El pasado 30
de Noviembre del presente 2015 el rey de España Felipe VI, recibió con toda
solemnidad en un acto que se llevó a cabo en el Palacio real de Madrid, a los
representantes de los descendientes de aquellos judíos sefardíes que en 1492
fueron expulsados de España por orden de los Reyes Católicos, no olvidar que
los judíos fueron expulsados de todos y cada uno de los reinos de Europa antes
de ser expulsados de España.
Este acto se
llevó a cabo 522 años y 28 meses después de que los Reyes Católicos dictasen el
edicto de expulsión de los judíos del territorio de sus reinos.
En este acto
el rey Felipe VI dijo cosas como:
-“Cuanto os
hemos echado de menos”.
“Yo hoy quiero
deciros que ya habéis vuelto para siempre a vuestro hogar”.
Eli Cohen,
el primero de los descendientes de aquellas familias de judíos expulsados
nacido en España también dijo unas palabras.
También
estuvo presente el presidente de la
Federación de Comunidades Judías de España, Issaac Querub, que tras expresar su
agradecimiento al rey por el acto le
pidió, como no, que compensase los aspectos más exigentes de la requeridas por
la ley para lograr la nacionalidad española, recurriendo a la aplicación de una
interpretación más equilibrada y sensible.
En la
actualidad ya se han concedido, automáticamente, 4301 nacionalidades a
descendientes de sefardíes expulsados en 1492, y 583 solicitudes están pendientes
de confirmación.
Felipe VI,
agradeció a los sefardíes
su ¿lealtad? A España.
Este acto,
como todos los que se realizan, tiene alguna razón de ser y busca algo. Desde
mi punto de vista se trata de la muestra de sometimiento del monarca español al
poder del judaísmo internacional.
No tiene
sentido alguno que en las actuales circunstancias, con el grave conflicto que
están creando unos islamistas radicales (que hablan de “recuperar” para el Islam las tierras del
Al-andalus), se remueva el tema de la nacionalidad que se concede a antiguos
pobladores judíos de los reinos de España.
Esto es un
verdadero peligro puesto que del mismo modo que la ley Gallardón reconoce el
derecho a la nacionalidad española a los judíos sefardíes expulsados por los
Reyes Católicos en 1492, los moriscos
expulsados de España por Felipe III entre 1609 y 1613 podrían exigir con razón
el mismo derecho. Y en la situación por la que atravesamos ese podría ser un
punto de apoyo en el que los islamistas radicales basar legalmente sus
aspiraciones.
Es así que solamente se puede entender este acto como un rendimiento de pleitesía ante el poder de la judería internacional.
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