La
ministra italiana de integración, de origen congoleño que tiene en el Congo 37 hermanos y hermanas, Cécile Kynge ha señalado que quiere acelerar
la inmigración de reemplazo en Europa. Cree que “los europeos deben comenzar a razonar juntos para establecer normas comunes en materia de
inmigración”.
En
una entrevista concedida al periódico italiano Il
mensajero defiende que al igual
que ocurre en Francia, cualquier persona
con nacionalidad italiana debería ser considerada ciudadana europea. Del mismo modo pretende acabar con que la inmigración ilegal sea considerada
delito.
Con
esto está proponiendo llenar Europa de población africana.
Todo
esto hay que encuadrarlo dentro de un contexto preocupante, cando no claramente
peligroso.
La
ONU (Organización de las Naciones Unidas), en las previsiones demográficas
que ha presentado para el año 2100
plantea que la población mundial
aumentará en casi mil millones respecto
a las previsiones que anteriormente había
marcado para ese mismo año,
Hasta
ahora se pensaba que para ese 2100 la población mundial ascendería a 10100 millones
de personas, pero en esta nueva predicción se habla de que se alcanzarán los 11000 millones en los
próximos 87 años.
El
aumento en esta nueva predicción se
debe, y aquí está la relación con los planteamientos de la ministra italiana, a
que sólo en África la población se va a cuadruplicar, pasando de los actuales
11000 millones actuales a sobrepasar los 42000. Mientras tanto la población autóctona europea enfrentará un declive que hará difícil el reemplazo
generacional, reemplazo que la ministra italiana propone ocupar con inmigración
africana.
Con
semejantes datos Europa tal como la
conocemos tiene los días contados.
El
“efecto llamada” actualmente es gigantesco, imaginen hasta que punto la presión
sería insoportable con leyes más
permisivas y con el crecimiento poblacional que se prevé en el continente africano.
Según
indica hoy la prensa nacional, los inmigrantes subsaharianos que se alojan
en campamentos improvisados en el
Monte Gurugú (Marruecos) para tratar de pasar a Melilla amenazan con prender
fuego a sus hijos para mediante esta amenaza poder entrar en la Ciudad
Autónoma.
Otra
información que puede resultar clasificadora para aquellos que continúan
creyendo en la bondad de la inmigración subsahariana y la posible asimilación
entre esta y la europea hace referencia a que el presidente de Zimbawe, Robert
Mugabe ha amenazado esta semana con decapitar a la
comunidad gay del país, tachando a los homosexuales de “ser peores que los
cerdos y los perros”.
Desde
luego ninguna voz de la comunidad gay se ha levantado contra tales
declaraciones, no es políticamente correcto criticar a un dirigente africano si
pertenece a una raza diferente a la blanca
Que
cada cual saque sus conclusiones respecto al problema de la inmigración
africana y el futuro de Europa.
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