De todos es conocido el hecho de que el Estado de Israel,
especialmente los territorios ocupados, lleva días ardiendo por los cuatro costados. Está sometido a una
catástrofe tal, que a pesar de ser un país que cuenta con avanzados y numerosos
medios no es capaz de enfrentar con éxito la situación. De hecho se ha visto
obligada a pedir ayuda internacional para hacer frente a un fuego que no es
capaz de controlar (habiéndola recibido por ahora de Croacia, Grecia,etc).
Las autoridades israelíes, y los medios de comunicación a
ellos sometidos en todo Occidente, ya hablan abiertamente de que se trata de
acciones de tipo terrorista contra la integridad del Estado sionista. Por
supuesto que de todo esto se acusa, sin prueba alguna, a la resistencia
palestina.
Lo que unos dicen que es fruto de acciones terroristas para
otros no es otra cosa que un castigo divino por la cantidad de sangre inocente
que el Estado judío ha vertido entre una población pacífica y desarmada.
Pero que nadie tenga la más mínima duda de que estos
incendios, que a saber por quién los ha provocado conociendo la afición de
algunos por los autoatentados, van a servir como excusa para llevar a cabo acciones militares ofensivas a gran escala.
Los sionistas mantendrán que se defienden, y para ellos “encontrarán” pruebas
de que efectivamente los incendios han sido provocados por grupos de la
resistencia, terroristas para los ocupantes, palestina.
Cuidado porque estamos
en la antesala de una nueva guerra que con toda seguridad adquirirá dimensiones
que pondrá en serio peligro la misma existencia del Estado de Israel, y digo
esto ya que el mayor contrincante que
tiene Israel en la región que es Hezbollá tiene una potencia militar muy
superior a la que tenía cuando en el año 2000 expulsó a las unidades judías del
norte del Líbano.
Ahora Hezbollá cuenta con armamento pesado, una organización
y un número de combatientes de los que antes carecía. Cuenta con el apoyo
abierto de Irán y el más o menos encubierto de Rusia.
Y los EEUU no permitirá la caída de Israel ni perderá esa
excusa para atacar a Irán, con lo que podemos encontrarnos con un
enfrentamiento directo o encubierto entre Rusia y los EEUU.
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