martes, 30 de septiembre de 2014

Gravísimo peligro de secesión en España.


                                                                     

La gravísima situación por la que está atravesando España en estos momentos, situación en la que está en juego  nada más y nada menos que su unidad y continuidad como nación, no es para nada el producto improvisado de las mentes fanatizadas de unos cuantos secesionistas aferrados a un tenebroso odio a todo lo que huela a español, es parte de un plan perfectamente urdido por estos enemigos de España.
Muchos pueden pensar, como de hecho lo hacen, que a través de una actuación legal , recurriendo a la supuesta superioridad moral de la democracia y gracias al muro insalvable que presuntamente representa la constitución se puede hacer frente y se conseguirá poner fin a la deriva secesionista y por tanto salvaguardar la Unidad de la nación.

                                                            


Del mismo modo no ven que tras este movimiento secesionista se esconde una perfectamente pergeñada  estrategia, estrategia que toma en consideración y se aprovecha de las más que previsibles reacciones de los autodenominados  constitucionalistas. Su estrategia se basa en llevar a situaciones extremas, en “tensar al máximo la situación”, para servirse de las reacciones que llevarán a cabo los defensores del status quo actual, sirviéndose de estas para  alcanzar la secesión.

                                                              


El actual presidente de la Generalidad, el sedicioso  Artur Mas, ya ha dado  pasos para asegurarse  el reconocimiento de ese fantasioso a la par que odioso Estado catalán independiente.
La islamización tan arraigada y extendida en toda Cataluña, de la población marroquí muy especialmente, no son otra cosa que la parte visible de una táctica que permitirá atraer el voto de todos estos cientos de miles de inmigrantes marroquíes  Así mismo todo esto forma parte de pactos secretos en los que el Estado de Marruecos se compromete a reconocer al “Estado Catalán”, a cambio de permitir la estancia de sus nacionales en territorio de esa Cataluña independiente, de darles prebendas y de islamizar a la población de esa región española.

                                                                     



Si nos fijamos en la última y más rabiosa actualidad todo forma  parte de ese plan al que más arriba hemos hecho referencia.

El presidente de la Generalidad Artur Mas  ha firmado el decreto por el que convocaba para el día 9 el referéndum con la plena seguridad de que el gobierno presentaría ante el Tribunal Constitucional   una petición  para que se impugnase la convocatoria. Cosa esta que el TC ha  hecho en un tiempo record, apenas unos minutos, ya que PSOE y PP, habían negociado el apoyo total del PSOE  a cambio de que el segundo retirase el proyecto de ley del aborto.

Por supuesto que los estrategas secesionistas contaban con este fallo judicial.

La actitud del gobierno autónomo catalán seguramente será no desobedecer el fallo judicial, puesto que esto le permitirá presentarse nuevamente como víctima y enconar aún más la postura de todos los secesionistas que las campañas mediáticas, educativas y de todo tipo han creado en las últimas tres décadas.

Con este victimísmo lo que si harán, esta vez de manera legal, es convocar unas elecciones autonómicas en Cataluña, unas elecciones que serán presentadas como si se tratase de un plebiscito sobre la independencia.
Esto lo harán con el convencimiento absoluto de que lo ganarán con una amplísima mayoría  ERC, la cual llevará a cabo una declaración unilateral de Independencia. Esta declaración de independencia tendría ante la opinión pública internacional un marchamo democrático total, pues sería fruto de unas votaciones llevadas a cabo con el reconocimiento de observadores internacionales.

La respuesta del gobierno español habrá de ser obligatoriamente represiva, lo cual creara un movimiento de  simpatía en la opinión pública internacional hacia los secesionistas catalanes y su causa.

De esta manera el autoproclamado nuevo Estado será reconocido por varios Estados, empezando por Marruecos, seguramente también por algún otro Estado  musulmán y por Israel. Tampoco sería nada extraño que Alemania  e incluso Reino Unido  lo hiciesen. Y es que la Constitución vigente se refiere a las “comunidades históricas”, entre ellas Cataluña, como “nacionalidades”, y según la carta fundacional de la ONU, a la   que España se adhirió, toda nación tiene derecho a un Estado.
¿Cómo explicar en el exterior que nacionalidad es diferente a nación cuando es difícil de entender en la misma España esa diferencia?.

Llegados a este punto el gobierno español y/o las Fuerzas Armadas se verán en la obligación de actuar de modo  contundente sobre ese autoproclamado Estado catalán, lo que llevará a que este sea reconocido a  nivel internacional por más países de los pertenecientes a la OTAN, con lo que cualquier intervención militar o de fuerza llevará aparejada, tal y como aconteció en Kosovo, intervenciones militares extranjeras “en pro de la democracia y la libertad”.

                                                                   


Como se puede comprobar la situación ante la que nos encontramos es todo menos   sencilla. No hay que minusvalorar al enemigo secesionista y ponderar todos y cada uno de los pasos que el gobierno español vaya tomando.
Resulta un imperativo que el gobierno español actúe internacionalmente ahora y que lo haga especialmente sobre Marruecos y la Unión Europea.

Si se actúa a remolque de las situaciones que van marcando los secesionistas 
todo estará perdido.

                                                              

                             ¡¡¡VIVA LA UNIDAD DE ESPAÑA!!!    

                                                      


                                                              



                                   ¡¡¡CATALUÑA ES ESPAÑA!!!

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