Resulta de una simpleza rayana en la ceguera que la casta política que rige los destinos de nuestra Patria, al igual que los políticos de uno y otro signo no se den cuenta, o no quieran hacerlo, que la problemática por la que atraviesa en el momento actual España no deriva del hecho de que el Tribunal Constitucional fallase de esta o aquella otra forma con respecto a la participación de Bildu en las elecciones autonómicas o de que ese grupo haya obtenido un apoyo electoral tan desmesurado.
El problema deriva de que tras haberse aprobado la Constitución de 1978 y el sistema autonómico que esta incluía, se fueron transfiriendo a las denominadas Comunidades Autónomas toda una serie funciones que anteriormente estaban dirigidas de un modo unitario y común por el Estado.
Nos vamos a centrar en un punto concreto, este es el de la transferencia que la Comunidad Autónoma Vasca, recibió en lo que se refiere a la materia de educación. Durante más de 30 años la educación ha estado en manos del PNV. Como no se podía esperar otra cosa de un gobierno nacionalista, varias generaciones de vascos han sido adoctrinados en el odio a España, en el odio a una potencia supuesta extranjera que la invadió y la mantiene ocupada militarmente. En esos planes educativos que se han desarrollado en las Vascongadas una historia falsificada e irreal ha ido modelando la mente de generaciones para que finalmente se destilase odio a España.
¿Como nadie con dos dedos de frente, o no sometido a lo políticamente correcto, no se ha dado cuenta de lo que ha acontecido y acontece en Vascongadas?
El problema no está en el Constitucional ni en Bildu, el problema para la Unidad de España ha estado, y continúa estando en que El gobierno nacionalista Vasco ha tenido en sus manos la capacidad de inyectar odio a España y engañar a sus niños y jóvenes para que ese odio terminase encontrando en Bildu ahora como hizo en Batasuna antes una forma de expresar ese odio y esa búsqueda de liberación de un pueblo oprimido, eso se le ha hecho creer durante más de treinta años.
Pero el sistema autonómico parece ser un dogma intocable. Es más, difícilmente el gobierno central podría recuperar ninguna materia, y mucho menos la de educación. La Unidad Nacional sufre un gravísimo peligro que nadie parece querer ver para de este modo no verse en la obligación de adoptar las medidas oportunas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario