En
este día en que se celebra la fiesta
nacional y en que la hispanidad es recordada España atraviesa por una
situación crítica en la que su unidad
está siendo puesta en cuestión y es desafiada por los enemigos de España y ante el silencio cobarde de los que deberían defenderla.
No
son pocos, es lo que está de moda, los que
atacan la presencia española en América y la ingente
obra que allí se llevó a cabo.
España
se extendió por El mundo, no tanto con la finalidad de lograr riquezas
cuanto con la de extender la hispanidad que es lo mismo que decir la
religión católica. España sacrificó su historia en pos de la metahistoria, lejos de lograr unos
fines económicos o de poder, fue desangrándose
y esquilmando su economía para conseguir que en el mundo reinase la
cruz, los pueblos saliesen del negro pozo de la desesperación que produce la
idolatría y el pensamiento mágico.
Aunque
se nos quiera convencer de que la obra de España consistió en genocidios, robos
continuos y en acabar con la cultura de los pueblos, nada de esto es más
apartado de la realidad. Aún reconociendo que en toda empresa humana hay
excepciones que confirman la regla, España ha transmitido a poblaciones inmensas el
concepto de dignidad humana y libertad, ha sido el instrumento para que fuesen
capaces de salir de un estado de crueldad hacia sus semejantes viendo en ellos
unos hermanos y no unos esclavos a los
que se puede sacrificar para ofrecerlos
al dios sol.
España
llevó a América y al resto de los países hispanos, la cultura y las letras a través de las
universidades y sobre todo les llevó a Cristo.
España, al contrario que aconteció con los protestantes que conquistaron América del norte, no tuvieron reparo en mezclar su sangre con los nativos dando lugar a los criollos, que poco a poco se hicieron con el poder en los territorios Americanos. No se trató de exterminar a los indios ni se les recluyó en reservas. Los indígenas eran considerados legalmente como unos españoles más, e incluso el abuso contra ellos era castigado de un modo más fuerte que si el abusado fuese un español de origen europeo.
España, al contrario que aconteció con los protestantes que conquistaron América del norte, no tuvieron reparo en mezclar su sangre con los nativos dando lugar a los criollos, que poco a poco se hicieron con el poder en los territorios Americanos. No se trató de exterminar a los indios ni se les recluyó en reservas. Los indígenas eran considerados legalmente como unos españoles más, e incluso el abuso contra ellos era castigado de un modo más fuerte que si el abusado fuese un español de origen europeo.
La
universalidad de España se ha plasmado, y así debería continuar siendo, en el
cumplimiento de una misión. Pero para que España pueda cumplir con su empresa debe primero reconocerse a si misma como
unidad dentro de la diversidad de sus pueblos, porque España no se reconoce sino está completa ni cada pueblo encuentra sentido sino es junto al resto de los pueblo se España.
¡¡¡VIVA LA
UNIDAD DE ESPAÑA!!!
¡¡¡VIVA LA HISPANIDAD !!!!
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