Durante una intervención en la cual la ministra italiana de Trabajo Elsa Fornera señalaba las medidas de austeridad que el gobierno italiano habría de tomar , no pudo reprimir las lágrimas al referirse a los sufrimientos que el pueblo italiano tendría que padecer como consecuencia de esas medidas que la Unión Europea ha impuesto al gobierno Italiano en nombre de los mercados.
Estas lágrimas deberían ser un aviso para nosotros los españoles, ya que debemos estar preparados para toda una serie de medidas económicas, laborales y fiscales que en no muchos días van a ser aplicadas por el gobierno entrante dado que los voraces y oportunistas mercados internacionales así las han impuesto a los países de la eurozona.
Y que nadie se lleve a engaño, estas medidas no se deben a que gobierne el PP, puesto que si el PSOE fuese el que gobernase habría de poner en marcha ese mismo tipo de medidas ya que a las autoridades sólo le toca obedecer, como protectorado económico que somos de los verdaderos dueños de la Unión Europea (Francia y Alemania por si alguien no lo sabía).
Y más esclavizados estamos aún si nos obcecamos en seguir perteneciendo a la denominada zona euro, con lo que de pérdida de autonomía económica y de dependencia de otros y de sus intereses lleva esto aparejado.
Los españoles estamos siendo bombardeados de un modo inmisericorde por dos tipos de mensajes complementarios que buscan, y de hecho están consiguiendo, frenar cualquier tipo de protesta.
De un lado se presentan las medidas que van a aplicarse como algo absolutamente irremediable y que por tanto ha de ser aceptado sin rechistar. Y de otro se moviliza el sentimiento de culpa de la sociedad, se nos dice que la causa de que se tengan que aplicar esas medidas la tenemos los mismos españoles al haber estado viviendo por encima de nuestras posibilidades y ser poco menos que una pandilla de vagos. En el fondo hemos de cargar con lo que nos merecemos, vendrían a decir.
Todos estos planteamientos culpabilizantes promueven una aceptación sin protesta de las medidas que se impongan mientras que hacen que la población no vea que existen una serie de cuestiones que también influyen y que se pueden atajar o al menos enfrentar.
-Por un lado estaría esa tiranía que sobre el resto de Europa ejerce Alemania a través de su canciller Angela Merkel, la cual en connivencia con el primer ministro francés Nicolas Sarkozy impone al resto de países europeos la aplicación de una batería de medidas económicas que son válidas para las economías alemana y francesa y no tanto para la del resto de países, pues las problemáticas y por tanto las soluciones son distintas.
-Por otro el control que sobre las economías nacionales tienen los mercados internacionales, las agencias de calificación de riesgo y las entidades financieras.
-Y por último el papel que desarrollan Francia y Alemania al dirigir desde unos posicionamientos económicos que favorecen exclusivamente sus intereses y que al dirigir de hecho el Banco Central Europeo llevan a una cada vez mayor crisis del resto de los países de la Unión Europea.
El ex-canciller alemán Helmut Schmidt en una intervención ante el reciente congreso de su partido, el SPD, tildó la postura que desarrolla la actual cancillerAlemana como de "matonismo" acusando al actual gobierno alemán de haber roto el equilibrio hasta ahora existente entre el centro y la periferia de la Unión Europea.
Si los países periféricos nos conformamos con ser meras comparsas, a no tomar posiciones fuertemente instaladas en nuestras soberanías y continuamos cediendo ante la banca o nos empecinamos en considerar la permanencia en la eurozona como si en ello nos fuese la vida, jamás dejaremos de ser los esclavos del eje franco-alemán y de la especulación y manipulación de la banca ni de la crisis que ello lleva aparejado.
El euro no es en el fondo si no un mecanismo del que se sirve "el nucleo duro" de la Unión Europea para esclavizar al resto.
Lo mejor, pienso, sería que España abandonase esa moneda y regresase a una moneda nacional.
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