La campaña BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) busca dañar la economía y el prestigio exterior de Israel, un
Estado que sirviéndose del terror, de los asesinatos y de la
conculcación de los más básicos derechos y de la dignidad del pueblo palestino
ha implantado sobre territorios robados y ocupados militarmente una entidad sionista que
de manera continua y habitual asesina y encarcela a la población palestina, incluidos menores que en un número superior a los 400 padecen en las prisiones israelíes.
Todo esto acontece bajo la inacción de la denominada comunidad internacional, una
pasividad que trata de disimularse con alguna resolución que formule la O.N.U.
sabiéndose de antemano que de nada servirá puesto son decenas las que han sido emitidas y
a las que ni una sola ha hecho caso el Estado judío.
Es por todo
ello que la sociedad civil mundial ha de tomar medidas coordinadas para de la
única manera posible (boicots a sus productos para dañar su economía, presión
sobre artistas y deportistas para frenar la realización de actos culturales,
deportivos o artísticos que de una u otra forma puedan servir para lavar de
sangre palestina la cara del terrorista
Estado judío y difundir cual es la realidad de la política criminal que el Estado de Israel lleva a cabo
sometiendo al terror y a condiciones inhumanas al pueblo palestino ).
Y lo ha de
hacer la población mundial dado que sus autoridades políticas y las
organizaciones internacionales se niegan a tomar medida alguna, ya se sabe que resulta tabú simplemente nombrar a los judíos o sionistas y mucho menos se hace para criticarlos o sancionarlos.
Cuando
hacemos referencia al tema del Estado de Israel y a su criminal relación con
Palestina y los palestinos la justicia ni de lejos existe, lo que brilla es la
iniquidad.
Y es que en la década de los ochenta y
principio de los noventa se desató contra la Sudáfrica del Apartheid , régimen
racista que fue infinitamente menos
gravoso en términos humanitarios e incomparablemente menos cruel si es comparado el número de palestinos
asesinados o heridos a manos de las fuerzas policiales y militares de Israel con el número de los negros
sudafricanos que resultaron asesinados o heridos por las fuerzas sudafricanas. En el caso de Sudáfrica se desató una
campaña internacional dirigida por la O.N.U. y sus organizaciones satélites, por las
instituciones internacionales y por la totalidad de las naciones occidentales
que sometieron a Sudáfrica a un aislamiento prácticamente total, un aislamiento
que fue desde la aplicación de toda una serie de sanciones económicas a un
embargo de armas pasando por la
prohibición de que se desarrollasen en
suelo sudafricano competiciones
deportivas internacionales, que las selecciones nacionales sudafricana o deportistas
de ese país pudiesen participar en competiciones que se celebrasen fuera de su
territorio.
La
injusticia resulta palmaria desde el momento en que ninguna de todas esas
medidas han sido adoptadas contra el régimen de Apartheid existente en la
actualidad en Israel, un Estado que se reconoce como exclusivamente judío al
hablar de ser el Estado de todos los judíos negando así un estatus similar a
los árabes que habitan Israel, es decir un Estado que no considera que tengan derechos
los palestinos originarios que fueron expulsados de Palestina o que han sido concentrados
en la franja de Gaza y Cisjordania a la par que reconoce derechos a los
usurpadores jázaros que llegan de todas partes del mundo.
Por si todo esto no fuese bastante el Estado
sionista no cesa de asesinar a la población civil palestina, ya sean hombres,
mujeres o niños, de encarcelar a menores, ya hay más de 400 de estos en las
prisiones israelíes. Todo esto por no citar la situación de peligro sanitario y
de hambruna, reconocido por la O.M.S.
provocada por el bloqueo total de la franja de Gaza que desarrolla el
Estado terrorista de Israel, el cual impide la llegada de ayuda humanitaria y
que llega a atacar militarmente a los barcos civiles que tratan de llegar a las
costas de Gaza para llevar fármacos, material para los hospitales y alimento.
Es por todo
esto que los que pretendemos que la justicia brille y rija las relaciones
internacionales hemos de hacer lo posible dentro de nuestras posibilidades para
impedir que el poder sionista imponga la barbarie a todas las instituciones
internacionales y gobiernos supuestamente soberanos.
