LA PESTE.
Mientras que por un lado se produjo la estigmatización de la Edad Media, asimilando la peste con aquel periodo histórico, en el otro por el contrario nos encontramos con que no solamente ha sido obviada la presencia de la enfermedad sino que en el imaginario colectivo el periodo de entreguerras que padeció la pandemia gripal ha pasado a ser considerado como una época de felicidad y disfrute, los denominados “locos años veinte”.
Con esto queremos poner de manifiesto que hay cuestiones muy similares, realidades incontrovertibles todas ellas, que son manipuladas no tanto en cuanto que sean puestas en duda sino que el juicio general en torno a ellas dan lugar a que la población general, los estudiantes e incluso los estudiosos de la historia carguen de negatividad ciertas épocas mientras que otras terminen siendo calificadas de modo positivo. En el caso de las epidemias de peste negra y la Edad Media se ha conseguido que en la mentalidad general haya arraigado una asociación automática entre Edad Media y peste, contribuyéndose de este modo a que la visión sobre lo medieval fuese negativa incluso antes de que se la sometiese a cualquier examen histórico que se moviese fuera de la mera repetición de prejuicios cuasi obsesivos. La gravedad de manipulaciones como la que estamos refiriendo radica en que no existe mayor mentira que una verdad a medias o una mentira convertida en sofisma.
Médicos medievales protegidos contra el contagio de los enfermos de peste.
Para romper esa identificación que se ha logrado implantar entre el concepto de Edad Media y el de peste vamos a hacer un análisis en torno a lo que fueron los periodos en que la epidemia de la peste afectó a Europa y la duración de la Edad Media en general.
En torno a la extensión temporal de la denominada Edad Media señalaremos que se sitúa entre el final del Imperio romano de Occidente y su caída en Oriente un milenio después. El problema surge a la hora de concretar en fechas especificas, para unos historiadores el corte con la antigüedad se encontraría en el 410 cuando Alarico saqueó Roma, otros por el contrario oros colocan tal momento en el 476 cuando Odoarco depone al último emperador de Roma. Nosotros tomaremos como punto de referencia para nuestra argumentación esta ultima fecha. En lo que hace referencia a la finalización de este periodo histórico tampoco existe unanimidad, mientras unos lo sitúan en 1453, año en que fue tomada Constantinopla por los turcos otros la ubican en 1492 con el descubrimiento de América. Optaremos por la primera de las fechas mencionadas. De las fechas arriba señaladas se colige que la Edad Media se habría extendido durante un periodo de 977años.
Ahora nos referiremos a la extensión temporal que tuvieron las epidemias de peste en la Europa medieval. Por regla general se considera que la epidemias, mejor sería decir epidemias puesto que hubo muchos rebrotes de la pandemia, se inició en el 1348 y finalizó en 1349, aunque nosotros tomaremos como fecha de finalización el año 1396 que fue el año en el que apareció en España. Pero en este aspecto la realidad no es para nada sencilla dado que, según señala Jean Nöel Biraben hubo doce epidemias, tres de ellas muy virulentas: 1412,1439 y 1482. Siendo esto así tomaremos ese último año (1482) como la fecha de finalización de la pandemia vemos que la peste asoló Europa durante 134 años. sino que la parte más terrible de la epidemia habría ocupado el periodo entre 1348 y 1349 más los años de 1412 al 1482, o sea 71 años. Consideraremos una media entre ambos datos, lo que nos da un total de 102 años. 102 años es un periodo de tiempo realmente extenso si se lo considera de modo absoluto, pero no estamos ante un periodo en el cual existiese una homogeneidad en cuanto a la virulencia de la enfermedad, aunque a pesar de ello la población europea se vio seriamente esquilmada por esta.
Lo que aquí queremos poner de manifiesto es que un acontecimiento que duró 102 años, aproximadamente el 10% del total del periodo medieval no puede ser algo definitorio de un periodo que duró un milenio y que como es lógico presentó no pocos acontecimientos reseñables, a saber: el desarrollo de ocho
cruzadas que duraron en total siete siglos, el final de la esclavitud y su sustitución por la servidumbre, el nacimiento de las ciudades y el surgimiento de la burguesía o la superación del pensamiento mágico del paganismo y su reemplazo por la visión cristiana.
Han transcurrido ya 555 años desde que finalizó la Edad Media, un periodo de tiempo lo suficientemente extenso para que solamente parezcan haber sobrevivido en el imaginario colectivo conceptos negativos respecto a ella como fue una pandemia que tan solo ocupó el 10% del total del medievo, aunque diezmase la población europea del momento. La negativización resulta de que hayan prendido los aspectos negativos y se obvien los positivos, que también los tuvo.
Al tratar el tema de la epidemia de peste que sufrió Europa durante el medievo se deriva el tema de la medicina. Pues bien, como no consideramos que sea un tema al que dedicar un capítulo completo haremos ahora referencia a ella aunque sea de pasada.
Durante la Edad Media se dieron pasos para pasar del pensamiento derivado de los conocimientos que habían aportado los galenos griegos y romanos. Aunque en un principio se mantuvo el planteamiento de que eran los humores corporales los que determinaban el origen de la epidemia, así como que la astrología explicaría en algunos casos su aparición y rebrote, con el paso del tiempo las traducciones de obras árabes, así como las aportaciones de estudiosos heterodoxos fueron acercándose a planteamientos que de hecho hacían referencia a la insalubridad como origen y al contagio debido al contacto físico o aéreo de la enfermedad. De hecho no es preciso más que ver como en los hospitales, en un principio de beneficencia, se separaban a los apestados de otros enfermos y de los que eran recibidos a causa de necesidades vitales o de cómo poco a poco se fue generalizando un cuidado extremo por la limpieza y la ventilación de las diferentes salas donde se instalaban las camas de los enfermos. La idea de contagio resultó ser fundamental puesto que los galenos vestían unas extrañas vestimentas que no eran sino un conjunto de protecciones frente a posibles contagios al tratar a los enfermos de peste. Los extraños “picos” no eran sino mascarillas rellenas de algodón.
Las traducciones que se llevaron a cabo en Toledo de obras árabes, en especial la traducción realizada en la segunda mitad del siglo XII por Gerardo de Tremona del Canon de Avicena constituyeron el acta de nacimiento de la medicina occidental. Se creo una base doctrinal que permitió que a principios del siglo XIII se creasen las bases de la enseñanza universitaria, y es que desde principios del siglo XIV las universidades más importantes de la Cristiandad proporcionaban conocimientos y proporcionaban diplomas médicos puesto que muchas autoridades, como ocurrió con el Emperador Federico II (1231-1240) dictaron ordenanzas en las que exigieron y reglamentaron el ejercicio de la medicina
galenos
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