La verdadera
y más importante razón por la cual China y Rusia se están involucrando en el
conflicto sirio no se basa en la defensa de la soberanía siria y la continuidad de Bashar Al-Assad en
el poder en razón de cuestiones estratégicas, buscando frenar la influencia y
dominio de los Estado Unidos e Israel en
Oriente Medio y en el acceso a fuentes energéticas.
La razón de
esta intervención, la rusa más directa y
la china más testimonial, al menos por ahora, es de supervivencia tratando de
conjurar peligros que en un futuro podrían constituir serias amenazas para
ambos países.
Los
servicios de Inteligencia de ambas naciones han informado a sus respectivos gobiernos de que en Afganistán existen varios
campos de entrenamiento cuyos instructores son pakistaníes, árabes, británicos
y norteamericanos. El número de yihadistas que están siendo entrenados es
actualmente de unos 4.000, aunque el número aumenta a gran velocidad.
La amenaza
es grande para la Federación Rusa dado
que cerca de la frontera norte de
Afganistán, ya en territorio de la Federación se encuentra Uzbekistán, república esta que los yihadistas
podrían desestabilizar con relativa facilidad
dado que su población es mayoritariamente musulmana y una gran parte de esta pretende una independencia
total. Antes de enfrentar el problema en territorio propio Putin ha optado por
eliminar el peligro yihadista en su raíz. De ahí su implicación total y directa
en la lucha contra el ISIS, Daesh en árabe.
En el caso
de la República Popular China la cuestión es similar aunque la amenaza resulta
menos inmediata, es por ello que la
intervención es menos expeditiva y más testimonial (una fuerte presencia
militar naval y dotar de armamento a Irán de modo contenido.
En China se
encuentran con que hay una región de fuerte mayoría musulmana, Xinjiang que es
problemática y puede ser fácilmente desestabilizada con el ejemplo negativo que esto podría tener para el control de la
zona central del país.
En ambos
casos, el ruso y el chino, se podrían encontrar con que se abrirían peligrosas
puertas de entrada para el expansionísmo del terrorismo del Estado Islámico.
Luego es
mejor prevenir que tener que curar, es decir combatir el peligro
yihadista en su actual territorio que hacerlo en el propio más adelante.
Estas razones explican la determinación y fuerza
con la que se están empleando las fuerzas militares rusas y hasta que punto Putin no cejará en la lucha contra el ISIS y contra
aquellos que lo apoyan, aunque esto pueda poner en riesgo la paz de la región o
algo peor. Es cuestión de supervivencia.
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