De este modo, a la hora de considerar los acontecimientos que se están
desarrollando en Ucrania y Crimea, vierten sobre Rusia opiniones fruto de prejuicios tan equivocados como injustos.
La Rusia de nuestros días, lejos de ser la
agresora de antaño, ha pasado a
convertirse en víctima de una agresión.
Esta
agresión es llevada a cabo por el sionismo que domina EEUU a través de Wall
Street y por la masonería que actúa a través de la Unión Europea mercantilista
que se pliega a cualquier indicación que marque la City londinense.
No
hay que perder de vista que los rusos, al igual que el resto de los pueblos que forzosamente
integraron la URSS, fueron las primeras
víctimas del tiránico, totalitario y ateo régimen instaurado tras la revolución de 1917.
Pero
la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989, y la posterior desintegración
política de la URSS, llevó aparejado un
resurgir a nivel popular, e incluso
oficial, de la identidad y del sentimiento cristiano del pueblo ruso.
Durante más de siete décadas cualquier muestra
de cristianismo fue cruelmente perseguida, a la par que mediante una enseñanza
atea se pretendió arrancar del alma de
los rusos toda noción de Dios y de transcendencia.
Contrariamente a lo pretendido por los gerifaltes soviéticos todas esas décadas de persecución religiosa y
ateismo oficial dieron lugar a que se formase en torno al pueblo ruso una especie de caparazón que les permitió conservar su profunda
espiritualidad, a la par que mantuvo a la población protegida del consumismo, del liberalismo y del hedonismo que tanto daño han hecho a la moral e identidad de las
sociedades occidentales.
Por
todo lo antes apuntado, y por otras cuestiones a las que más adelante se hará
referencia, en la actualidad Rusia se ha convertido en el mayor obstáculo para que se pueda instaurar el Nuevo Orden
Mundial.
Este Nuevo Orden Mundial persigue que una élite mantenga el dominio
absoluto sobre la población mundial.
Para conseguir ese control la élite se serviría de las altas finanzas internacionales, de las instituciones políticas supranacionales, del control sobre los medios de comunicación y de vaciar a los países-nación de cualquier soberanía.
Para conseguir ese control la élite se serviría de las altas finanzas internacionales, de las instituciones políticas supranacionales, del control sobre los medios de comunicación y de vaciar a los países-nación de cualquier soberanía.
Por
supuesto el “pueblo elegido” está detrás de todo este proyecto y constituirá la esa élite gobernante a la que nos hemos referido.
Y
si decimos que Rusia es actualmente el único obstáculo para que ese Nuevo Orden
Mundial logre implantarse, es debido a que
las acciones que lleva a cabo el
mayor esbirro del sionismo, los
EEUU, encuentran en todos los intentos por
aumentar el dominio global un freno en la acción y fortaleza del
ejecutivo de la Federación rusa que preside Vladimir Putin.
En realidad estamos diciendo que ahora Rusia es la última esperanza para la civilización.
En realidad estamos diciendo que ahora Rusia es la última esperanza para la civilización.
Baste
señalar que gracias a la posición clara y firme de Rusia, las acciones puestas
en marcha contra los regímenes de Siria, Irán y Ucrania no han logrado los objetivos buscados. El hecho de que los
regímenes de los países señalados no hayan
seguido el camino de Libia e Irak ha dado al traste con esa paulatina
expansión hacia el este de las potencias
atlantistas, Todo ello en busca de la instauración de una sola superpotencia, USA , que al estar controlada por los sionistas sirve a la
implantación del Nuevo Orden Mundial.
Pero
el peligro que Rusia representa para la instauración de ese NOM, no se reduce
al hecho de haber contenido el avance hacia el este de la influencia militar de
la OTAN o económica de la UE.
La
problemática que la Federación rusa causa al NOM es de un calado aún mayor,
pues entra en el terreno de la identidad nacional y de la base religiosa de
Rusia
Y
es que , como más arriba hemos apuntado, para la instauración del Nuevo Orden
es preciso que la identidad de las naciones se diluya en unidades
supranacionales controlables y que la conciencia religiosa de los individuos
desaparezca ante una cosmovisión
sometida a lo políticamente correcto que marquen los dueños del mundo.
Ahora
bien, si nos encontramos con que la
población rusa cuenta con una identidad nacional firmemente asentada, con que
el sustrato religioso también está fuertemente
implantado y con que el gobierno de Putin se opone de forma clara y de
manera exitosa a la expansión económica y militar de la comunidad trasatlántica
hacia el este, nos encontramos con que Rusia
para “el pueblo elegido” y su títere yankee resulta un enemigo a batir.
Rusia
de hecho no es culpable de nada, más bien todo lo contrario, resulta la última
línea de defensa frente a la tiranía de las élites sionistas antinacionales que
pretenden tiranizar a la humanidad.
Aquel
dia de Junio del 41 se señaló a Rusia
como “culpable de nuestra guerra civil”,”culpable de la muerte de Jose Antonio
y de la muerte de tantos camaradas y tantos soldados caídos”.
En
la actualidad Rusia, que no la URSS a la que se refería Serrano Suñer, es “culpable” de estar en
primera línea de combate y de ser el objetivo
de los ataques del poderío económico y mediático a las órdenes del
sionismo.
Un
claro ejemplo de este ataque del que es objeto la Federación rusa lo encontramos en los acontecimientos que han tenido lugar en
Ucrania y en Crimea.
El
ataque al que me refiero tiene, por
decirlo así, dos caras. Por un lado estaría
la agresión contra la zona de influencia y seguridad rusa y por otro la agresión que llevan a cabo
las agencias de noticias y los medios de “información”.