Es precisamente
ahí donde aparece la campaña BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones), una campaña
que trata de realizar toda una serie de acciones, dentro de la legalidad,
mostrando el desacuerdo con la política agresiva y desalmada que lleva a cabo
el Estado de Israel desde el momento mismo de su fundación al expulsar de sus
tierras a sus verdaderos pobladores y que mantiene con la ocupación de tierras
y la sangrienta represión de los palestinos.
Siendo uno
de los puntos fundamentales el ataque a la economía israelí no es esta la principal
ni la única de las actividades que este movimiento lleva adelante, entre ellas
se incluye todo tipo de boicots a eventos culturales, musicales,
deportivos o de cualquier otro tipo que puedan resultar de utilidad al Estado
sionista para esconder la realidad criminal del Régimen judío desde su constitución
en 1947-8.
Con este boicot se pretende evitar que el Israel
pueda servirse de ciertos eventos para engañar al mundo presentando una careta
amable que oculte la sangre de las víctimas inocentes que mancha sus manos y
salpica su cara.
Baste con
decir que el 14 de mayo, días después de que Israel venciese en el festival de
Eurovisión del pasado año, el ejército israelí asesinó a 62 manifestantes palestinos desarmados
de los cuales seis eran menores.
Es en este
punto en el que hemos de situar nuestra oposición a que el festival de
Eurovisión del año 2019 se celebre en Israel, son ya muchos los artistas y deportistas internacionales los que han mostrado públicamente su oposición a esta celebración
o que se han negado a jugar o actuar en Israel. la participación en ella.
Hay dos
aspectos de la cuestión que para ningún patriota español deberían pasar
desapercibidas y las dos parten del hecho de que se trata de una causa justa que
como tal tenemos la obligación moral de apoyar. Y en segundo lugar no podemos permitir que nuestra pasividad hacia su causa haga que los palestinos caigan en manos de la extrema izquierda.
En este sentido considero que ha sido un paso muy positivo la concesión del premio extraordinario
de premios disidencia a la joven activista palestina Haed Tamimi por parte de los
lectores de la Tribuna de España.
Tampoco
podemos pasar por alto que el tema palestino es en el que con mayor claridad se
visualiza la verdadera cara del sionismo, de su influencia y del poder de sus lobbies
en las instituciones nacionales e internacionales. No podemos decir que nos
oponemos al sionismo cuando no nos mostramos claramente definimos respecto a este
tema en contra de la actuación sionista en contra de Palestina.
Resumiendo, mientras
que el pueblo palestino continúe siendo víctima de continuos asesinatos, siga
estando privado de sus más elementales derechos y prosiga la ocupación de sus
tierras por el Estado sionista Israel no puede ser sede del Festival de la
canción de Eurovisión del 2019.
Caso de
llevarse a cabo el festival de Eurovisión en Israel se producirá un acto de
injusticia, una nueva muestra de sometimiento de la Unión Europea al sionismo y
se estará agudizando la animadversión de los países musulmanes hacia Europa.
Enfrentamiento este último que es impulsado por el poder sionista pues siempre
se sirve del divide y vencerás.
No a la celebración en Israel del
festival de Eurovisión de este 2019.
Mira esto
ResponderEliminarhttps://www.voltairenet.org/article204778.html
Perdona Sergio pero no puedo entrar en ese artículo, el enlace no me conduce a ningún lugar.
ResponderEliminarEstá en Voltairenet.Org
EliminarTe explica quienes son los financiadores iranies de Vox y sus vinculos con Israel
Gracias.
ResponderEliminarAcabo de terminar de leer el artículo, me parece fundamental para entender el funcionamiento del sionismo dentro de los grupos denominados de "extrema derecha" que se hacen pasar por patriotas o identitarios. Lo que más me ha gustado es la referencia que hace el articulista a como Israel busca que el antisionismo se transmute en odio antimusulmán. Yo, y perdón por la autocita, siempre he considerado que los musulmanes son un problema, pero los sionistas son EL problema. Estos talmúdicos siempre han jugado al divide et impera, buscan enfrentar para así vencer.
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