Francia y el oro de Malí

                                                                         

Sea cual fuere la razón de que ello se produzca en estos momentos, lo cierto es que el Bundesbank, el Banco Central  Alemán, pretende que la mitad de sus reservas  de oro custodiadas en el exterior: en Francia, Estados Unidos e Inglaterra, unas 700 toneladas equivalentes a 27000 millones de euros, regresen para engrosar sus reservas.

Al comienzo de la Guerra Fría,  dos terceras partes de sus reservas de  oro fueron entregadas a  estos países  con el fin de que las custodiasen y así  protegerlas de una posible invasión de la URSS y su probable  sustracción

Esta intención de recuperar los fondos de oro se ha iniciado por Francia, la cual guarda en torno a 374 toneladas.

Del mismo modo el Bundesbank pretende  recobrar 300 toneladas que en la actualidad se encuentran en Nueva York y 445 toneladas que alberga el Banco de Inglaterra.

Los planes del Banco Central Alemán son  recuperar  todo el oro  alemán almacenado en Francia y un tercio del protegido en USA.

Su intención es iniciar la recuperación del oro este año y finalizar el año 2020, de modo que en ese año Alemania guarde ya en sus cajas de seguridad  la mitad del oro alemán, un total de 3391 toneladas.

El objetivo del Bundesbank no es otro, según manifiestan, que  conseguir una mayor confianza y protegerse ante una potencial crisis del euro, para en caso de necesidad cambiar el oro por una moneda segura como sería el dó

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/16/economia/1358348754.html

Muy a pesar de las declaraciones que sobre la intervención militar francesa en Malí ha hecho el Presidente francés Francois Hollande, en las que textualmente dijo: “ no estamos defendiendo ningún tipo de interés político o económico en Malí, defendemos simplemente la paz.”, también dijo que la intervención duraría lo necesario para disipar la amenaza terrorista.

Nuevamente nos encontramos con que las potencias se escudan en la lucha contra el terror para esconder intereses que resultarían más difíciles de aceptar por la opinión pública, y que pondrían en peligro su continuidad en el poder tras unas elecciones.

Aunque la toma de rehenes en unas instalaciones de gas y el secuestro de un  ciudadano galo haya resultado una buena excusa para la intervención militar  es preciso tener en cuenta que Malí  es un país rico en yacimientos de oro,  las exportaciones de oro son el 80,5% del total de estas. Según un informe del FMI, la producción de oro en Malí en el año 2008 ascendió a casi 150 millones de dólares.

                                                                

      http://preciodeloro.info/produccin%20de%20oro%20por%20paises.php

 Las exportaciones de este metal se han triplicado en la última década, aunque la población no se ha beneficiado prácticamente de ello. . El ejército que poseen  tampoco lo ha hecho y es sumamente débil, estando poco preparado para enfrentarse a las incursiones de los  guerrilleros  islamistas radicales, los cuales se han hecho con el control del 70 % del territorio del país y que han infringido  numerosas derrotas a este mal preparado y equipado ejército.

Malí se encontraba en el octavo puesto de producción de oro a nivel mundial el año 2009, con una producción de 85411 Kg.  anuales, datos de 1986.

Ahora nos encontramos nuevamente con  terroristas “a la carta”, unos terroristas que en un momento, según sirvan o no a sus intereses,  pasan de  aliados a enemigos.

Esos mismos que fueron armados, entrenados y apoyados para el derrocamiento de Muhamar el Gadaffi son ahora los que penetran en Malí por el norte y combaten al ejército francés. Ahora son considerados como un gran peligro para la estabilidad de la zona y de esta forma así justifican la intervención armada francesa, intervención  que tan solo busca hacerse con  unos inmensos yacimientos de oro que permitirán a Francia mantener sus  reservas de oro  llenas una vez que se tenga que deshacer de la gran cantidad que le solicita Alemania.

No hay que ser tan simplista como para ver en las acciones de estas potencias un funcionamiento meramente humanitario y pacifista, la realidad suele ser más complicada y triste.