Por mucho
que traten de hacernos creer que estamos asistiendo a un intento abierto de
secesión promovido por los independentistas catalanes, no es así.
La cuestión
es bastante más complicada y se parece mucho a lo ocurrido en el denominado
golpe de Estado del 23F, cuya estrategia y movimientos tácticos desplegados entonces
se sirvieron de un golpe de mano, el cual tan sólo fue un señuelo al servicio
de unos intereses de mayor calado.
Lo que
verdaderamente ocurrió entonces, es muy distinto a lo que se presentó a los
españoles y estos aceptaron como borregos.
A la población se le vendió que un grupo de
militares trataron de dar un golpe de Estado para acabar con la democracia e
instaurar una dictadura, y que gracias a la providencial y valiente
intervención del entonces rey Juan Carlos I se salvó la democracia, el Estado
de las autonomías y las libertades de los españoles.
Pero ahora
es más que conocido y ha venido siendo narrado por gran cantidad de
investigadores y publicado en numerosos libros , sin que ninguno de ellos haya
recibido querella alguna por parte de la Casa Real o por parte de alguna
institución u organismo gubernamental.
La realidad
es que se trató de una maniobra conocida y ordenada por el monarca, que buscaba
fortalecer la carente de apoyo popular monarquía, salvando así la corona y la
poltrona, para ello se trató de instaurar un gobierno de concentración
presidido por un militar, su amigo y antiguo preceptor general Armada.
Para
alcanzar estos objetivos los servicios de inteligencia, el entonces C.E.S.I.D.
en particular, pergeñaron un plan basado en lo que aconteció en Francia cuando
el ya retirado general De Gaulle fue llamado para que se hiciese cargo del
gobierno de la república francesa para hacer frente a la gravísima situación
que se daba en las calles francesas y
en Argelia.
Es así que diseñaron
el plan De Gaulle, un plan que se basaba en la creación de un supuesto
inconstitucional máximo que llevase a que todas las fuerzas políticas aceptasen
un gobierno de concentración para hacer frente a ese supuesto
anticonstitucional máximo y de ese modo salvaguardar la Constitución y la
democracia.
Todo el plan
estaba perfectamente planeado, pero no contaba con que uno de los peones de los
que se sirvieron, el teniente coronel Antonio Tejero, para crear ese supuesto
inconstitucional máximo se negaría a que el general Armada accediese al
hemiciclo para presidir el gobierno de concentración por incluir a comunistas,
socialistas e independentistas.
De esta forma
todo el plan se fue al garete a causa de haber desdeñado la oposición de un
engranaje de la maquinaria. utilizada.
Algo muy
similar es lo que ocurre y puede terminar ocurriendo en Cataluña.
En el caso
catalán no se trata tanto de conseguir la independencia cuanto de convertir
España en un Estado federal aglutinado en torno a la figura del rey, algo así como
ocurre en la Commonwealth, en la que Estados como Cánada o Australia tienen a
la reina Isabel II de Inglaterra como Jefe de Estado pero no por ello dejan de
ser Estados soberanos.
Todos los
pasos llevados a cabo tanto por los nacionalistas más o menos moderados como
por las fuerzas independentistas más extremadas han actuado y actúan para crear
otro supuesto inconstitucional máximo, el cual sería la grave amenaza
secesionista por el que actualmente transitamos. punto secesionista que llevara
a que las fuerzas políticas de todo el arco parlamentario se pongan de acuerdo
para otorgar a la comunidad autónoma de Cataluña un grado de independencia tal
que de hecho se rompiese toda dependencia respecto al gobierno central, pero
sin estar dotado de soberanía. Por supuesto este planteamiento político de
Cataluña posteriormente sería aplicado al resto de las CCAA españolas.
Pero de
igual modo que ocurrió el 23F con Tejero, es posible que sean los más extremados
quienes den al traste con el plan para la consecución de una España federal.
Ocurre que
el presidente de la generalidad, el ínclito Puigdemont, preside la autonomía
catalana gracias a los secesionistas de la C.U.P., y estos no se van a
conformar nunca con nada distinto a la independencia total, ni por supuesto
aceptarán la tutela de monarca alguno.
Desde hace
meses ya se escucha por parte del PSOE, la idea de que España es una nación de
naciones a la par que el PP y Ciudadanos hablan de negociar nuevas
transferencias o debatir en el Congreso una nueva organización territorial si los secesionistas de la
generalidad regresasen a la legalidad.
Por supuesto tenemos a un Podemos que defiende un federalismo total.
Esperemos
que la cerrazón de la C.U.P. lleve a que los planes de acabar con la Unidad de
España salten por los aires y que todo esto lleve incluso a una reacción
nacional que acabe con el pernicioso Estado de las Autonomía, el problema está
en que además de todo lo señalado son muchos y muy poderosos los intereses
internacionales globalistas que tratan de acabar con la Unidad de España y de
esa forma favorecer la desmembración de Europa.
Pese a todo esto seguro que España sobrevivirá a este triste momento.