Hace unos
días el clérigo salafista saudí Muhamed Al-Arifi emitió una fatua en la cual
“legitimaba” el secuestro de mujeres “infieles” (que no sean de religión suní)
para constituirlas en esclavas sexuales. Según esta autoridad musulmana de este
modo las mujeres y adolescentes contribuirían a la yihad que los muyahidin
mantienen en Siria.
El señalado
clérigo marcaba una serie de “condiciones” para la aplicación de la fatua.
La primera
hace referencia a la edad, habrían de ser mujeres mayores de 14 años y la segunda limita a un
par de horas en las que se puede realizar
el acto sexual con las secuestradas.
La
finalidad sería dar a cada muyahidin un descanso tras la batalla.
Hay que
señalar, aunque pueda resultar inconcebible
que no son pocas la mujeres
musulmanas que apoyan que regrese la antigua costumbre islámica de la
“esaclavitud sexual”. Tal es el caso de la activista política kuwaití Salwa
Al-Mutari.
Por
supuesto los grupos feministas occidentales
no levantan su voz para oponerse
a tan brutales declaraciones y
extendidas costumbres.
El mismo
autor de la fatua a la que hacemos referencia habla de que la actuación que “legaliza moralmente” está muy
extendida en la actualidad en la zona de
Siria en estos momentos.
Los
muyahidin tienen especial predilección por las mujeres caldeas (católicas) al
verlas como infieles que no son dignas de ninguna consideración.
Ya en Junio
del 2011 el obispo caldeo de Alepo: Antoine Audo advirtió sobre la islamización
a la que se acercaba el país, señalando que derrocar a Bassar Al-Assad no
llevaría nada bueno para la población pues con ello sólo se busca la inestabilidad, dividir a los países árabes e
imponer un islamismo radical.
Ahora nos
encontramos con que se ha desatado un conflicto en el interior de Siria iniciado y apoyado, militar, logística y diplomáticamente por los países occidentales,
la CIA , la OTAN ,etc.
Las
potencias de Occidente no parecen haber aprendido, o tal vez lo que ha ocurrido es lo que buscaban,
que los regímenes que han caído en
Libia, Irak e Afganistán con su ayuda y apoyo militar han dado paso a sistemas políticos musulmanes radicales en
los cuales las poblaciones cristianas son perseguidas, masacradas o han de huir.
Pero por lo
que se ve, los intereses económicos y geoestratégicos de USA y de sus títeres de la OTAN , así como la influencia
todopoderosa de Israel están por encima
de la vida de los cristianos de la zona.
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