jueves, 3 de mayo de 2012

Privatizaciones: pan para hoy y hambre para mañana.




Efectivamente José María Aznar consiguió que durante las  dos legislaturas en las que presidió el Gobierno el desempleo no pasase de los dos millones escasos, así mismo el crecimiento económico de España  y la creación de empleo fueron algo admirado en toda Europa. Hasta aquí  todo es digno de encomio y aplauso, lo que quizá no lo sea tanto son los modos y medidas de las que se sirvió el Presidente Aznar para lograr semejante pujanza.


                                                


En el año 2004 Aznar privatizó ENDESA, desde ese momento hasta ahora la electricidad ha subido un 80%. Ahora el expresidente  cobra un sueldo de 200000 euros al año como asesor de  esa empresa 
privatizada.
Del mismo modo, Felipe Gonzalez  vendió ENAGAS A GAS NATURAL en los años 9, pasando años después a  ser asesor de esta última cobrando 126500 euros anuales.
Tanto monta Monta Tanto.




                                                        
Con este dato pretendo  poner de manifiesto como la privatización no es sinónimo de una gestión que sea por fuerza, como muchos defienden, sinónimo de resultados económicamente rentables. Del mismo modo se da a la probabilidad de  corruptelas derivadas de que los particulares que se hacen con la propiedad de la empresa privatizada devuelvan  "favores" a aquellos que privatizaron. 

En la coyuntura económica por la que atravesamos y  ante las inasumibles cifras de españoles desempleados que nuestro país  padece (en buena parte debidas a la gestión ruinosa que el Partido Socialista  ha hecho de la grave crisis económica internacional) son muchas las voces  de políticos del PP y periodistas  liberal-conservadores  las que acuden de modo recurrente al periodo  Aznar  como ejemplo que contraponer al de Zapatero.
Y por supuesto que las medidas, sería mejor decir las no-medidas, que desarrolló el Presidente socialista han sido una formula que han hundido a la economía nacional y a los españoles en un desempleo y una pobreza que hacía más de ocho décadas que no  se veían en España. La tozuda negación inicial de la crisis, las posteriores medidas inútiles como el plan ñ, el despilfarro, la corrupción y  finalmente el engaño de recurrir  a señalar que ya se veían “brotes verdes” en la economía  son en alta medida de que nos encontremos en el profundo hoyo en el que actualmente nos encontramos.


                                                    

Ahora bien, reconocer esta realidad no nos debe servir como escusa para señalar con reverencia al gobierno Aznar.

Antes que nada es preciso aclarar que la receta liberal de la privatización, considerada como dogma aplicable a todas las situaciones, es algo seriamente equívoco y pernicioso cuando se aplica a  empresas estatales y más aún cuando estas  se ocupan de sectores estratégicos para la economía nacional. Y es que  las empresas estratégicas en manos de  grupos de capital privado o de multinacionales, menoscaban, cuando no erradican , la soberanía económica del Estado, haciéndole esclavo de los intereses  que convienen a unos sujetos pero que pueden no convenir al bien común de los nacionales.

Una vez aclarado esto  seguiremos con el tema que estábamos tratando, las medidas gracias a las cuales el Gobierno Aznar consiguió el éxito económico y de empleo que logró durante las dos legislaturas  en las que gobernó.


http://enpuntomuerto.blogcindario.com/2005/07/00073-aznar-privatizo-48-empresas-publicas-por-debajo-de-su-costo-real.html

El Estado durante esos ocho años dispuso de una elevada liquidez dado que  obtuvo una gran cantidad de dinero  de la privatización de empresas estatales, estratégicas para más inri.
Entre esas empresas cabe destacar: Iberia, Red Eléctrica Española (REE)y la siderúrgica estatal ENSIDESA, etc.


                                                      


                                                       

Pero el furor privatizador que se desarrolló  en el periodo Aznar, entre 1996 y el 2002, fue iniciado en los años 80 por los gobiernos de Felipe González, gobiernos que fueron pioneros en el desmantelamiento del tejido industrial público.
Los gobiernos socialistas de González no solamente habían sido  los primeros en este desmantelamiento sino que de hecho prepararon, al hacerlas más atractivas para los posibles compradores, algunas empresas para una venta posterior.
El PSOE señaló  que era necesario que el Estado conservase una parte de las acciones de las empresas que se  privatizaban, aunque el PP, siguiendo la ortodoxia neoliberal, en la mayoría de los casos optó por una privatización absoluta, tal y como dictaminó el entonces ministro de economía Rodrigo Rato, el cual en la actualidad es director del  Fondo Monetario Internacional (F.M.I.).


                                                        

Todo esto quedó  bien a las claras en un informe emitido el año 2005 por el Tribunal de Cuentas, informe en el cual considera que durante los gobiernos de José María Aznar se vendieron en nuestro país 48 empresas públicas por debajo de su valor real, entre las que fueron “malvendidas” habla de IBERIA, REE y ENSIDESA.  Se habla de que  el Estado vendió  parte o la totalidad de sus empresas a un precio “sensiblemente inferior al que estaba establecido en valoraciones independientes.

Con este escrito lo único que pretendo es combatir argumentadamente el demagógico y falaz argumento de que los gobiernos del expresidente   Aznar fueron algo así  como un milagro de buena gestión y bienestar para España.
Ciertamente sus años de gestión sacaron a nuestro país del pozo de crisis en el que los gobiernos de Felipe González la habían hundido, cierto también que  los datos económicos y los relacionados con la población empleada fueron  infinitamente mejores que los que en la  actualidad padecemos.

Pero como todo en la vida, a la hora de juzgar es preciso tomar en consideración todos los aspectos y no quedarse exclusivamente en la superficie.
Aznar ciertamente dio a nuestra nación unos años de bienestar económico y de  empleo aceptable, pero uno de los fundamentales medios de los que se sirvió para ello, las privatizaciones,  limitó de forma grave la soberanía  del Estado y  condicionó de modo grave la posterior  evolución económica de España al no tener elementos públicos a los que  poder recurrir en momentos  especialmente graves.
En otras palabras, las privatizaciones no son solución de nada simplemente causan problemas y favorecen el amiguismo.


http://www.aguimes.es/documentos/privatizaciones.pdf

Ojalá que la ola de privatizaciones que parece que se nos viene encima no  acontezca.

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