Hay
ocasiones en las cuales el silencio expresa más que aquello que las mismas palabras puesen dar a conocer. Situaciones
en las que el no referir ciertos
sucesos nos aporta más información que lo que se pretende ocultar, ya que pone de
manifiesto la importancia del suceso , los condicionamientos,presiones
del poder y verdaderos intereses ocultos.
En la
presente entrada se va a hacer referencia a un caso que es coincidente con lo
que hemos señalado en las líneas introductorias anteriores.
Desde el
mes de Febrero del año en curso se viene juzgando en Luxemburgo el denominado caso Bommeler (colocador de bombas) en el que se juzgan los
20 atentados que tuvieron lugar entre 1983 y 1986.
Los
encausados en un primer momento eran dos miembros de la Brigada Móvil del Gran Ducado: Marc Scheer y Wilmes Joseph.
Ahora
bien, la declaración del historiador
alemán Andreas Kramer ha dado un vuelco
total al proceso.
Kramer ha
señalado que el autor de la colocación de 18 de aquellas 20 bombas fue su
padre, fallecido en el 2012. El padre del historiador era agente del servicio
secreto alemán BND. Añadió que este actuaba por cuenta de una estructura secreta de la OTAN (la conocida Red Gladio).
El juicio
al que nos estamos refiriendo tiene una
gran importancia como pone de manifiesto
que de entre los 90 testigos que comparecen podemos citar al Primer
Ministro Claude Juncker, el Expresidente y Presidente de la Comisión Europea Jaques Santer.
Kramer
explicó que en los atentados de Luxemburgo que tuvieron lugar el 2 de Diciembre
de 1985 contra una sede sindical, una serie de sedes judiciales y un gran
número de torres eléctricas tomaron parte un grupo de 40 personas, 10 de ellas
luxemburguesas incluidos 7 de la Brigada
Móvil incluido su jefe Ben Geiben.
Todos estos
atentados se habrían realizado en conexión con los servicios secretos de
Alemania BND y británicos MI6.
El señalado
historiador alemán habló también de los atentados a una hamburguesería o el
mayor de la postguerra en la Oktoberfest de Munich, el día
de la cerveza, el 26 de Septiembre de
1980 en el cual murieron 13 personas y 213 resultaron heridas.
Según él,
la finalidad de todas estas acciones terroristas era llevar a cabo una
estrategia de tensión y terror para que el pueblo moviera al gobierno a la
aprobación de una legislación de
seguridad europea mucho más dura.
Toda esta
información, según él, se la facilitó su padre bajo amenaza de muerte, tratando
de darle más información para corroborar
su intención de pasar a formar parte de la BND.
Sólo una vez que su padre había fallecido se atreve a desvelar la información.
Las
informaciones aportadas no ha caído en
saco roto puesto que las personas llamadas a declarar son del máximo nivel.
Es más que
curioso que una noticia de tal importancia y tan
“suculenta” para cualquier medio de comunicación no haya sido referida salvo un
artículo en el periódico catalán La Vanguardia (en la edición impresa del 13 de Abril del 2013, autor Rafael Posch).
Esto pone de manifiesto que las presiones ejercidas tienen
gran poder e influencia puesto que de
otro modo la noticia no podría ser obviada de este modo.
Las razones
por las que en cambio si haya aparecido en
el “buque insignia” de la prensa catalana tan solo pueden ser fruto de la especulación dado el secretismo de estos
temas. Desde luego, a mi entender, estarían
relacionadas directamente con las mismas que han movido a la no publicación en
el resto de la prensa nacional.
Lo mismo
que podría hacer daño a las instituciones nacionales, incluidas las más altas, y que llevarían a los periodistas españoles
incluso a una autocensura por no hablar
de las presiones directas , sería lo mismo que los periodistas
catalanes, cada vez más radicalizados en su independentismo y con ganas de
“ganar puntos” ante el régimen
nacionalista que domina Cataluña, les llevaría a pregonar lo que dañaría
a España como miembro de la OTAN
y a las altas instancias del estado como posibles colaboradores indirectos o no
con el terrorismo de Gladio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario