Si
el capitán de un barco lo abandona
cuando se hunde es enjuiciado, pero además de la cuestión legal derivada
de la comisión del hecho todos le calificaran de cobarde. Ya se sabe que cuando
un barco se hunde las primeras que lo abandonan son las ratas.
La
situación por la que atraviesa España es lo suficientemente grave como para
considerar la abdicación del Borbón una traición, de hecho la Constitución de
1987 dice que el Rey, además de Jefe del Estado es “símbolo de la unidad y
permanencia”, del Estado se entiende,
España
en estos momentos se enfrenta a un desafío secesionista que pone en grave
riesgo la Unidad Nacional, la abdicación de quién según la Constitución es
símbolo de su unidad y permanencia es
como mínimo una temeridad, aunque los
adjetivos que realmente la define son
cobardía y traición.
Muchos
dirán que la abdicación del Borbón se
justifica por la situación de
desprestigio personal y por el desgaste que la institución monárquica tiene en estos momentos entre la mayoría de
los españoles, otros acudirán a la
situación física por la que atraviesa el monarca, y no faltarán los que
buscarán en el más que probable enjuiciamiento de la infanta la razón última del abandono.´
Pero
ninguna de esas “razones” pasan de ser meras excusas de cortesano. Y no son
razones dado que ninguna de ellas
justifican, ni de lejos, crear un problema que agrava aún más la ya de por sí gravísima situación secesionista. El monarca se ha de mantener en su puesto
y afrontar el reto de los que tratan de
romper la Unidad de España. La imagen
que tiene ante la opinión pública, que se ha ganado a pulso, no es óbice para
abandonar la más alta jerarquía y
abandonar la defensa de la Unidad de España.
La
cuestión que hace referencia al tema de la salud y al cansancio físico, tampoco
sirve, puesto que no parece haberle impedido
irse de safari, de viaje a Arabia , a esquiar o realizar otras
actividades: lúdicas y/o placenteras.
Por
último está esa “razón”, esa que señala al más que posible enjuiciamiento de la
Infanta, la contestación a esta verdadera excusa resulta obvia, los problemas personales y/o
familiares se han de plegar a los de la
Patria. Ser rey no es sólo veranear en Mallorca, viajar o ir de safari.
Hemos
de considerar la gravedad de que el aún Príncipe Felipe asuma la Corona y con
ella pase a ser el símbolo de la unidad y permanencia de España.
No
podemos pasar por alto que fue este quién
afirmó en Barcelona ante las increpaciones de un empresario
secesionista, que el tema de la
celebración de la consulta soberanista no era responsabilidad suya. O sea, que
en lugar de aprovechar la situación para afirmar la Unidad Nacional simplemente
quiso quedar bien con el auditorio y “echó balones fuera”.
En
segundo lugar no podemos olvidar que carece de la autoridad sobre las más altas
jerarquías de las Fuerzas Armadas. Y esto es así debido a que esta autoridad deriva en su práctica
totalidad de lo que el Generalísimo Franco
ordenó en su último mensaje.
Por si fuera poco hay que recordar que el futuro Felipe VI dijo el 21 de Abril de 1992 en el Parlamento de Cataluña: "Cataluña será lo que los catalanes quieran que sea". Es decir que no considera la Unidad de España como una realidad en sí misma, si no que para él es meramente ocasional, ya que la hace depender de la cambiante voluntad del pueblo, o como es el caso de una parte de este.
Por si fuera poco hay que recordar que el futuro Felipe VI dijo el 21 de Abril de 1992 en el Parlamento de Cataluña: "Cataluña será lo que los catalanes quieran que sea". Es decir que no considera la Unidad de España como una realidad en sí misma, si no que para él es meramente ocasional, ya que la hace depender de la cambiante voluntad del pueblo, o como es el caso de una parte de este.
El
actual Príncipe Felipe carece de tal autoridad delegada y ante el pueblo,
mayoritariamente antimonárquica, aunque sea juancarlista gracias al montaje del
23 F .
El
pueblo español no aceptará una monarquía dilapidadora en una situación de
crisis económica y social tan grave.
De
todo lo señalado se deduce que la decisión tomada por el Borbón es una muestra
de cobardía, de traición a la obligación del monarca de proteger la Unidad de
España y que pone a nuestra Patria ante un escenario poco menos que bélico.
¡¡¡Arriba España!!! y ¡¡¡ Viva la Unidad de España!!!
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