Todos los
medios de desinformación, especialmente en EEUU, se han hecho eco de las supuestas bombas
enviadas a los Clinton, a Obama y también a Soros. Todas las bombas enviadas a estos
cabecillas demócratas y dirigentes del globalismo internacional han sido interceptadas
y ninguna de ellas ha provocado daño alguno, pero haber dado cuenta del hecho ha tenido la misma publicidad y el mismo efecto del que no hubiesen sido detectadas a tiempo.
En este punto hay que plantearse que resulta sumamente extraño que el Servicio Secreto haya dado a conocer este acontecimiento cuando en la casi totalidad de los casos no los transmiten a los medios, tanto para poder continuar con las investigaciones como para no desatar el pánico o temor.
Pero en este caso quizá lo que se buscaba era dar lugar a ese temor para en función de él lograr algún objetivo.
En este punto hay que plantearse que resulta sumamente extraño que el Servicio Secreto haya dado a conocer este acontecimiento cuando en la casi totalidad de los casos no los transmiten a los medios, tanto para poder continuar con las investigaciones como para no desatar el pánico o temor.
Pero en este caso quizá lo que se buscaba era dar lugar a ese temor para en función de él lograr algún objetivo.
Es muy
importante tomar en consideración que esto acontece cuando apenas faltan unas
semanas para que Donald Trump pueda revalidar su mandato y de esta forma
continuar su lucha contra el Estado Profundo.
Las
estadísticas y previsiones políticas consideran que en las elecciones que se
van a llevar a cabo el resultado será claro y dará lugar a una clara victoria
del partido republicano encabezado por Trump, lo que significará que el Estado
Profundo seguirá sin poder llevar a cabo sus planes y poco a poco podrá ser
desmantelado.
Es más, el
Estado Profundo sabe que en no demasiado tiempo la Alianza (los actuales
miembros del gobierno USA, los altos mandos patriotas del ejército
norteamericano y los sombreros blancos de los servicios de inteligencia) tienen
preparada una ofensiva contra los miembros del Estado Profundo y a sus
criminales colaboradores, especialmente los Clinton.
Es por todo ello
que para sobrevivir y poder continuar con sus planes de esclavizar a la humanidad,
todos estos se ven en la obligación de impedir a cualquier precio que Donald
Trump se mantenga en el poder gracias a una victoria republicana.
Llegados a
este punto se han dado cuenta de que tras haber fracasado en todos los ataques
mediáticos que han llevado a cabo sólo les queda llevar a cabo un “atentado de
falsa bandera” en el que los republicanos y con ello Trump, aparezcan como peligrosos
criminales y los demócratas, es decir el Deep State (Estado Profundo), sean las
víctimas de criminales asesinos.
Es así que
nos encontramos con las bombas enviadas a los Clinton, a Obama y por supuesto a
Soros. Estamos ante una operación de falsa bandera de manual.
Esperemos que los norteamericanos no sean tan ingenuos de caer en tan burda maniobra y pueda seguir adelante la lucha contra el Estado Profundo, por su bien y por el de toda la humanidad.
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