viernes, 23 de enero de 2015

DETRÁS DEL "SUICIDIO".



                                                                           



Detrás del “suicidio” del fiscal Alberto Nisman se esconde una trama que va mucho más allá de intereses meramente argentinos, esa muerte  oculta una lucha internacional de  poderes entre potencias, y sobre todo esconde el uso que algunas naciones hacen de servicios que utilizan  métodos a todas luces inmorales, cuando no directamente criminales.

Para comprender en toda su amplitud el complot que la muerte del fiscal esconde hemos de retrotraernos  al verano de 1994, cuando el gobierno de la República Argentina renunció a seguir con el acuerdo con Irán para facilitarle tecnología nuclear. 
Es en ese estado de cosas cuando  el 18 de Julio de ese 1994 se lleva a cabo el atentado con coche bomba contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina).
Al poco de tener lugar el atentado el fiscal argentino Marcelo Martínez Burgos acusó al gobierno iraní de planificar el atentado y a Hezbola de llevarlo a cabo.
El 7 de Noviembre de 2007 la Interpol ratificó las conclusiones de la justicia argentina, aunque  Irán se negó a aceptar su fallo y la extradición de varios ciudadanos iraníes  que esta solicitaba.

Sergio Massa, ex jefe del gabinete de la presidenta Fernández de Kirchner había señalado que uno de sus objetivos fundamentales sería restablecer relaciones estratégicas con Estados Unidos, Inglaterra e Israel.

Alberto Nisman, se convirtió en fiscal especial encargado de investigar el atentado a la AMIA, investigación que llevaba estancada nada menos que veinte años. Es en este momento cuando Nisman presentó un amplio informe en el que denunciaba a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al canciller Hector Timerman, al diputado Andrés Larroque, a dos reconocidos defensores de los derechos del pueblo palestino y a un número no especificado de miembros de los servicios de inteligencia.
El hecho es que se publicitó a nivel internacional que la actual presidente de Argentina habría tratado de ocultar la vinculación de Irán con el atentado contra la AMIA.

Esta acusación era una forma de acusar nuevamente a Irán de la responsabilidad del atentado.


Unos días después del “suicidio” de Alberto Nisman, la misma presidenta de la República Argentina reflexionó sobre el tema  a través de una misiva publicada en su web oficial. En esta  nota enfatizaba que se debería evitar hacer juicios de encubrimiento, en relación con la responsabilidad de Irán, diciendo que lo que se ha de hacer es no confundir sobre el caso.

En varias declaraciones públicas la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ya ha mostrado su convencimiento de que Alberto Nisman  no se suicidó sino que fue impelido a hacerlo o fué directamente asesinado.
Con todas estas piezas en nuestro poder el puzzle encaja por si solo, tan sólo  hay que tomar en consideración como vienen funcionando los  eventos que afectan a la política internacional en las últimas décadas.

Contando con la cobertura motivacional que supuestamente tendría el Estado iraní, el Estado de Israel llevó a cabo un atentado de falsa bandera, un autoatentado para  inculpar a su más peligroso oponente en Oriente Medio y al grupo de resistencia Hezbola.

En su momento el atentado alcanzó los objetivos pretendidos ante la opinión pública internacional pues desacreditó al régimen iraní. Pero tras dos décadas de permanecer paralizada la investigación y el tratamiento jurídico del caso, El fiscal  Nisman acusa a la presidenta argentina de connivencia con Irán, con lo que esto significa de poner nuevamente al Estado persa   como autor.

Como suele ocurrir en este tipo de acciones, los servicios de inteligencia, el Mossad en este caso, recurren a individuos para que desarrollen algún trabajo, en este caso el informe contra la presidente Fernández de Kirchner , y conseguir un fin concreto que en este caso no sería otro que desprestigiar  en este momento al gobierno iraní, poner a toda la comunidad internacional contra este y favorecer la legitimación de un posible ataque yankee-israelí.
                                                   


Todas las acciones de bandera falsa han de cuadrar perfectamente y no puede quedar ningún “cabo suelto”, en este caso el “cabo suelto”  sería el fiscal Nisman, al que se quitó del medio mediante el “suicidio asistido”.

2 comentarios:

  1. Es el peligro de cabalgar a un tigre, que si el tigre para o tu te tratas de bajar de él, te devora.

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