El preso cuenta: Nunca
he vivido mal del todo ni he pasado necesidad alguna, eso si, cada pocos meses he tenido que preparar bien los golpes que me han permitido
llevar una vida regalada, después de la preparación los he tenido que llevar a
cabo atracando o asaltando tiendas, en alguna ocasión resultó herida
alguna de las personas a las que
atracaba o que estaban presentes.
Finalmente hace un par de años la Guardia
Civil me detuvo y el
juez me condenó a prisión.
Desde
el momento en que ingresé en la cárcel mi vida está privada de libertad y resulta
monótona, pero he de reconocer que es el justo pago a mis acciones. Por otro
lado no me tengo que levantar temprano
para trabajar, mis necesidades
alimenticias, de vivienda, el acceso a la televisión, al cine y a la cultura me resultan absolutamente gratuitas y para disponer de todo ello no preciso ejercer
ningún tipo de trabajo, y en los tiempos
que corren eso no es decir poco.
El parado nos dice: Yo
en cambio soy alguien que durante años
he tenido que levantarme de madrugada para
ir a buscar la fruta con la que disponer de genero que poner a la venta en mi pequeña frutería. Mi
vida ha sido dura puesto que tenía que
dar de comer a mi familia, pagar los impuestos y pagar la hipoteca del piso.
Desde hace unos meses las cosas han ido de mal en peor, las ventas bajaron y
los beneficios que obtenía de ellas no me permitían dar de comer a los míos ni pagar la hipoteca
del piso, tuve que cerrar mi negocio
puesto que llegó un momento en el que en lugar de beneficios sólo obtenía
perdidas. Pasé a engrosar de este modo ese ejército de millones de parados de
los que tanto hablan los políticos y los medios de comunicación. Con el paso de
los meses me resultó absolutamente imposible pagar la hipoteca y pasé a formar
parte de esos a los que se les priva incluso de un techo, fui desahuciado.
Ahora
mi familia y yo malvivimos con eso que todo el mundo llama “ el paro. Algo a lo
que por cierto no es un regalo sino que forma parte de eso a lo que durante
años de honrado trabajo y pago de
impuestos colaboré a mantener.
Ahora
dicen que si quiero continuar
percibiendo esa prestación que gracias
a mis impuestos me he ganado he de ir a limpiar montes o a colaborar en el saneamientos de aquellos
que hayan sido pasto de los incendios.
Pues
bien, la única realidad es que es indiferente que yo haya sido cumplidor de las leyes y haya contribuido a
las finanzas del país mediante el pago
de los impuestos.
Aquél
que por el contrario la haya inflingido,
no se haya esforzado en el trabajo y nunca haya declarado recibirá
de modo gratuito techo,
manutención, electricidad y acceso a televisión cine y piscina. Nadie le exigirá que pague todo esto, pero en
cambio yo si he de realizar un servicio
a la sociedad para poder disponer de una prestación que el Estado me debe.
Basta
de tanta injusticia y de esa visión buenista que habla de los derechos de los
delincuentes a la par que pone trabas y
criminaliza a los parados.
Si
los delincuentes juzgados y encarcelados no pagan los gastos que su vida en
prisión produce, ¿ porque los parados que han cumplido la ley, se han
esforzado y han colaborado con todos a
través de los impuestos han de realizar
cualquier tipo de actividad social como
ahora se les puede solicitar y en cambio no ocurre en el caso de los presos?.
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