miércoles, 23 de mayo de 2012

Unidad y programa.





                                                                 





Se están dando unas circunstancias muy propicias para que se produzca el tan necesario y deseado cambio del sistema  injusto que padecemos. Ahora bien, para que este  cambio  sea posible no basta con  la mera indignación expresada de modo festivo y mucho menos si esta excluye a una parte de la población, aunque se afirme lo contrario.


                                                     
En estas circunstancias la fuerza está en la unidad, y una actitud sectaria no puede mover  a que grupos de personas que también desean  la ruptura con esta forma de organización política y económica supeditada a los intereses especulativos de las finanzas y a la corrupción partitocrática puedan sentirse  despreciadas o verse dejadas de lado por  posturas políticas o posicionamientos religiosos que para nada entran en contradicción con  el tan ansiado  cambio de sistema partitocrático- capitalista.


                                                        

Para que el movimiento  puesto en marcha sea verdaderamente  una opción  contraria al sistema que nos domina y tenga  unas mínimas posibilidades de éxito  es absolutamente preciso  clarificar cuales son las alternativas que se proponen y aunar  a toda la población  descontenta. Sólo desde la claridad y desde la unidad  será posible conseguir algo. No basta con la negación y la oposición, hay  que proponer alternativas concretas y estructuradas,  no se puede convertir todo en una suma de reuniones festivas excluyentes, es necesaria una estrategia  bien definida.

¿A que me refiero cuando hablo de  que en este momento  es  absolutamente imprescindible la unidad si se quiere lograr algo?
 Pues a que  sino se quiere que todo este movimiento popular se quede en una mera anécdota lo primero es evitar caer en la división  y en la exclusión, ya se sabe que cuando se quiere  acabar con una acción  grupal  lo más sencillo  es recurrir al divide y vencerás. Con esto quiero decir que  ni se deben utilizar símbolos con los que una parte de la población se pueda sentir incómoda, ni deben ser atacadas  convicciones religiosas o de tipo nacional, se ha de tener mucho cuidado con eso puesto que en movimientos como el de los indignados, la unidad de la población  es fundamental ya que la cantidad importa mucho, y la diversidad: de edades, de clases sociales, de adscripciones políticas e incluso de aspecto son básicos.


                                             

El segundo  punto que considero fundamental es el ya señalado de proponer una medidas claras y alcanzables, evitar funcionar con lemas  facilones o con  propuestas excesivamente generales, ahí que ir a lo concreto:

1.- Nacionalizar la banca y todos los sectores estratégicos.
2.- Creación de una banca nacional que proporcione créditos a un interés muy bajo, banca cuyo beneficio se dedicará  no al enriquecimiento de unos pocos sino que será invertido en sanidad y proyectos sociales.
3.- Buscar que la representación  sea directa y no a través de los partidos políticos. Las entidades  básicas y más propias del ser humano como la Familia, el lugar donde se desarrolle la vida: municipios, barrios o entidades comarcales y por otro el del trabajo y la empresa a través de sus unidades de representación. 
4.- No reconocer ni pagar la deuda externa de España que  provenga de la especulación o sea injusta. Para conocer la si la deuda es justa o no lo es o si es fruto de  la manipulación de los especuladores esta ha de ser auditada por economistas independientes.

                                                     
5.-No pedir ni aceptar ayudas del Banco Central Europeo ni del Fondo Monetario Internacional, ya que deuda significa esclavitud.
6.-No aceptar las directrices impuestas desde el eje franco-alemán, se fijan en combatir la deuda y el déficit, que es  lo que les preocupa pero dañan aún más al desempleo de los países mediterráneos.



                                                     
                                                          
7.-Aumentar la inversión pública y bajar los impuestos para que de este modo el dinero  circule, aumente el consumo y se movilice por tanto los sectores productivos bajando el desempleo.


                                                  
8.-La salida de la eurozona y el abandono del euro para poder recuperar soberanía económica y no estar sujetos a los dictados de los “mercados” y de los especuladores, es una medida que habrá de ser analizada de un modo más  detallado por economistas independientes que  sopesen pros y contras.
9.- Acabar con la monarquía: régimen anacrónico, injusto y caro.
Como mínimo someter a referéndum su continuidad.


                                                    

Repitiendo lo inicial: Unidad y Programa.




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