LA OSCURIDAD DEL CONOCIMIENTO.
Otra idea, quizá la principal, que define al periodo medieval dentro de la mentalidad de nuestros contemporáneos es esa que considera a la Edad Media como un espacio de tiempo durante el cual reinó la incultura habiendo caído la humanidad occidental en la mayor de las oscuridades al no haber ningún conocimiento digno de recibir tal denominación que la iluminase siquiera fuese mínimamente. Según esta forma de ver las cosas el medievo habría sido un tiempo muerto entre dos momentos en los que brilló el arte y el conocimiento. Pero tal y como podremos comprobar a lo largo de este quinto capítulo nada de todo ello es cierto.
Por supuesto que cuando hablamos de cultura en la Edad Media no estamos refiriéndonos a una cultura generalizada tal y como la podemos considerar en los países desarrollados del Occidente actual.
Comenzaremos por un razonamiento, por un análisis lógico que pondrá de manifiesto que la época medieval no pudo ser ese vacio cultural que se nos pretende hacer creer. Y a esta conclusión llegaremos por muy mediatizado que se encuentre nuestro razonamiento por los prejuicios antimedievales que nos rodean e invaden.
Las claves sobre las cuales se desarrolla el razonamiento son tan básicas como clarificador es el resultado de este.
Es claro que si el los hombres del siglo XV pudieron servirse de los conocimientos clásicos greco-latinos para levantar esa nueva época de la humanidad que hemos dado en denominar renacimiento fue gracias a que esos conocimientos sobrevivieron hasta ellos. Tras la caída del Imperio romano y durante la barbarie que en un principio la continuó debieron de existir personas encargadas de mantenerlas a salvo a la par de traducirlas y copiarlas. Como mínimo la Edad Media jugó ese papel fundamental para la cultura. Pero como podremos comprobar a continuación la Edad Media no fue tan solo un continente en el cual descansó el antiguo conocimiento clásico sino que ese periodo se sirvió de él para levantar una nueva forma de cultura teniendo como base la nueva cosmovisión que había aportado el cristianismo. En el siglo XVI por el contrario, en lugar de crearse lo que se impuso fue la imitación de lo clásico.
No puede decirse que durante un lapso de tiempo que ocupó nada más y nada menos que un milenio haya estado ausente la cultura cuando en ese periodo de tiempo nos encontramos con realidades como las que a continuación pasamos a referir:
-Se desarrollaron dos estilos como el románico y el gótico, estilos que abarcaron tanto a la arquitectura, la escultura y la pintura. Estilos estos que tendrán una producción amplísima, sobre todo en la arquitectura. El románico fue fruto de las ideas religiosas de la época, distinguiéndose de las construcciones anteriores y presentando elementos nuevos como fueron los ábsides y los grandes sillares. La pintura románica resulta diferente a las anteriores y posteriores pinturas y para ello no es preciso más que darse cuenta de lo sencillo que es reconocerla y diferenciarla. Con la llegada del gótico aparece su máxima representación que es la catedral, que es la más espectacular creación del arte occidental.
-Haciendo referencia a la pintura hemos de señalar que hubo un desarrollo desde las antes señaladas pinturas románicas del siglo X hasta un Giotto ya en el siglo XII.
-Y que decir de escultores como Berruguete.
-De esta época medieval data la elaboración del lenguaje utilizará toda la música occidental hasta nuestros días.
-La literatura que se desarrolló durante la época medieval en España la referiremos en primer lugar al nacimiento de las lenguas romance en el siglo X, aunque hasta el siglo XII no tendrán una producción verdaderamente literaria. En primer lugar encontraremos la lírica escrita en mozárabe, las Jarchas. Más tarde aparecerán las cantigas, primero las gallegas y posteriormente las castellanas. Se desarrolló después la lírica tradicional, por un lado estaría el mester de juglaría con sus cantares de gesta y por otro el mester de clerecía que comprendería principalmente poemas de tipo religioso. En el primer grupo entraría el cantar del mio cid y en el segundo los milagros de Nuestra Señora, ambos situados en el siglo X. En ese mismo siglo nos encontramos con la figura de Alfonso X “el sabio” con su gran producción literaria. En el siglo XIV los aparecen el libro del buen amor o los cuentos del conde Lucanor, dando los cantares de gesta paso al romancero tradicional.
En la literatura universal medieval encontramos des una eclosión de inspiración que va desde autores como Virgilio el Gramático o Isidoro de Sevilla en el siglo VI pasando por Aldelmo en el VII o Beda el Venerable en el VIII. Escritores como Chretien de Troyes o la epopeya en la lengua francesa que nace en el siglo XI con Roland y Olivier.
Tampoco faltaron en este “periodo oscuro” pensadores del calibre de un San Agustín del IV un Boeccio en el siglo V, un Tomás de Aquino en el siglo XI, o un Guillermo de Ockham del XII. Todo ello sin perder de vista a los ya citados Alfonso X “el Sabio” o Isidoro de Sevilla.
Con este retablo de personajes, que para nada ha pretendido ser una enumeración exhaustiva sino una mera muestra, no creo que nadie pueda mantener que la Edad Media fue un periodo de sequía cultural. Lo que si fue es la base a partir de la cual se levantó el posterior movimiento denominado renacimiento, aunque sobre el renacimiento habría que decir, a sabiendas que repetimos el comentario, que tomó la herencia clásica considerándola de un modo absoluto que había que calcar y fuera de la cual nada era aceptado. S e tomó la métrica en poesía, las proporciones en pintura, los géneros en literatura y las construcciones en arquitectura no como realidades que servían para extraer enseñanzas sino como límites que no podían ser traspasados.
Existe un punto que no puede pasarse por alto y que aunque sea de pasado vamos a recordar, me refiero a la creación de las Universidades que no fueron sino el desarrollo de las escuelas catedralicias.
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