Los
vergonzosos actos que protagonizaron en la Plaza Mayor de la capital de España unos
holandeses, seguidores del equipo de futbol PSV, no pueden bajo ningún concepto ser conducta vista sin asco por ningún español que
se pretenda digno de tal nombre.
Si algo nos
ha caracterizado a los españoles a lo largo de nuestra bimilenaria historia no
sólo ha sido la fiereza y el valor en el combate sino que además el caballero español ha sido magnánimo ante el derrotado y ha defendido la
dignidad de aquel que por unas u otras circunstancias se encuentra en la
pobreza, moral o económica.
Muy
especialmente ha defendido la dignidad de la mujer y de los niños, estos siempre
han sido objeto especial de su preocupación, respeto y defensa.
Si por
alguna circunstancia nos encontramos ante situaciones críticas, y por desgracia
no creo que estén muy lejanas en el tiempo, jamás hemos de olvidar todo lo que
nuestros antepasados nos han enseñado con el ejemplo de sus vidas.
Nunca hemos
de ser despiadados o crueles con los derrotados o desdeñosos con aquellos a los
que hemos vencido por mucho que nos haya costado la victoria, ni podremos
ser serviles frente a los que nos
hubiesen vencido.
Pero sea
cual fuese la situación, nuestra hidalguía y caballerosidad nos exige ser
fuertes frente al fuerte y generoso frente al débil.
Es por ello
que me resultaba imposible creer que alguno de nosotros pudiera haber
participado nunca en la afrenta que con dolor vi por televisión.
Y digo todo
esto porque nos esperan tiempos en los
que la situación de lucha nos exigirá valentía y coraje, pero después de
vencer, porque venceremos, hemos de ser caballeros españoles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario