Es en la Europa medieval cuando por primera vez en la historia de la humanidad se da la existencia de un continente entero sin esclavitud. En lugar de ella nos encontramos con la servidumbre, que era un estadio intermedio entre la esclavitud y la libertad. Contemplado desde un punto de vista histórico, veríamos que En la Edad Media se produjo un salto radical al pasar de una situación como era la de la antigüedad, en la que la proporción de hombres libres era relativamente escasa a una situación al final de la Edad Media en la cual la libertad era la norma general.
El siervo de la gleba era un servidor que no tenía derecho a salir de su campo, del lugar donde trabajaba. El siervo había de trabajar allí toda su vida, estaba ligado a la tierra, no era desde luego un hombre libre. Y aunque pueda considerarse extraño tenía una serie de derechos que derivaban de esa ligazón al terruño. Tenía derecho a la tierra, y el señor no lo podía expulsar de ella, esto era así hasta el punto de que si el señor vendía las tierras lo vendía unto a ellas (por decirlo así iba incluido en el lote). Disfrutaba de una especie de propiedad sobre su casa y sobre la parte de las tierras que cultivaba, su día era organizado por una especie de contrato que era hereditario e intocable que le permitía subsistir, malvivir en la inmensa mayoría de los casos, gracias a su propio trabajo. El siervo debía trabajar una parte del tiempo en las tierras de su señor que no le pagaba nada por ello.
Además de lo antes señalado hay que destacar varios puntos que los diferenciaba de un modo radical del estado de esclavitud tal y como era entendido en la Antigüedad : tenía derecho a la familia, a que se respetase su vida puesto que el señor no disfrutaba del derecho de vida sobre él, contrariamente a lo que acontecía en la esclavitud romana.
El origen que vendría a explicar la aparición de la servidumbre concuerda en gran medida con los inicios que tuvo el feudalismo, de hecho fue un modo de enfrentar los problemas que llevó aparejada la destrucción del orden que Roma había establecido.
Una vez que se hubo diluido el Imperio romano y que la administración, la legalidad, el orden y la fuerza para mantenerlas hubieron desaparecido, el territorio imperial se vio sumido en el mayor de los desórdenes, un desorden debido por un lado a las huestes bárbaras que habían penetrado en las provincia romanas y en la misma península italiana y por otro a que grupos de malhechores armados o miembros de unidades que habían sido disueltas y que tan solo en la guerra se habían formado situaron a los colonos y a los agricultores ante un escenario de verdadero riesgo vital. Ante tal circunstancia muchos hombres libres o libertos que no tenían donde poder protegerse y que carecían de medios para hacerlo por si mismo se encontraron en la necesidad de acudir a los propietarios que gozasen de suficiente fuerza y de elementos defensivos para protegerse frente a la rapiña y la violencia de bárbaros y malhechores.
Ante tal situación el propietario de los rudimentarios castillos, primero de madera y más tarde de piedra, exigía por un lado que los acogidos se comprometiesen en la defensa luchando contra el enemigo a las órdenes del señor, por otro lado exigía una serie de servicios que sirviesen para que la manutención de los asilados no le resultase onerosa, de modo que le daba una porción de tierra para que pudiesen mantener a condición de que la trabajasen, se asentasen en ellas de un modo permanente y a que se comprometiesen a dedicar un tiempo establecido al cuidado de las tierras del señor. Esto pasó a ser hereditario con lo que se conformó ese nuevo elemento social que era la servidumbre. En otro caso no se trataba de hombres libres sino de antiguos esclavos que de modo voluntario se constituían en siervos y cuya situación era suavizada por influencia de la Iglesia.
La servidumbre no fue si no un paso hacía la libertad. El señor no era dueño de la vida del siervo, el esclavo dejaba de estar cosificado.
Es preciso ver en la Edad Media un paso de mejora.
Es preciso ver en la Edad Media un paso de mejora.
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