Las
manifestaciones públicas, los comentarios privados, los mensajes que proliferan
en los medios sociales de internet y las
encuestas están poniendo de manifiesto, cada vez de un modo cada más claro, el
grado de desafección que la inmensa
mayoría de la población española mantiene
respecto a toda la realidad política de nuestro país.´
La
población española ha desarrollado esta
actitud que va más allá de la mera desconfianza y llega a la radical oposición
a todo el sistema político y la
organización económica que nos dirige.
El
sistema capitalista bancario y financiero especulativo, al igual que acontece con la organización de una
democracia que a nadie representa que se sustenta en una partitocracia
bipartidiste reciben un grado tal de
crítica, desapego y radical oposición que el actual sistema, pues sus pilares
fundamentales son esos, es repudiado en su conjunto.
Ahora
bien, la situación arriba descrita no ha surgido de forma arbitraria sino que es el resultado de una
generalización de la corrupción, de un
vergonzoso encadenamiento de estafas, de
un amiguismo partidista y de un nepotismo
convenientemente encubierto por
todas las instancias que conforman el sistema vigente.
La
población se ha dado cuenta de todo ello en una situación de aguda crisis
puesto que si las familias
españolas han de afrontar los rigores
del deterioro económico, el número de parados es verdaderamente sangrante y la
miseria avanza hasta niveles de posguerra por otro lado asisten al despilfarro
de una casta política que obliga a unos
recortes sociales y salariales pero para nada frenan su nivel económico.
Y
que decir de la realidad con la que la tan depauperada población se encuentra
al observar como los bancos les explotan e incluso les privan de sus viviendas
cuando no pueden afrontar el pago de sus hipotecas al perder el puesto de
trabajo y observan como sus impuestos sirven para solucionar los
efectos de la mala gestión de esas empresas privadas que son los bancos cuando
se les rescata con dinero público.
Se “inyecta” el dinero de todos a unas
empresas privadas que desde su
prepotencia se niegan a prestar dinero
a un interés razonable y te ponen en la calle
cuando dejas de pagar unos plazos,
mientras tanto sus ganancias son
multimillonarias.
Pero
no todo va a ser negativo, ya que para aquellos que desde un posicionamiento ideológico estamos en contra
del sistema democrático liberal, del sistema de partidos y del capitalismo y la banca privada,
todo esto no es una manera de que el pueblo se acerque al conocimiento de estos postulados.
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