrevistadas con clara intención de conmover al público, en este caso, como en el de otros patriotas, ni se entrevista a familiares ni se habla de su vivencia e intereses.
Sólo me
queda reafirmar mi dolor y condena por el cobarde asesinato, transmitir mi más
sentido pésame a su familia y amigos, así como a toda la Legión.
Ha muerto
por llevar la bandera a la que juró defender hasta la última gota de su sangre,
y ahora desde los luceros nos mirará y llorará por una España que está siendo
traicionada por sus hijos.
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