Esta mañana
Bruselas ha sufrido varios atentados que han causado treinta y cuatro víctimas
mortales y doscientos dos heridos, según las informaciones que las autoridades
belgas han dado a conocer estaríamos ante acciones de terroristas llevadas a
cabo por yihadistas.
En estos
momentos no hay nada que nos lleve a dudar de la veracidad de la autoría de tales atentados y de que la señalada sea la autoría de los
mismos. Nada si exceptuamos que tras todos y cada uno de los atentados
acontecidos en Europa y adjudicados a los yihadistas siempre se han escondido
acciones de falsa bandera.
En el caso actual nos encontramos con algo que los medios de comunicación pasan por alto de manera unánime
obedeciendo a los dictados del pensamiento políticamente correcto impuesto por la élite
sionista.
¿A qué nos
estamos refiriendo?:
Pues a que
la policía belga y sus servicios de información están plagados de personas de origen musulmán, con
el riesgo que esto puede causar a la
seguridad de los ciudadanos belgas, y franceses al haberse convertido Bélgica en
escondite para los yihadistas desde donde hacerse con el armamento,
confeccionar explosivos, partir para actuar en Francia y donde poder replegarse después.
En la
actualidad uno de cada cuatro belgas es musulman o de origen musulmán, y
siguiendo las políticas de “integración y asimilación” de la población foránea en
la sociedad belga una parte nada
despreciable de las fuerzas de seguridad son así mismo de origen musulmán.
Si a esto le sumamos que en Bruselas existen
grandes barrios, como Molenbeek en los que la población es en su práctica
totalidad musulmana, zonas en las que el islamismo más radical ha plantado las
posaderas y que son reconocidos nidos de yihadistas, el cóctel está listo. Pero
si a todo esto le añadimos que la policía belga no se atreve a aparecer por
allí salvo en casos concretos de respuesta terrorista se explica perfectamente
que terroristas perfectamente identificados hayan podido permanecer escondidos
en Bruselas durante más de dos meses. Sin que la policía ni los servicios de
información diesen con ellos.
Ante esta
realidad no es precisa mucha imaginación para pensar que al igual que ha
ocurrido en Madrid, en Londres y en París, Bruselas haya sido víctima de otra
acción de los que mueven los hilos de la política mundial.
La élite
sionista precisa de un acontecimiento que lleve a cerrar fronteras y sobre todo
a impedir que los “refugiados” puedan entrar en Europa, pero lo que buscan es
que el cerrar fronteras a la inmigración masiva, ilegal y descontrolada lleva a
que se reproduzcan de una manera mucho más fuerte y generalizada imágenes de niños, mujeres y ancianos llorando
hundidos en el barro mientras llueve. Lo que esta élite luciferina busca es que
finalmente los “refugiados” puedan entrar libremente en Europa provocando una
reacción buenista y humanitaria mal entendida de una población desarmada
moralmene.que presionará a sus gobernantes para que no se frene a los “refugiados”, de esta manera buscan romper la
identidad política, cultural, de fe y racial europea.
Quieren
implementar el Plan Kalergi y para ello necesitan de estas acciones criminales.
Además de
las respuestas legales, de inteligencia y/o militares es preciso informar plena y claramente de cual es la
realidad de la invasión que está padeciendo Europa, de las consecuencias que
conlleva para nuestra seguridad, para nuestra continuidad como pueblo y para que Europa continúe con el nivel de
vida y de dignidad del ser humano. Para
ello es fundamental que se hagan públicas y se difundan de modo general los
ataques antieuropeos y de racismo anti-blanco que se están desarrollando en las
zonas donde llegan esos denominados
refugiados. A veces una imagen vale más que mil palabras, no olvidemos que
vivimos en una sociedad televisiva.
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