La
primera de las agresiones forma parte de la estrategia de expansión
hacia el este que vienen desarrollando tanto la OTAN como la UE.
En
el caso que nos ocupa la UE buscaba atraer a su zona de influencia económica a
Ucrania, pero los dirigentes de esta se negaron a suscribir en 2013 un tratado
de cooperación económica, por considerarlo perjudicial para su desarrollo
económico. Por su parte los intereses militares de la OTAN, especialmente los
de EEUU, necesitaban que se produjese un
cambio de gobierno que les permitiese aislar más y más a Rusia y desplegar el paraguas antimisiles que de
hecho anularía la efectividad del
potencial nuclear ruso.
Por
otro lado la base naval de Sebastopol, sita en Crimea, pasaría a estar en
peligro bajo un nuevo gobierno ucraniano
pro-OTAN, y de esta manera la salida al Mar Negro de la flota rusa estaría en serio peligro.
Las
potencias de la OTAN y la UE vieron que la solución estribaba en sustituir el gobierno legítimo de
Yanukovich por otro plenamente favorable a los intereses de la Unión Europea y
de los Estados Unidos.
Es en este contexto en el que se organiza,
apoya de modo logístico y militar la denominada revolución de Maidán, una
revolución que de popular y de espontánea no tenía absolutamente nada, y de
pacífica menos aún.
El
hecho es que en esta participaron
miembros de grupos militares del
ejército israelí, grupos pro unión europea que habían sido entrenados en
técnicas de guerrilla urbana el Lituania por la ONU, amen de contar con el
apoyo diplomático de los Estados Unidos.
Tras
los gravísimos incidentes en los que se
utilizaron armas de fuego y se aplicaron
técnicas de combate urbano por parte del los “pacíficos” euromaidán, se alcanzó el propósito
perseguido, derrocar al gobierno legítimo y sustituirlo por otro pro-Unión
Europa y atlantista.
En
vista del cariz que tomaban los acontecimientos y del camino pro-UE y pro-OTAN
del ilegítimo gobierno que el golpe había colocado en Kiev, la República de
Crimea se opuso de modo tajante a ello, no permitiría que los nuevos dirigentes les apartasen de lo que
hasta el año 1953 fue su Patria, Rusia.
La URSS ese año había “regalado” a Ucrania el territorio de Crimea, saltándose
a la torera una historia de siglos en la que Crimea había sido parte de Rusia.
Es
en ese momento que se convoca un referéndum en Crimea para solicitar, o no, la
reintegración de Crimea a Rusia. El pueblo de Crimea se mostró, de una
manera aplastante, a favor de la federalización.
Todo
esto fue así por mucho que los medios occidentales, atlantistas y las agencias sionistas afirmen que la reintegración voluntaria había sido
una invasión y el referéndum un pucherazo.
La
segunda agresión que contra Rusia ha puesto en marcha el Nuevo Orden Mundial se
realiza a través de los medios de
“información”. Consiste en saturar con tergiversaciones interesadas, cuando no
con simples mentiras, las mentes borreguiles de una masa acrítica de mentes chicle que se pliegan servilmente a todo lo que se
le venda como políticamente correcto.
A
los intereses globalizadores no le conviene una Rusia fuerte, afianzada en su
identidad y orígenes cristianos que pueda hacer sombra a la existencia de una
sola superpotencia, títere del sionismo
internacional y servidora del Nuevo
Orden Mundial: USA.
Pero hay además un punto más por el cual ven en Rusia un gran peligro para su proyecto de tiranía mundial. Me estoy refiriendo a la creación de un poder económico alternativo al del dolar y el euro. Me refiero al apoyo que da a las potencias emergentes , el denominado BRICS (Brasil, Rusia, India,China y Sudáfrica).
Pero hay además un punto más por el cual ven en Rusia un gran peligro para su proyecto de tiranía mundial. Me estoy refiriendo a la creación de un poder económico alternativo al del dolar y el euro. Me refiero al apoyo que da a las potencias emergentes , el denominado BRICS (Brasil, Rusia, India,China y Sudáfrica).
El
plan mundialista jijó entonces su objetivo en desprestigiar y vilipendiar a Vladimir Putin, ya que en él
ven un líder que podría canalizar la
fuerza del pueblo ruso y poner en marcha
una superpotencia que podría acabar con el anhelado gobierno mundial.
Esta
segunda forma de agresión a la que
estamos haciendo referencia la han aplicado con toda claridad e impudicia en
todo lo referente a los sucesos de Ucrania y Crimea.
No
han dudado en presentar como pacíficas y
espontáneas unas manifestaciones
perfectamente orquestadas desde la OTAN y la UE para derrocar por medio de la
violencia a un gobierno legítimo.
Más
tarde han cargado contra el referéndum
celebrado en Crimea y la posterior asociación de esta a la Federación Rusa,
calificando de ilegal e ilegítimo el
referéndum y tachando de invasión la federación de un
territorio que históricamente era ruso y que sus pobladores habían ratificado a través de las urnas.
Otra
manera de mentir y engañar a la población es silenciar la verdad para que de
esta forma se considere cierto lo que no
es sino mentira.
En
esta categoría se encuentra el silencio cómplice que han guardado los medios de
“información” respecto a la verdad histórica. Son las nulas referencias a la
historia unida a Rusia de Crimea y de
gran parte de Ucrania.
De
todo lo que se ha expuesto creo que
queda perfectamente claro que Rusia es víctima y no culpable , es la víctima de un despiadado ataque del poder en la sombra.
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