Eso que son comúnmente conocidos como programas del corazón a mi entender son una de las peores influencias que recibe la población, siendo unos elementos que denomino “pornografía emocional”. En este tipo de programas el ser humano se prostituye al mostrar a cambio de una cantidad de dinero los más íntimos recovecos de sus comportamientos y relaciones personales. Este tipo de programas, que por desgracia tienen un público cada vez más amplio, van minando poco a poco tanto la moralidad como trivializan la realidad misma del ser humano.
En la actualidad la televisión es considerada como una biblia, la cual marca cuales son los modos de comportamiento y el tipo de juicios que sobre estos se han de realizar.
Esa parte nada pequeña de seres humanos carentes de una vida propia en que realizarse parece encontrar en la vida de los otros, especialmente en la de los famosos, una forma de hacerlo. Tal vida modela la forma de existir haciéndoles caer en lo más superficial y penoso que el ser humano puede presentar.
De este modo la superficialidad se generaliza y lo más decadente pasa a convertirse en lo que se considera de moda, en un modelo se comportamiento: el éxito a través de lo superficial y la falta de vergüenza en lugar de a través del esfuerzo.
Las personas, tanto jóvenes como más adultas encuentran una excusa al señalar que ven este tipo de programas como algo de mera distracción o para ocupar el tiempo. Por desgracia estos programas inoculan un veneno que actúa de un modo paulatino pero inexorable. Y esto es así dado que se están proponiendo modelos de comportamiento que comienzan a ser vistos de un modo lejano, pero que a fuerza de observarlos reiteradamente son aceptados por el individuo como parte de una realidad de la que el sujeto quiere formar parte para no verse excluido.
Desgraciadamente este tipo de programas se mantienen en los carteles televisivos dado que resultan rentables, lo cual no significa si no que son seguidos por mucha gente, y si tanta gente los sigue es por que previamente la población ha sido aleccionada a seguir este tipo de vacuidades en lugar de seguir programas formativos. Se podrá señalar que si la gente los sigue es porque haciendo uso de su libertad deciden verlos. Esta afirmación es cierta pero tan solo hasta cierto punto, y lo es sólo a medias puesto que desde los medios de comunicación se promocionan este tipo de informaciones que se refieren a personas que han sido promocionadas y encumbradas no tanto por sus méritos (deportivos, laborales o políticos)cuanto por su banalidad.
No perdamos nunca de vista que un pueblo inculto y sin principios es mucho más fácil de manipular que uno cultivado y moral,, de hay se desprende que si queremos manipular al pueblo hemos de vaciarlo de cultura y llenarlo de superficialidades. Pan y circo pero sin pan.
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