Pensé que
con las películas lacrimógenas sobre los supuestos campos de exterminio, con
las novelas autobiográficas de niñas que escapaban en una buharilla de los criminales SS, con los reportajes que
contaban terribles historias de inocentes judíos torturados por terribles
nacionalsocialistas, y con las series en las que siempre aparece un viejecillo
judío de barba blanca, lentes circulares y aspecto bonachón había asistido a
todo lo que la sentimentaloide propaganda promovida por los explotadores del gran
negocio del holocuento habían sido capaces de desplegar y que había acabado todo su arsenal lacrimógeno.
Pero estaba equivocado, pues tras haber conseguido convencer a la práctica totalidad de la
población mundial de lo inaudito y específico del padecimiento del pueblo judío
(la realidad fue que hubo 250.000
víctimas judías, datos de los informes de la cruz roja, en los campos en un conflicto, la Segunda Guerra Mundial, en el
que fallecieron más de 40.000.000 de personas), ciertamente el denominado genocidio no fue otra cosa que
una nota la margen de lo acontecido en la guerra civil europea. el denominado holocausto
judío.
Pero no, la
imaginación de esos sionistas sigue funcionando pues precisan mantener vivo en
los no judíos un suicida complejo de culpa para de ese modo continuar ocupando
Palestina con el apoyo internacional y hacerse perdonar todos los crímenes que lleven
a cabo. Pretenden mantener a toda costa ese estatus de víctima eterna que lleva
a que la humanidad los vea como santos mártires ante los que sólo cabe
inclinarse, llorar y obedecerles.
Me equivocaba al creer que no había nuevos
métodos a los que recurrir, y lo hacía pues como se podrá comprobar la campaña
continúa y los métodos para perpetuar el mito del holocuento toman nuevas
formas.
Un nuevo
modo, presentado bajo una forma ciertamente ridícula la paso a exponer ahora. Antes
que nada he de señalar que la información respecto a ella la he obtenido en el
diario digital Thimes of Israel del 14 de octubre del presente 2018.
Pues bien, se
trata nada más y nada menos que el concurso anual de belleza “Miss Holocaust
Survivor” celebrado en Haifa, el cual está dedicado: “a los supervivientes del
genocidio nazi”.
La vencedora
en esta ocasión ha sido la anciana de 93 años Tova Ringer, la cual habría
perdido a toda su familia en el campo de Auschwitz.
Tova Ringer
es una bisabuela nacida en Polonia y que en la actualidad vive en Haifa.
El diario
digital israelí señala que la anciana habría perdido a sus padres, cuatro
hermanas y a su abuela durante el denominado por el Thimes of Israel “genocidio
nazi”.
Según declaró
la afortunada a la agencia Reuters: “Estoy muy feliz” “no creería (¿) que a mi
edad sería una belleza”.
Aparte de lo
patéticamente repetitivo y emotivisimo de los sufrimientos y pérdidas
familiares acontecidas en Auschwitz que padeció la nueva miss hay que tomar en
consideración varias cuestiones:
1.- Haifa,
ciudad en la que vive la nueva miss y se celebra el concurso de belleza es
parte de los territorios ocupados por Israel a los palestinos.
2.- El
origen polaco de la citada miss pone de relieve que proviene de una familia
jázara que tras haberse instalado en Polonia, abandonó su patria, supuesta
patria puesto que para los judíos-sionistas ellos son un pueblo aparte y no
forman parte ni se someten a nación alguna.
3.- Es por
todo lo citado anteriormente que Tova emigró para instalarse en un territorio
desconocido y que habían robado a sus pobladores legítimos. La razón para
instalarse en los territorios ocupados es que tal y como había indicado Theodor
Hertz Palestina se había convertido en el territorio donde el pueblo judío
había instalado su nación sobre el sufrimiento, la muerte y la opresión de los
palestinos.
Theodor Hertz.
En otras
palabras que si sabemos ver la realidad de las cosas esta noticia que trata de
jugar con los sentimientos no esconde otra cosa que mentiras y complicidades.
Hacen lo que dicen que les hicieron.
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