La población española a cada paso se está internando en un terreno que le lleva a una depauperación cada vez mayor, a una miseria que no se había visto desde los años posteriores a la guerra civil, nuevamente se escucha algo que desde hacía muchas décadas se daba por desaparecido en nuestra Patria, me refiero al hambre. La clase media que con tanto esfuerzo se creo y que para toda comunidad social es un colchón que evita la radicalización que resulta de la existencia de un salto entre clases ricas muy ricas y otras pobres muy pobres también se evapora.
En
el entretanto el actual ejecutivo pone su vista no tanto en el bienestar de la población cuanto en consecución
de que la deuda y el déficit se adecuen a las exigencias de la Unión Europea (U.E.) y del Banco
Central Europeo (B.C.E.). Para conseguir alcanzar tales exigencias las medidas
que esta adopta se centran especialmente
en la subida de impuestos, en el recorte de los servicios básicos que presta el
Estado, en la congelación de toda inversión
estatal y en una vergonzosa ayuda a las entidades bancarias.
Todo
esto lleva a que las familias y
particulares vean reducidos de forma
abrupta sus ingresos y con ello las
compras que realizan. Un descenso tan de
tales lleva aparejado que los comercios, las pequeñas empresas y la industrias
que producen aquello que se vende rebaje su funcionamiento.
De
esta forma la ausencia de dinero circulante que retiene la presión fiscal y la
ausencia de créditos a un interés
razonable por parte de las entidades financieras lleva a un aumento de desempleados ya que los comercios, las pequeñas y medianas
empresas cada vez precisan de menos mano de obra.
Esta
infernal situación que deriva de una
rueda perversa sólo puede romperse de dos maneras: Mediante la bajada de la presión fiscal y el
aumento del dinero circulante a través de
bajos y medianos créditos por parte de la banca a los particulares y a
las medianas y pequeñas empresas, o mediante unas actuaciones de la generalidad de la población. Dado que la
primera opción resulta poco menos que imposible dada la actual política de los
que nos gobiernan desarrollan para el logro de un déficit y una deuda
sometida a las indicaciones de la
U.E. tan sólo unas
actuaciones de la población podrán frenar el imparable aumento del desempleo y
de la miseria.
¿Pero
cuales son esas medidas que la población debería poner en marcha con el círculo
vicioso que arriba hemos descrito y as
consecuencias que de este derivan?.
Antes
de desarrollar estas medidas que habrían
de adoptarse hay que señalar que los políticamente correctos, los liberales,
los defensores de una equivocada solidaridad y los defensores de un mercado
sometido a las leyes del libre mercado se opondrían con uñas y dientes a la aplicación de tales
medidas.
Las
medidas se derivarán de la necesidad de
que el dinero, poco debido a la presión
fiscal y a la nula colaboración bancaria, sirva
para que la economía nacional impulse
una situación que mueva el comercio la industria y con ellos se frene
la hemorragia de desempleo que a su vez
redunda en un mayor gasto en
protección social y en una menor
producción nacional.
Las
medidas a aplicar son muy sencillas, la población debería
limitar sus compras a artículos
exclusivamente nacionales,
con lo que el aumento del consumo exigiría un aumento de mano de obra que permitiese a las empresas españolas hacer frente a la casa vez mayor demanda. Por otro lado esa misma población nacional debería adquirir exclusivamente en comercios y pequeñas superficies españolad, de modo que estás creciesen y pudiesen desarrollarse permitiendo el crecimiento de la mano de obra y evitando que las pequeñas y medianas empresas terminasen por caer en una situación que le empuje al cierre y con ello al aumento del desempleo.
con lo que el aumento del consumo exigiría un aumento de mano de obra que permitiese a las empresas españolas hacer frente a la casa vez mayor demanda. Por otro lado esa misma población nacional debería adquirir exclusivamente en comercios y pequeñas superficies españolad, de modo que estás creciesen y pudiesen desarrollarse permitiendo el crecimiento de la mano de obra y evitando que las pequeñas y medianas empresas terminasen por caer en una situación que le empuje al cierre y con ello al aumento del desempleo.
Y
en último lugar la población habría de
retirar el dinero que tiene depositado en las entidades financieras hasta que
estas se comprometiesen públicamente a que
pusiesen aen circulación el dinero a través de prestamos a bajo interés a particulares y
pequeñas y medians empresas nacionales.
Como
ya señalé, todo esto puede ser tachado
por muchos de medidas xenófobas, insolidarias con los no nacionales, etc, pero en una situación
critica como la actual en la que el desempleo, el hambre y la desesperación campa por nuestras calles estas medidas se
hacer imprescindibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario