viernes, 14 de abril de 2023
ACUDIR A LA CORONACIÓN DEL REY DE INGLATERRA, UNA AFRENTA A LA SOBERANÍA ESPAÑOLA.
El actual monarca español Felipe VI, cosa que finalmente no hará “el emérito”, o “el campechano” como antes era adjetivado, se dispone a embarrar con su conducta la dignidad y el buen nombre de España.
Desgraciadamente esto no es una novedad puesto que viene ocurriendo desde hace décadas a través de la más que execrable figura de su padre, puesto que esta ha sido la manera de actuar del “emérito “desde antes incluso de su ascenso al trono tras la muerte del anterior Jefe del Estado general Franco.
Como podrá deducirse de todo lo que señalo en este artículo no soy monárquico, y mucho menos juancarlista, pero todo lo que voy a señalar no es fruto de un prejuicio si no que se atiene a la realidad que los hechos ponen de manifiesto.
Hay algo que a mi modo de ver es muy importante para poner en situación la actuación del monarca. Se trata de poner de manifiesto que el reinado de los Borbones a lo largo de la historia de España ha sido tremendamente dañino para esta, y el reinado de Juan Carlos I para nada ha desmerecido la penosa realidad que los monarcas de esta dinastía han venido desarrollando.
Tras esta introducción paso a señalar la concreta conducta que motiva este escrito.
Resulta que el Borbón con la asistencia a la coronación de Carlos III transmite en tanto que representante de la nación española, una afrenta a la dignidad de España dado que ya que parece que ignora y de hecho quita importancia a la usurpación de territorio español por parte de los piratas ingleses.
de los Hijos de la Gran Bretaña.
Al igual que hizo durante todo su reinado el Borbón campechano, el “preparado” ha puesto los intereses dinásticos y personales por encima de los de España. Se podrá objetar que la asistencia de Felipe VI a la coronación de Carlos III no es si no el cumplimiento de una decisión tomada por el gobierno de Pedro Sánchez, cosa esta que probablemente pueda ser verdad, pero ello no resta responsabilidad, y culpa, al monarca español si acude a esa coronación.
Es precisamente ante estas circunstancias y respondiendo a estas presiones cuando el servicio a España se hace patente. Cuando la conducta de un monarca muestra más preocupación por la soberanía y dignidad nacional es cuando la figura de un rey adquiere algo de sentido, cuando se ponen por encima de los intereses de continuidad dinástica y de aferrarse a la poltrona es cuando el monarca y también soldado, que no ha de olvidarse, se hace digno del cargo que ostenta.
Y conste que el pueblo español entendería y aplaudiría que Felipe VI se negase a asistir al acto de los Hijos de la Gran Bretaña o si acudiese con un cartel o enseña en la solapa pidiendo la devolución del Peñón.
La actitud ante este acontecimiento le dará o no apoyo popular y sobre todo pondrá de manifiesto cuál es su dignidad.
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