A estas
alturas de la película nadie debería sorprenderse al comprobar que toda la
información que los medios de manipulación facilita sobre el candidato del
movimiento “En Marcha” Enmanuel Macrón no es otra cosa que una amalgama de falacias
tras las que se esconde la terrible verdad que esconde este personaje.
El conocimiento de todo ello por parte del
pueblo llevaría al Eliseo a la líder del Frente Nacional tras vencer en la
segunda vuelta de las elecciones francesas de este 2017.
Es por ello
que a toda costa la realidad ha de permanecer oculta, y para ello sus dueños y
señores, los sionistas globalistas, harán todo lo que esté en su mano para
presentar a su siervo como la figura amable de un triunfador hecho a sí mismo,
defensor de Europa, paladín de los derechos humanos de los inmigrantes, así
como de las minorías. En otras palabras, el candidato perfecto para dirigir los
destinos de Francia.
Todo con tal
de esconder la verdad de un globalista que desde la colaboración con la Banca
Rothchild sirve al sionismo.
Para este sujeto Francia es un peón más al
servicio de la estrategia sionista internacional, la Unión Europea el elemento
fundamental para acabar con la verdadera Europa y la inmigración masiva, especialmente
la islámica, una herramienta para reducir a escombros la identidad europea.
Al igual que todos los globalistas busca la destrucción de los Estados-nación para tras ello levantar una torre de Babel vacía de alma
dominada por el “pueblo elegido” y al servicio del becerro de oro.
Entre sus más
que clarificadoras propuestas se incluye el que reclama la venida a Francia de
20.000 judíos que según dice serían científicos que cubrirían necesidades del
país, aunque la realidad es muy otra pues se trataría de banqueros, economistas
y agentes de la inteligencia israelí, Mossad especialmente, que se encargarían
de controlar su gobierno y la administración una vez que Macrón alcanzase el poder
en Francia.
Algo que
resulta sumamente extraño es cómo un mero funcionario llega a poseer una gran
fortuna y a convertirse en socio de la mayor banca de Francia. Pues bien, todo
esto es el premio que la élite sionista dio al antaño socialista Macrón por haberse
dejado moldear una vez que salió del Partido Socialista de Hollande en el 2012,
trabajando con un éxito fulgurante para la Banca Rothchild en la que llegó a
ser socio.
Enmanuel
Macrón ha sido elegido y formado por la élite para frenar a Marine Le Pen,
resultando en este momento algo fundamental para la élite globalista dado que
la Unión Europea corre serio peligro de ruptura tras la victoria del brexit y
el posible desarrollo de nuevos movimientos identitarios que pusiesen freno a
esa inmigración descontrolada que es precisa para el funcionamiento del Plan
Kalergi.
Sin una
Unión Europea que robe soberanía a los Estados y sin una inmigración
descontrolada el globalismo pierde toda posibilidad de victoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario