Detrás
de cada símbolo se esconde un significado
o mensaje, ocurre que estos no suelen ser unívocos. Por un lado está
el significado o simbolismo exotérico
(de conocimiento público y general, al que tienen acceso todos los individuos),
y por otro el esotérico (con un significado o mensaje oculto que tan solo es conocido por
un grupo cerrado a los cuales se le ha comunicado).
La
comunidad general de individuos no tienen acceso al significado esotérico y se
han de contentar con el exotérico, que suele ser una tapadera para la realidad
que se esconde tras esa imagen o
símbolo.
En
el caso de los signos o símbolos más
utilizados y que se nos presentan de un modo icónico ,casi cotidiano, son
vaciados de cualquier posible
significado distinto al explícito, se crea una identificación tal con el mensaje exotérico que el individuo ni
siquiera se platea la posibilidad de que pueda significar algo distinto a lo
que han marcado que significa.
Esto
último ocurre cuando nos referimos al símbolo judío por antonomasia, la
denominada estrella de David, que como podremos comprobar en las líneas
posteriores, no tiene nada de David ni se encuentra referencia alguna a ello en
el Pentateuco que conforma la Torá (núcleo de la religión judía).
El Pentateuco está constituido por los cinco
primeros libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Libro de los Números y
Deuteronomio, todos ellos atribuidos a Moisés.
Resulta
curioso, a la par que clarificador que el servicio de inteligencia judío,
Mossad y los judíos ultraortodoxos
utilicen como símbolos la menorá: el candelabro de siete o nueve brazos.
Si esto es así se deberá a alguna razón.
A
lo largo del el Pentateuco, y de la Biblia en general, no existe mención alguna
a ninguna estrella de David o a que este
rey judío tuviese símbolo en forma de estrella, como veremos lo que aparece es
algo totalmente distinto.
Antes
que nada hemos de recordar que según la
palabra de Dios la idolatría fue la causa de la caída del pueblo de Israel, la
adoración del sol, de la luna y de los ángeles caídos.
El
pueblo judío fue rebelde y desobedeció los mandatos que Dios les había dado
para mantenerlos alejados del mal. Desobedeciendo tomaron por esposas mujeres
de pueblos perversos que adoraban a los
ángeles caídos-demonios- como Baal, Astaroth, Moloch y Chiun.
Ahora
vamos a reproducir algunos textos extraídos de los libros del Antiguo
Testamento, textos que ratifican lo señalado.
Reyes
17:15.
“Y
desecharon sus estatutos, y el pacto que Él había hecho con sus padres; y
siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de naciones que estaban alrededor de ellos, de las cuales
Jehova les había mandado que no hiciesen la manera de ellas”.
2
Reyes 17:16-17.
“Dejaron
todos los mandamientos de Jehova su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de
dos becerros, y también imágenes de Asera, y sirvieron a Baal; e hicieron pasar
a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y a agüeros, y
se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehova, provocándole a ira.
Hechos
7: 42-43.
“Y
Dios se apartó y los entregó que sirviesen a las huestes celestiales; como está
escrito en el libro de los profetas: Me ofrecisteis víctimas y sacrificios en
el desierto por 40 años, casa de Israel?. Antes trajisteis el tabernáculo de
Moloch, y la ESTRELLA de vuestro dios Rephan: figuras que os hicisteis para
adorarlas: os transportaré pues más allá de Babilonia.”
Amos
5: 25-26.
“Habeisme
ofrecido sacrificios y presentes en el desierto por 40 años, casa de Israel?
Mas
lleváis el tabernáculo de vuestro Moloch y Chiun, ídolos vuestros, la ESTRELLA
de vuestros dioses que os hicisteis. Os transportareis pues más allá de
Damasco, ha dicho Jehova cuyo nombre es
Dios de los Ejércitos.”
Estas
son las únicas menciones que aparecen en
el Antiguo Testamento respecto a alguna
estrella, y no se refiere a ninguna estrella de David, las únicas citas se
refiere a la estrella de Moloch, Chiun y Rephan.
Moloch
era un dios de los fenicios, cartaginenses y cananitas.
Rephan
era un dios egipcio que como resultado de una catástrofe se había transformado
en oscuridad.
Rephan
es el otro nombre de Moloc y Baal.
Dios
le reprochó a los judíos adorar a los ángeles caídos, o sea demonios, y a
las estrellas como si fuesen dioses.
1
Reyes 11: 6-9.
“E
hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehova, pues no siguió cumplidamente a Jehova
como su padre David.
Entonces
edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab en el monte que está enfrente de
Jerusalem, y a Moloch”.
Ahora
voy a reproducir unas palabras del evangelio de San Juan, capítulo 8, versículo
44, por si todo lo anteriormente leído
no ha dejado clara la situación.
Dice
lo siguiente:
“Vosotros
sois hijos del diablo, y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre: él
fue homicida desde el principio. y criado justo no en la verdad en él: cuando
dice mentira habla como quién es, por ser de suyo mentiroso y padre de la
mentira; cuando dice mentira, habla como quién es, por ser de suyo mentiroso, y
padre de la mentira”.
Si
algo se deduce de todo lo que hemos visto tanto en el Antiguo Testamento como en
las palabras del mismo Jesucristo es que el pueblo judío dejó de ser “el pueblo
elegido” para convertirse en hijos del
demonio. Dios rompe el pacto de
predilección que tenía con el pueblo judío debido a que estos se resistieron a
Dios y adoraron a ángeles caídos e ídolos como si fuesen
dioses.
Refiriéndonos
de nuevo a la llamada estrella de David,
en todos los evangelios no se puede encontrar un solo versículo en que hable de
una estrella de David, sólo de una estrella , pero de Moloch, de Chiun y de
Rephan, ídolos egipcios y mesopotámicos.
El
exagrama o estrella de seis puntas fue llevada al pueblo judío por el rey
Salomón cuando se volvió a la hechicería
y la idolatría. Salomón se dio a la adoración satánica y construyó altares a
Ashtoreth y a Moloch, ídolo abominable
de los hijos de Amón. Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su
corazón se había apartado de Jehová, rey de Israel, que se le había aparecido
dos veces.
Pero
el pueblo judío en general y los sionistas en particular han mantenido la
falacia de que continúan siendo “el pueblo elegido” y generalizan entre ellos
el uso de la “estrella de David”¿?, aun siendo
esta un símbolo de idolatría y de adoración a dioses falsos y a ángeles caídos.
Este
continuar considerándose y vendiéndose como “pueblo elegido” resulta indispensable para justificar el sionismo y el dominio sobre una humanidad
llamada, según su particular visión, por
el mismo Dios a ser esclava del pueblo
judío.
Con
esta concepción todos los no judíos estaríamos llamados a servir a los judíos,
hijos del diablo como el mismo Jesucristo los denominó.
La
estrella de David, escudo inscrito en la bandera de Israel es símbolo que pone
de manifiesto que los judíos y las instituciones por ellos dirigidas adoran y sirven al mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario