Son muchas
las voces que desde distintos ámbitos de la sociedad europea: grupos sociales,
sectores económicos e incluso militares han mantenido y mantienen una
oposición frontal a la actitud de enfrentamiento y provocación que desde la
O.T.A.N., especialmente propiciada por EEUU, se lleva a cabo contra Rusia.
De igual
modo, las sanciones económicas puestas en marcha en contra de la Federación
Rusa, pergeñadas por USA y aplicadas por sus títeres de la OTAN, no han hecho
otra cosa que enfrentar a la parte productiva de la economía europea con
las decisiones de la UE y la OTAN, ya
que estas sanciones no han causado otra cosa que verdaderos perjuicios
económicos en los productores europeos.
El apoyo de
la O.T.A.N. a la política militar
expansionista de los Estados Unidos ha provocado una mayor dependencia energética
de los países de Oriente Medio y del
Magreb, controlados a su vez por EEUU, al haberse cortado debido a la actitud
hostil frente a Rusia esa otra vía energética que procedía de Rusia.
Pero hay
otra cuestión que ha influido, y cada vez lo hace más, es la oposición general
a la actitud sumisa y rastrera de una O.T.A.N. que obedece y lleva a cabo las
guerras que sirven a un criminal Estado sionista que lleva décadas asesinando y torturando al pueblo palestino.
Guerras e
intervenciones como las llevadas a cabo en Irak, en Libia, en Yugoslavia, en
Afganistan, el más que dudoso papel de la OTAN en el tema del Daesh, junto al
papel de una OTAN que apoya el eje anglo-saudí han mostrado a las claras que la
OTAN no se mueve en función de intereses
europeos sino más bien de los yanqui-sionistas.
Es por ello
que el resultado positivo en el referéndum sobre una salida de Gran Bretaña de
la Unión Europea ha llevado a muchos políticos y analistas a considerar
seriamente la creación de un gran
ejército europeo alejado de la
estructura OTAN y dependiente exclusivamente de la UE, se buscaría de este modo
una independencia respecto de la influencia-subordinación a norteamericana y eludir
el papel que Gran Bretaña mantenía en la OTAN como alter ego de la potencia
yanqui-sionista.
Pero
desgraciadamente nos encontramos con el hecho de que esta independencia militar
europea respecto a EEUU y a la criminal política agresiva de Israel quizá lleve aparejado algo que no sea tan positivo. Me refiero a que podemos estar ante el
paso previo a la instauración de una gran nación europea que homogeneice todas las identidades acabando con los
estados-nación, es algo a lo que hemos de estar muy pendientes, independencia
europea sí, pero respetando las identidades nacionales y recordando que la Europa de la Unión Europea no es la verdadera Europa sino una construcción masónica.
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