Desde
hace varios siglos el sionismo, y la masonería
a su servicio, vienen dando pasos
en pos de la instauración en todo el
orbe de un ordenamiento opuesto al que se conformó en la civilización
occidental en torno al cristianismo. Un Nuevo Orden contrario al concepto de
libertad individual, un Orden que pretende imponer una dictadura que anularía
totalmente al ser humano, sometiéndolo a un control absoluto que dirigiría una
élite político-financiera a las órdenes del“ pueblo elegido”.
En
las últimas décadas asistimos a cómo las
acciones aplicadas, sometidas a las estrategias marcadas por los que intentan
que la tierra sea un escenario de esclavos sometidos al sionismo, son cada vez
más descaradas a la par que efectivas.
En
estos momentos, el poder del sionismo, entremezclado con el de su hija la
masonería, se manifiesta principalmente a través del poderío de los grupos
financieros internacionales, del imperio británico y de su marioneta EEUU.
La
base de operaciones se encuentra en la City londinense que sirve a la Monarquía
británica, dominando Wall Street y a su través al gobierno de los Estados
Unidos y a todas las naciones.
Pero
nunca perdamos la visión de conjunto, hemos de señalar al sionismo como el
verdadero controlador de esas ramificaciones que se encuentran a su servicio.
Lo
cierto es que los éxitos que han alcanzado estas verdaderas fuerzas del mal han sido increíbles, han logrado
infiltrarse en todas las instituciones importantes incluida la misma Iglesia,
han cambiado los planteamientos morales de la sociedad y han impuesto lo que se
ha dado en llamar el pensamiento políticamente correcto.
De la misma manera, y derivado de todo esto,
han conseguido que las legislaciones de los países occidentales se hallan
acomodado a sus formulaciones filosóficas e intereses tiránicos.
Lo
que hasta ahora han hecho ha sido crear
los cimientos sobre los cuales levantar el edificio que constituirá ese Nuevo
Orden Mundial, ese que con tanto ahínco pretenden implantar.
Pero,
aunque pdiera parecerlo no todo está perdido, para que puedan terminar de
instaurar ese Nuevo Orden precisan de la total desaparición de esos valores que
mantienen viva la resistencia para defender la individualidad, la moral y la
identidad.
Una vez que lograron extinguir en la mayoría
de la población occidental el fundamento moral al haberse infiltrado en la
misma Iglesia habiendo hecho de toda espiritualidad un asunto meramente
folklórico sobrevivía aún el pensamiento crítico e ideológico, pero al instaurar la tiranía de lo políticamente
correcto lo anularon también.
Pero
a pesar de esas victorias que ha logrado el NOM, continúa existiendo un último foco
de resistencia con el que aún no han podido vencer.
Esta
última trinchera es la de la identidad grupal, una identidad de la que los
países-nación son sus baluartes.
Siendo
esto así, las titánicas fuerzas que luchan por instaurar el Nuevo Orden
Mundial, han centrado sus esfuerzos en exterminar la realidad de los
países-nación.
Para acabar con ellos, y con el inmenso peligro
que para el NOM significa su voluntad de supervivencia, ha optado por la puesta
en marcha de dos caminos:
Por
un lado, ha optado por disolver su identidad y robarles la soberanía
incluyéndolos en unidades mayores
carentes de una identidad precisa, y por otro descomponiendo su unidad en
entidades menores carentes de peso identitario real. Y de esta forma debilitar la fuerza moral que
la identidad nacional lleva aparejada.
En
el primero de los casos se encuentran modelos como la Unión Europea, la Liga
Árabe, la Unión Africana, el Foro de Cooperación Asia-Pacífico o el Tratado de
Libre Asociación de America del Norte, donde los países-nación que los
conforman se integran perdiendo soberanía en aspectos económicos y de hecho
terminan por abandonar su soberanía política. De este modo dejan de lado unas realidades históricas diferenciadas e
identitarias que son las que dan fuerza a esos paises-nación.
En
el segundo nos estamos refiriendo a ese: “divide y vencerás”, hablamos de
cuestiones como lo que aconteció en Yugoslavia al favorecerse y después
aceptarse la independencia de Kosovo
para romper la unidad de Yugoslavia.
En
el caso español lo vemos con Cataluña, que aunque de modo oficial la secesión no es apoyada e
incluso se niega la continuidad en la UE de Cataluña tras una hipotética
independencia, Como dijo Henry Kissinger
cuando se entrevistó con el posteriormente asesinado presidente del gobierno
Carrero Blanco :”Una España fuerte es un peligro para el mundo”, para el mundo
esclavizado sometido a la dictadura sionista que quiere instaurar el NOM,
añadiría yo.
La
experiencia de lo ocurrido Kosovo y la presencia en un acto independentista realizado
en Madrid del responsable comercial de la embajada USA, indica todo lo
contrario.
Y
por último nos encontramos con que a
través de ataques económicos a los países-nación por parte de las
asociaciones monetarias internacionales, como el FMI, el BCE o la Reserva
Federal, a través de deudas ficticias y malintencionadas, doblegan y empobrecen de tal modo que obliga a que los
países-nación sean “rescatados” para después ser intervenidos y convertidos en
meros protectorados sin independencia real alguna.
Pero
aún se puede tener alguna esperanza al ver que cada vez más personas se suman a
grupos identitarios y patriotas que se ratifican en su condición de miembros de una Patria por la que
luchar, exigiendo que se mantenga su realidad nacional, su soberanía y su
identidad e independencia.
Los
que tratan de instaurar ese Nuevo Orden Mundial no se cruzan de brazos, y para
asegurarse la victoria utilizan un arma más que
amenaza con destrozar la identidad
de las naciones y su realidad
diferenciada.
Este
arma es fomentar la multiculturalidad y la mezcla racial en pos de una supuesta
riqueza que ambas aportarían a Europa.
Lo que realmente se busca es acabar con la identidad europea mediante una mescolanza de culturas distintas y en
ocasiones opuestas, una sustitución racial que acabe con la identidad europea.
El
método que se utiliza es favorecer la inmigración, legal o ilegal, para de este
modo alcanzar los objetivos arriba señalados.
Una
buena muestra de ello es que el Estado De Israel, a través de sus terminales
mediáticas, es gran defensor y promotor de la inmigración en los países
europeos. Ahora bien, mantienen una legislación que prohíbe de modo absoluto
que inmigrantes no judíos se establezca en su territorio y sus leyes prohíben
el matrimonio entre judíos y no judíos, llegando incluso a penar las relaciones
sexuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario