miércoles, 24 de agosto de 2011

La alhambra, peticiones vergonzosas.

Dice el refrán: "contra el vicio de pedir está la virtud de no dar", y eso es lo que no ocurre  en la relación entre Marruecos y España, ya que  los gobiernos españoles han acostumbrado al reino alauí  a ver en nuestro país    un ente al que se le pueden exigir cosas a sabiendas de que  finalmente este terminará por  entregarle todo aquello que demanden. Esto no es una afirmación gratuita, no hay más que  considerar el tema de la anexión de la antigua provincia del Sahara cobardemente entregada para evitar un supuesto enfrentamiento bélico, y la posterior postura de los sucesivos gobiernos   no tomando en consideración los derechos del pueblo saharaui  y la puesta en marcha de un referendum o el apoyo al Plan Baker.
No podemos  pasar por alto   el haber abierto las puertas, retirando cualquier  cortapisa, a los productos agrícolas provenientes de Marruecos a costa de los perjuicios económicos que causan  a nuestros agricultores.
No olvidemos tampoco la repetitiva reivindicación de la soberanía sobre  las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, que aunque gracias a Dios  aún no han sido  entregada, su pertenencia a España no ha sido defendida de forma inequívoca por la Corona  y los sucesivos gobiernos con declaraciones que pongan en su sitio la realidad  de una soberanía que no puede ser puesta en duda.
Tampoco se puede pasar por alto  el tema de una inmigración masiva que procede de Marruecos y que el  dictatorial Estado de Marruecos podría  frenar si fuese su intención, por contra aquí se han realizado sucesivas  regularizaciones masivas y se ha llevado a cabo una política de reunificación familiar de los inmigrantes.


Ahora llega la desfachatez de solicitar que el 50% de los ingresos que se obtengan por las visitas turísticas a la Alhambra  sean entregados a Marruecos, esperemos que tal  petición no sea siquiera tomada en consideración.
Parece que en España se ha perdido noción de cual es la realidad histórica. Ha olvidado que  el año 711  la península, que no olvidemos constituía una realidad política independiente constituyendo el reino visigodo , fue  invadida y ocupado su territorio por tropas procedentes del Norte de África. Esta ocupación se extendió por  ocho siglos, durante los cuales se luchó  para lograr liberar el territorio de los invasores.
Durante la ocupación  no hubo una convivencia pacífica entre  ocupantes y ocupados, si no que se sojuzgó a la población  autóctona cristiana. 
La Alhambra fue construida  por los ocupantes antes de ser expulsados, luego no es si no una muestra más de la ocupación.
Con la liberación del territorio patrio pasó a ser propiedad de los legítimos  dueños del territorio que fue  liberado  de la ocupación. Tal  pertenencia a los liberadores y legítimos dueños del territorio es  absoluta, sin que deba dar a  ningún otro país parte alguna del beneficio que se obtenga del uso que hagan sus legítimos dueños.
Si de algún modo se cede a la petición marroquí, no se haría otra cosa que  ir contra la historia y  atacar la soberanía nacional.

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