Como
no podía ser de otro modo, el masón
ministro de Justicia Ruiz Gallardón y el
irresponsable monarca continúan
sorprendiéndonos con medidas y actuaciones
a cada cual más reprobable.
La
última de estas ha sido la inclusión en la reforma del Código Civil,
aprobada el pasado 7 de Febrero del año
en curso, de un derecho que vamos a denominar
insensato, por no llamarlo directamente peligroso y antiespañol.
Estoy
refiriéndome al derecho que en este
nuevo Código se concede a todos los descendientes de los judíos
sefardíes a adquirir la nacionalidad española, para lo
cual disponen de un plazo de dos años para solicitar ser nacionalizados. Tales
judíos tan sólo han de demostrar ser descendientes de los sefardíes expulsados por los Reyes Católicos en 1492.
Podrán adquirir la nacionalidad española, y todos los derechos que ello lleva
aparejado, sin para ello tener que renunciar a su actual nacionalidad.
El
número de judíos sefardíes que en la actualidad
existen es de aproximadamente dos
millones, los cuales están esparcidos por casi todo el mundo pero se concentran
especialmente en Israel.
No
han tardado demasiado en solicitar ese
mismo derecho los descendientes de los moriscos expulsados de nuestra Patria.
En este caso la práctica totalidad se encuentran en Marruecos y tienen
nacionalidad del país alauí, son un par de miles.
Estos
descendientes de los moriscos cuentan con el apoyo del PSOE para lograr su
reivindicación. Caso de no lograr que se les conceda tal reivindicación
calificarían cualquier decisión negativa por parte del gobierno llevaría a que
la decisión respecto a los sefardíes tiene un “tinte racista”.
Según
la Asociación Memoria de los Andalusíes, presidida por Nayib Loubaris, hay en
la actualidad 600 familias de origen morisco instaladas en varias zonas de
Marruecos.
Y
no contento con la “ocurrencia” de
Gallardón hace aparición nuestro
irresponsable monarca para agravar aún más la situación creada por el ministro
masón . El rey se reúne en la Zarzuela con el líder de los rabinos europeos Goldschmit, con el Director
General de la Conferencia de presidentes de organizaciones judías, Malcom
Honleim, con el Gran Rabino Sefardí de Israel, Salomon Moshe Amar y con 60
líderes del “lobby” sionista de EEUU.
Malcom
Honleim señaló que:”el monarca Juan Carlos dijo
que nuestra visita serviría para romper barreras y que las puertas de
España estarán abiertas para los judíos
ahora y para siempre”.
No
podemos caer en la ingenuidad de pensar
que a estos niveles las cosas ocurren porque sí, sin que ninguna
contraprestación más o menos admisible se esconda tras todas estas acciones.
Y
la razón, o contraprestación, ha de ser de muy importante calado, dado que
favorecer que cientos de miles de
personas puedan adquirir la nacionalidad
española en una situación en la que al menos una cuarta parte de la población
nacional está desempleada y una parte nada pequeña de está se halla por debajo
del nivel de la pobreza resulta poco
menos que un crimen.
No
olvidemos que el poder de la judería internacional, tanto a nivel económico
como político, es determinante a la hora
de dirigir los acontecimientos que se producen
en este mundo globalizado en el que vivimos.
Con
las medidas adoptadas por el gobierno español se está proporcionando a la maquinaria sionista en primer lugar un mensaje simbólico de
victoria sobre la política hispánica de
los Reyes Católicos.
Pero
la cuestión va más allá de esa simbólica rendición de la España inmortal ante lo judío.
España
se convierte de hecho en un segundo Israel. Un sefarat que se convierte en la nueva tierra prometida
a la que, en un primer paso, podrán acudir al menos dos millones de judíos reconocidos como nacionales del país de sus ancestros.
Los
sucesos no dicen nada por sí solos, pero cobran una importancia y un significado
concreto si se consideran en conjunto.
Con
este comentario quiero referirme a una
serie de acontecimientos que adquieren
un valor explicativo, me refiero por ejemplo a la visita oficial que el
Ministro del Interior de España D. Jorge Fernández Díaz realizó a Israel los
días 12 y 13 de Enero del presente 2014.
Esa
visita, calificada por las autoridades del estado judío como muy importante, de hecho el director de
Relaciones Internacionales del Ministerio de Seguridad Pública de Israel, Natan
Rotenberg dijo: “otorgamos una importancia muy grande a la visita”, y no eran
meras palabras de cortesía, puesto que
fruto de esa visita fue que los
servicios de información de la Guardia Civil y el CNI tendrán acceso completo, difícil de creer que
sea completo, a la información de que dispone el Mossad sobre los terroristas
yihadistas en el sur de Europa y Norte de África.
Por
otro lado resulta sumamente llamativo que
tras la visita del Presidente Rajoy a Obama el 13 de Enero de este año, el presidente norteamericano ponderase de modo tan exagerado el liderazgo de Rajoy, señalando la política económica española como ejemplar y mantuviese que se daría una evolución positiva
de esta gracias a las reformas, entre ellas la laboral que el Presidente español ha llevado a cabo.
De
igual manera la Presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagade y el Presidente del Banco
Central Europeo (BCE), Mario Draghi, realizaron
conjuntamente comentarios laudatorios respecto a la economía española y
a las medidas económicas y reformas laborales llevadas a cabo por los actuales
gobernantes españoles.
Todos
estos comentarios laudatorios fueron coincidentes en el tiempo, y no olvidemos
quienes son los que mandan sobre la
economía y política de los EEUU, el lobby judío, y tampoco olvidemos que los
financieros judíos dirigen de modo directo al BCE.
Por
supuesto que todas estas acciones positivas hacia España con toda seguridad no
se deben exclusivamente a la reforma de Código Civil permitiendo la adquisición
de la nacionalidad española por parte de los judíos sefardíes, también acciones
como la colaboración, al menos por omisión, del gobierno español en el ataque
terrorista y mercenario contra Siria y sobre todo el permiso para
desplegar el escudo antimisiles en la
base de Rota han tenido algo que ver.
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