El gravísimo
problema que para Alemania significa la cada vez más abultada llegada de refugiados-inmigrantes, ya son
cerca de un millón y medio, y los problemas de orden público que ha provocado
especialmente el contingente musulmán, ha hecho que la Unión Europea se halla
planteado la supresión del Tratado de
Schengen que permite la libre circulación entre los países de la Unión Europea.
La Unión Europea ha dado un toque de atención a Grecia dado que es por esa
nación por la que penetran en Europa la mayor parte de los
inmigrantes-refugiados que ahora están causando esta seria problemática.
Grecia
tendría que blindar su frontera norte y la correspondiente a sus costas.
En los seis
últimos meses Europa, en concreto la Unión Europea, ha tenido dos grandes
problemas que han tenido como
protagonistas a Grecia y a Alemania, por un lado el verano pasado nos
encontramos problema de la deuda,
problema que casi llevó a que Grecia fuese expulsada del euro por la
negativa de Alemania a que se le concediesen más préstamos y por otro se
encuentra el problema de la avalancha de inmigrantes-refugiados.
Ahora Alemania, que sufre las consecuencias de la llegada de más de un millón de “refugiados sirios”, precisa de Grecia para frenar esa llegada masiva.
Y en este
momento Alemania ha hecho una propuesta a Grecia caso de que ponga fin a que
los refugiados-inmigrantes atraviesen su territorio, evitando así que puedan
llegar a Alemania. A cambio de este cierre de fronteras Alemania llevaría a
cabo una condonación masiva de la deuda griega, y de forma inmediata
proporcionaría al Estado heleno una ayuda financiera para que hiciese frente a
la actual crisis por la que atraviesa.
Todo esto
pone de manifiesto hasta que punto es Alemania la que de hecho dirige la Unión
Europea y como los intereses de los ciudadanos
están al servicio de las finanzas, unas finanzas que pueden permitir que
la población griega cayese en la miseria, acabando de paso con la soberanía de
un país obligándolo a ponerse de
rodillas ante la troyka y aplicar una política de recortes que la población
griega democráticamente había rechazado en referendum.
Pero a las
autoridades griegas se les puso ante la tesitura de o plegarse a los mandatos de las élites
financieras perdiendo la soberanía o el caos y
la emergencia humanitaria.
La actual
propuesta hecha por Alemania a Grecia deja bien a las aclaras hasta que punto
no era imposible concederle una
condonación de la deuda o facilitarle una ayuda económica para poder enfrentar
el pago de la deuda.
Pero quién manda manda y el dinero, que es deuda,
es una herramienta de la élite que parece estar por encima del bienestar de las
personas y de la soberanía de los
Estados.
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