En estos
tiempos que corren la estupidez de lo políticamente correcto se ha convertido
en una pandemia, pandemia que se extiende por Occidente en general pero que en
España parece haberse implantado con mayor virulencia.
En esta
última semana en mi tierra extremeña ha surgido un grave brote de esta pandemia,
la cual ha tomado la forma de un
síndrome en el que se conjugan todos los aspectos de esa estupidez que
inicialmente hemos señalado.
Me estoy
refiriendo a la creación por la Junta de Extremadura de lo que se ha dado en
llamar una Red de Espacios Seguros.
Concretamente
la han puesto en marcha la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para
el Desarrollo (AEXCID) y el Comité Extremeño contra el Racismo, la Xenofobia y
la Intolerancia del Instituto de la Juventud de Extremadura (IJEX). Su
objetivo, según indican las mismas publicaciones oficiales de la Junta de Extremadura,
es fomentar la solidaridad y la tolerancia.
El objetivo
oficial, que no el real, de esta campaña sería en palabras del del director de
la AEXCID Angel Calle: “garantizar que la gente se sienta tranquila, segura,
cómoda y libre de exclusiones en todos los espacios públicos”.
La acción
estaría, supuestamente, dirigida a la Administración para que vele para que el
espacio sea realmente seguro (¿) y para que garantice los derechos de los
ciudadanos; y por otro, a la ciudadanía extremeña para que se sienta segura y
sea consciente de que la Administración vela y garantiza sus derechos.
Ahí está el punto clave, en saber qué es lo
que estos manipuladores sujetos consideran derechos y cuál es la razón por la que
ciertas personas y/o comportamientos son merecedores de la protección de la Administración
y no la merecen otros comportamientos y personas).
Dentro de su
discurso políticamente correcto sometido al pensamiento único, Angel Calle
señala: “la cooperación extremeña se caracteriza por su feminismo, su
multiculturalidad y su empeño por cumplir con la legalidad de no exclusión por
motivo de etnia, religión o identidad sexual”.
Ahora bien,
lo que no nos ha dicho dado que en su calidad de “tonto útil” lo desconoce, es
que toda esta campaña no deja de ser una
pieza más del gigantesco entramado socio-político que busca acabar con la sociedad occidental
tradicional, con las identidades nacionales y someter a los blancos a un
complejo de culpa tal que les lleve a aceptar la sustitución demográfica
que poco a poco se viene produciendo por
esta inmigración ilegal masiva y descontrolada que padecemos en toda Europa.
Y dado que
son varios los fines que esta ingeniería sociopolítica persigue también son
varios los puntos que se marcan en esta denominada red de Espacios Seguros para
lograr los objetivos señalados:
-Hablan de
ser bienvenidas todas las razas y etnias. Buscando favorecer el
multiculturalismo y la presencia de sujetos de otras razas y haciendo que la
presencia, cada vez mayor, de gentes alógenas sea vista con absoluta normalidad
y no haya reacción alguna a la
sustitución racial que padecemos.
- Señalan
que todas las religiones serán bienvenidas, con lo que se busca la pérdida de
la identidad cristiana de Europa al igualar el cristianismo con las otras,
aunque sean no sólo distintas sino opuestas a la que ha marcado y marca la identidad
europea. Buscando acabar poco a poco con
la identidad europea.
-Refieren
también que esta red de Espacios Seguros protege, y por tanto favorece, la
presencia entre nosotros de miembros de todos aquellos individuos procedentes
de otras naciones, sin mencionar si estos están o no de manera legal en nuestra
patria. Con lo cual están dando apoyo a esa verdadera invasión norteafricana y
subsahariana que sufrimos.
- Y por último se refiere a la bienvenida a todas las
orientaciones sexuales, con lo que trata de que se visualice como normal y
natural lo que de hecho no lo es.
Los globalistas no paran de golpearnos y mientras nosotros pasivos al matadero.
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