El
Reino Unido continúa mostrando su obsesivo
y continuo desprecio a todo lo
que huela a hispánico o tenga que ver con la hispanidad, quizá se deba esa
enfermiza fobia y animadversión que
muestra hacia todo lo católico: como
bien han demostrado y demuestra el trato hacia la católica Irlanda y el tratamiento que la población católica ha recibido en el Norte de este país por parte de los
gobierno de “Su majestad”.
En
los últimos años han sido continuos los desprecios que países y personajes pertenecientes a la comunidad de países hispánicos
han recibido por parte de los hijos de la Gran Bretaña.
En
la actualidad se está desarrollando uno de estos episodios en el caso Julian
Assange, fundador y responsable de
Wikileaks. El señalado sujeto se
encuentra asilado en la embajada del
Ecuador en Londres siendo
reconocida por el gobierno
ecuatoriano su calidad de asilado.
Pues
bien, en un acto más de chulería y de
desprecio hacia la soberanía de un país
independiente y soberano, los gobernantes de la nación pirata por antonomasia,
Gran Bretaña por si alguien lo dudase, han amenazado con asaltar la legación
diplomática para detener al señalado
Assange.
Resulta
prácticamente imposible imaginar que el
gobierno británico osase siquiera
levantar semejante amenaza contra la soberanía de cualquier país violando
la sagrada inmunidad de las embajadas y con ello los más básicos
principios del Derecho Internacional.
Pero
para que este desprecio
hacia todo lo hispánico quede
bien claro tan sólo es preciso fijarse
en que los únicos enclaves coloniales
que los hijos De la Gran Bretaña
mantienen, excepción hecha de algunas pequeñas islas, curiosamente se
encuentran en territorios reclamados por países hispánicos: son los de
Gibraltar en España y las Islas Malvinas en Argentina.
El
Reino Unido se dió prisa en detener a un Jefe de Estado como era
el General Pinochet, cosa que era la primera vez en la que un Estado soberano,
Chile, era detenido por otro Estado, la Gran Bretaña , en este caso, se
detenía al antiguo Jefe de Estado de otro, cosa novedosa
también.
Por supuesto nuevamente se actuó contra
un gobernante perteneciente a la
comunidad de naciones hispánicas.
Pero
el caso que nos ocupa viene ya de antiguo, la piratería de que nuestros barcos
fueron objeto por parte de piratas al
servicio de “Su Majestad” o los ataques cobardes contra nuestras
plazas de soberanía en las tierras de América
e incluso contra los puertos de la península han sido
prueba de la fobia hacia España y
todo lo hispano.
España
por todo ello debe posicionarse junto
a Ecuador en esta situación al igual que
debió hacerlo al lado de Argentina
durante el conflicto bélico de las Malvinas.
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